Capítulo 36

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JiHoon se había quedado dormido apoyando la cabeza en los muslos de SeungCheol, al despertarse Sammy estaba junto a él, aun durmiendo, sonrió y buscó a SeungCheol cuando lo escuchó hablar, tenía el móvil en su oreja y por su expresión no era algo bueno.

—Muchas gracias —Habló SeungCheol para después cortar.

JiHoon miró hacia arriba y subió su brazo acariciando el cabello oscuro del mayor —¿Ha pasado algo malo?

—Llamó mi abogado —Apenas lo dijo JiHoon se sentó —Los han sacado a todos.

Las cosas estaban saliendo como lo tenían planeado, SeungCheol se había encargado de cerrar el centro de adopciones donde Sammy sufrió de maltrato, y muchos otros perros lo seguían sufriendo.

Pero quedaba mucho por hacer.

A Sammy le encantaba salir, más cuando era a lugares llenos de personas, así podía repartir amor, sobre todo si se trataban de niños pequeños quienes eran los primeros en acercarse para acariciarlo, por lo mismo al día siguiente fueron al centro comercial.

Pasaron a una tienda de mascotas y cuando salieron el SeungCheol buscó la mano del modelo, JiHoon lo miró y apretó suavemente su mano cuando entrelazaron los dedos.

—Te tenemos una sorpresa —Dijo JiHoon cuando se detuvieron en unas bancas, Sammy se subió en ella cuando SeungCheol se lo indicó y se sentó esperando ansioso.

Un nuevo collar.

Sammy recordaba la primera vez que su antigua familia le explicó que llevaría una placa con su nombre.

Hace tiempo ya no la tenía con él, por ende no le pertenecía a nadie, cualquier persona podría llevárselo y nadie reclamaría.

Y el hecho de que ahora JiHoon con SeungCheol le entregaran un nuevo collar era una prueba de que pertenecía a la familia.

—Tiene tu nombre y un código por si algún día llegas a perderte, que espero no suceda, la persona que te encuentre dará rápidamente con nosotros —Explicó JiHoon encorvándose para rodear el cuello de Sammy con un collar rojo.

—O nosotros podremos rastrearte, así vamos por ti —Agregó SeungCheol con una sonrisa.

—No te pierdas nunca Sammy —JiHoon acarició sus orejas —Por favor.

Le habían dicho que irían a la playa, Sammy estaba emocionado por conocer aquel lugar, cuando estuvieron cerca, caminando por un paseo de madera, escuchando el sonido de las olas reventando en la orilla, Sammy pudo ver claramente al señor Kim junto a su familia.

Aquel señor que lo tuvo desde que nació, quien le enseñó a jugar y quien por un largo tiempo le entregó amor que obviamente fue retribuido.

Sammy ladró con todas sus fuerzas, saludándolo a lo lejos, el señor Kim lo miró y en ese momento el tiempo se detuvo.

Agitó su cola y JiHoon se agachó a acariciarlo, repartiéndole besos mientras SeungCheol iba por dos conos de helado.

Los ojos del señor Kim se humedecieron y la culpa presionó su pecho, él le había fallado, él lo había abandonado.

Pero Sammy no tenía nada que recriminarle, su mirada pura y su corazón bondadoso que muchas veces se preguntó qué había pasado, cuándo lo iría a buscar, dónde estaba y cómo estaba.

Ahora sólo deseaba que el señor Kim fuera feliz.

Porque él lo era.

Podía estar orgulloso, había sobrevivido a todos los peligros de las calles, a toda la gente que por alguna extraña y desconocida razón no fueron muy amables cuando se acercó a pedir comida y ayuda.

Quiso correr a saludarlo pero quizás no era una buena idea, quizás ya lo había olvidado.

Pero él jamás podría olvidarlo.

Y a pesar de todo, siempre estaría agradecido por cuidarlo, protegerlo y llevarlo a una nueva familia donde quería vivir hasta sus últimos días de vida.

JiCheol ♡ Pure love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora