Enero de 1941
Han pasado dos años del inicio de la guerra, Estados Unidos está en un estado neutro, después de la gran depresión (crisis económica, anterior a la guerra) mi familia le ha costado recuperarse del todo, en general nunca hemos tenido mucho, pero aun así nos mantenemos firmes ante las circunstancias.
Hasta ahora el país no se encuentra envuelto en el problema y el gobierno trata de evitar noticia a más que no sea países con un tratado, para evitar o no alarmar a los ciudadanos. A mi familia le ha costado recuperarse, sería lamentable que sucediera otro suceso atroz y nos destruya por completo.
Mi madre es una simple ama de casa que adora el café en las mañanas y procura de hacernos mejores personas a mí y mi hermana Rachel.
Mi papá es un artista frustrado sin poder realizar lo que quiere, buscando la manera de producir dinero de forma honesta.
Yo una chica que ayuda a su padre en sus trabajos, en busca de una universidad para no decepcionarlo y mi hermana es una chica colegiala que toma todo a la ligera.
Como de costumbre me miro en el espejo para acomodar mi rizada cabellera en un lado para acoplarla y no desacomode el sombrero.
Agarro el perfume y lo coloco en mis manos y mi cuello entes que mi hermana suelte una risa y me lo arrebate.
—No lo gastes, recuerda que papá lo compró para las dos —me mueve del espejo y me pega con su cabellera risada y oscura. Para mirarme de reojo con una sonrisilla que tanto la caracteriza.
—La gente ayer andaba hablando sobre un ataque, pero no me dio tiempo de escuchar la radio mi padre —le digo a mi hermana y su actitud baja.
—Sammy, sabes lo afortunados que somos al despertar y saber que estamos a salvo, pero con la angustia de saber que eso se puede ir como el viento —dice ella y antes que pueda reaccionar me tira perfume a la cara para reír y salir corriendo.
—Rachel —le digo apenas viendo y pestañeando para que quitar el ardor. Arreglo mi vestido para seguirla mientras veo pañoso.
—Hey rizos, con cuidado con el café —escucho a mi madre regañar y la esquivo, veo como el café salpica mi vestido blanco. —Sammy basta eres mayor, compórtate como una señorita, yo no te enseñé eso
Revuelo los ojos.
En menos de un minuto dirá mi nombre completo, sin diminutivo.
—Samantha ¿qué modales son esos? —antes que salga corriendo mi hermana me ve y saca la lengua digno de un niño de doce años. —déjate de niñerías
Lo sabía.
—Pero ella, ella comenzó —reclamo mientras la observo y se sienta en la mesa. Su petulancia me indica que, obviamente no le importa.
— ¿Y tú crees que me importa quién comenzó? —deja el café en la mesa y me observa con esos ojos oscuros que me fascinan. —y Rachel, tú también —su mirada de: otra más o se la verán conmigo hace que reprima una risa al igual que mi hermana. —ah y por cierto, el café es para mí
—Oh gracias madre, hacernos levantar temprano y sin desayuno —dice mi hermana para humectar una tostada con mantequilla.
—Deja de ser tan dramática, llevo diecisiete años alimentándote, creo que es hora que ya te hagas valer por ti misma, sino cuando te cases tu marido te devuelve —dice ella para posteriormente servirnos el café. —Sammy adivina quien vino a verte —ella me da una mirada acusadora y yo mastico una tostada con fuerza. —Sammy, es un buen pretendiente, su padre tiene un puesto estable en el centro y es beneficioso no solo para ti, sino para nosotros —comenta con una sonrisa apacible. —Edward ha mostrado que en verdad está interesado en hacerte su esposa
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GOTAS DE AMOR
Teen FictionUn amor en una época equivocada. Gente con mente cerrada y prejuicios en clases sociales. Samantha Jones es una joven de descendencia afroamericana y su familia no tenía un estatus social muy alto, su padre no tenía un trabajo estable, si no era lec...