JiCheol ♡ Pure love.

Capítulo 4

Las luces parpadeaban al ritmo de la música que estaba a todo volumen en el bar, JiHoon tomó una copa de licor para celebrar un nuevo contrato y el éxito de una campaña publicitaria de otro modelo que era parte de la empresa.

Bailó con la copa en la mano, no estaba borracho pero necesitaba distraerse y divertirse un momento, mantenía los ojos cerrados, moviendo sus caderas y dando pequeños sorbos de licor cada cierto rato.

Al abrir los ojos se encontró con la mirada de Kang Daniel fija en él, sonrió y lo llamó para que lo acompañase, era lo bueno de estar en la zona VIP, no habían empujones o borrachos tocándote sin conocerte.

Daniel era un modelo de ropa interior, bastante famoso y solicitado, los chicos babeaban por él, teniendo las páginas de las revistas pegadas en las paredes en sus habitaciones.

Y cómo no hacerlo, era atractivo para los ojos de cualquiera, incluso para JiHoon quien lo había visto en sus sesiones fotográficas, su mirada dulce y sonrisa inocente se transformaban frente a la cámara, volviéndose un hombre seductor y varonil, con un cuerpo trabajado, un verdadero pecado.

Daniel colocó las manos en la cintura de JiHoon cuando éste le dio la espalda, se mordió el labio inferior mirando su trasero, se acercó a él disimuladamente siguiéndole el ritmo.

JiHoon colocó una mano en la mejilla de Daniel cuando el mayor apoyó el mentón en su hombro, sin darse cuenta que estaban demasiado cerca, más de lo que debería pero todos allí sabían que JiHoon estaba soltero, no era un delito que se divirtiera con alguien.

Además con Daniel hacían una linda pareja.

Salieron al balcón para tomar aire, JiHoon dejó la copa de licor en el suelo y se afirmó en una pared.

De pronto a tuvo a Daniel frente a él.

—Felicidades por tu éxito en la campaña —Habló JiHoon con la respiración agitada, llevaba más de tres horas seguidas bailando.

—Gracias —Colocó sus brazos a los costados de la cabeza del castaño.

—Será un caos cuando salgas de aquí —Molestó JiHoon —Todos los chicos estarán esperando para pedirte autógrafos.

—No es para tanto —Negó con la cabeza.

—¿No? —Soltó una risita —Traes babeando a todo el mundo.

—¿A todo el mundo? —Arqueó una ceja, acercándose más al menor.

—Sí —Susurró JiHoon y su sonrisa fue desapareciendo, ¿Él se estaba incluyendo?

Daniel lo sujetó de la cintura con una mano y con la que le quedó libre elevó su mentón, inclinándose lentamente hacia él con la intención de besarlo.

—No, espera —JiHoon colocó sus manos en el pecho de Daniel, deteniéndolo —No puedo hacerlo.

—Hace un año terminaste tu relación con ese veterinario, deberías darte la oportunidad de amar otra vez.

—Mi vida es complicada.

—Es igual de complicada que mi vida —Sonrió el rubio, acariciando la mejilla de JiHoon —Yo sí puedo entender tu poco tiempo libre, trabajamos en lo mismo.

—No puedo.

—Sí, si puedes —Tocó los labios de JiHoon con la yema de sus dedos a medida que iba acortando la distancia entre ellos —Eres tan hermoso.

JiHoon cerró los ojos correspondiendo al beso de Daniel, separó los labios permitiendo que ingresara su lengua para jugar con una suya, apretó sus puños en la chaqueta del mayor, esta vez, impidiéndole que se alejara.

—Vamos a tu departamento —Susurró Daniel en el oído del menor —Te ayudaré a olvidarlo.

A las cuatro de la madrugada JiHoon se paró frente a la ventana de su habitación, mirando la lluvia caer y escuchando el fuerte aullido de un perro.

Se volteó unos segundos hacia su cama, Daniel seguía profundamente dormido, enseñando su escultural cuerpo.

No duró más de tres segundos, movió la cortina de la ventana para cerrarla, al parecer ese perro se sentía tan solo como él.