Descansa en Paz

Capítulo 19 ~ Querido Julio

Sakura

De pie frente al espejo, acomodando mejor su vestuario formal, colocaba la cadenita que siempre utilizaba y un sujetador en su cabello con forma de flor de cerezo. A pesar de ser una fecha que conmemoraban cada año, su familia había implementado como tradición no vestir colores oscuros, debido a que eso podía entristecer más el alma de Nadeshiko en un nuevo aniversario de su fallecimiento.

—¿Qué te sucede? —preguntó a Maaya.

La fantasma se encontraba en silencio, cosa rara en ella.

—Nada —dijo moviendo su cabeza.

A Sakura eso le extrañó demasiado, aun así no quiso ahondar en el tema si ella no quería hablar al respecto.

La fantasma sólo miraba a Sakura.

—Nunca antes habías estado tan callada —dijo solamente.

—Es sólo que... ¿Cómo te lo explico?... Creo saber la razón por la que sigo acá... Aunque no estoy muy segura.

A la castaña le entró la curiosidad con respecto a lo que Maaya podría decirle, pero al final siguió callada. Pensó en darle su espacio, total en algún momento le comentará y ella no dudaría en ayudar a la fantasma. Maaya le sonrió ante eso y como si nada desapareció de la habitación, deseándole una buena tarde a Sakura.

Bajó las escalas para llegar hasta la sala de estar donde esperaba su hermano junto a Yukito, quienes también vestían de manera formal. A su lado, había un gran racimo de flores de diferentes tipos. Y ahí todos esperaban a que Fujitaka terminara de arreglarse para luego ir juntos en el vehículo del padre de Sakura, al cementerio donde tenían sepultada a Nadeshiko —junto a sus padres—.

Sakura se sentó al lado de Yukito con quien se puso a platicar unos momentos. Al cabo de unos minutos, el señor Kinomoto estaba listo, vistiendo como de costumbre un traje. Touya se levantó primero de los sillones para indicar que sería él quien manejaría esta vez. El padre no se negó a aquella petición, le entregó las llaves del vehículo y caminaron todos juntos hacia la salida.

Sakura, quien iba en la parte de atrás del coche junto con Yukito, miraba constantemente su teléfono celular. Hace unos días atrás había tenido una pequeña discusión con Shaoran por el asunto de su padre y aunque se siguieron mandando mensajes, no habían resuelto el tema ese, no lo conversaron más. La verdad es que en ese sentido, él era bastante testarudo, porque a pesar de que años anteriores él había dicho que sí conmemoraban su fallecimiento allá en China, hoy se sentía molesto con él por todo el suceso de su presencia y las cosas que le ha dicho a la castaña. Ella, con la mejor de las intenciones, sólo le hacía ver que no dejara que esas cosas influyeran en una fecha importante.

Y fue por esa razón que él se molestó con todo. Y decidió encerrarse en sí mismo para no seguir hablando más del tema.

—¿Sucede algo Sakura? —preguntó Yukito.

La castaña se sobresaltó un poquito ante la pregunta, no quería preocupar a nadie con el tema de Shaoran, menos cuando su hermano estaba presente, porque desde el día del festival, no había día en que no la molestara con "el mocoso".

—Lo siento, estaba distraída Yukito.

—Seguramente pensando en ese mocoso Sakura. Te dije que dejaras de juntarte con él.

—Hermano, ya basta —revoleó sus ojos—, preocúpate de mirar para adelante será mejor.

—Monstruo...

Sakura se cruzó de brazos en ese entonces mientras veía como Yukito tecleaba algo en su teléfono. A veces pensaba cómo podía aguantar tanto a su hermano siendo tan pesado. Luego recordó que el mismo Yukito le decía que cuando estaban juntos, él parecía otra persona y que sin duda podía molestar a su hermano con aquellos cambios de humor. De pronto sintió como Yukito le entregaba el celular a ella, indicándole que leyera lo que había escrito.