Para la boda organizaron algo pequeño y privado a las afueras de la ciudad, JiHoon no quería periodistas, camarógrafos o alguien ajeno a su familia y amigos. Habían alquilado una casa con un enorme jardín para la boda y la fiesta, así también podían asistir Toby, Cloe y Max.
JiHoon llevaba un traje color blanco, impecable, con un girasol en el bolsillo de la chaqueta, mientras que SeungCheol se veía muy elegante con un traje color negro con finas líneas blancas, se pararon en un arco de flores donde se prometieron no un amor eterno, pero sí uno que lucharía contra todo para seguir en pie.
Sammy, quien vestía un traje de corbatín movió la cola feliz cuando vio a SeungCheol y JiHoon besarse frente a todos.
Estuvo ladrando y girando celebrando con los demás, los padres de la nueva pareja de esposos se acercaron para felicitarlos y cuando el señor Choi sacó una cámara fotográfica JiHoon tomó a Sammy entre sus brazos y SeungCheol lo abrazó por la espalda, cargando el mentón en el hombro del pequeño, rió cuando Sammy lengüeteó su mejilla, JiHoon sonrió y la captura fue simplemente perfecta.
Disfrutaron de la fiesta, cortaron el pastel, bailaron y poco a poco los invitados fueron retirándose a sus casas. Pero la pareja se quedaría por una semana allí, como una luna de miel y luego irían a su hogar, una casa con un jardín para que Sammy pudiera jugar tranquilo.
SeungCheol caminó hacia donde estaba JiHoon, en una de las colinas mirando el atardecer, colocó su chaqueta sobre los hombros del menor y se sentó a su lado.
El modelo dejó caer la cabeza para besar el cuello de SeungCheol pero unos labios se posaron sobre los suyos antes de lograr su cometido, se miraron a los ojos y no fue necesario decir cuánto se amaban.
Al menos, no con palabras.
Sammy llegó corriendo, se acostó frente a ellos y soltó la pelota amarilla que llevaba.
—Por fin la tomó —JiHoon se enderezó y SeungCheol lo miró sin entenderlo —A Sammy no le gustaba esa pelota, nunca supe la razón.
—Quizás es un recuerdo de su pasado —Comentó SeungCheol —Pero con esto creo que ya lo supero.
Se colocaron de pie y JiHoon lanzó la pelota, viendo a Sammy correr para ir a buscarla, SeungCheol lo abrazó por la cintura y tomó su mano para besar el dedo anular dónde llevaba el anillo de bodas.
—Comenzaremos a formar nuestra familia —Dijo SeungCheol con los últimos rayos de sol en su rostro.
—Pero antes...
—¿Antes?
JiHoon levantó sus talones, acarició las adorables orejas de SeungCheol y lo vio cerrar los ojos a la vez que estiraba sus labios —Debemos jugar con nuestro primer hijo.
El veterinario quedó solo cuando JiHoon salió corriendo junto a Sammy, le lanzaron la pelota dando comienzo a una tarde familiar.
Las lecciones que habían aprendido de Sammy eran infinitas y valiosas, comenzando porque un perro abandonado es el reflejo del fracaso e inmadurez de una sociedad que no ha logrado entender que puedes pegarle, torturarlo, abandonarlo, hacerlo todo mal pero si algún día alguien hace lo mismo contigo, ese perro será el primero en defenderte.
Y JiHoon nunca entendería como en la actualidad seguían creyendo que los animales no sienten.
Porque sí, los perros tienen un defecto.
Confiar en el ser humano.
Ellos son las criaturas más asombrosas del mundo, dan amor incondicional sin esperar nada a cambio y son los únicos que pueden demostrar en su más pura expresión la lealtad, la fidelidad, el agradecimiento, la confianza, el perdón y el compañerismo porque desde arriba mandan ángeles a nuestra vidas y cuando se les acaban las alas, les ponen colitas.
Y duele ver a esos ángeles siendo ignorados, humillados y sufriendo.
Porque no existen perros agresivos, lo que hay es humanos ignorantes.
Salvar a un animal no cambiará al mundo, pero sí cambiará el mundo de ese animal, muchos lo necesitan y hasta que no hayas amado a un perro parte de tu alma estará dormida.
Otra de las lecciones que recibió JiHoon es que nosotros los humanos solemos complicarnos con las cosas más simples de la vida, los perros son felices jugando en el lodo, comiendo o durmiendo.
Ellos seguirán amándonos con la misma intensidad que cuando los vimos después de un largo viaje.
Los perros no temen a la vergüenza de fallar una y otra vez, tienen una confianza ciega en ellos mismos que les permite seguir sus objetivos hasta conseguirlos.
Así que el verdadero punto de disfrutar a un perro, no es entrenarlo para que sea semihumano, sino abrirse uno, a la posibilidad de ser más perro.
Porque cuando esa colita se mueve y esa mirada tierna y pura se posa en ti, te dice sin la necesidad de utilizar palabras...
"Eres la razón de mi vida y te amo".
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JiCheol ♡ Pure love.
Short Story➳ Written by GaabyKookie ♡ "Una mirada de amor puro llega más al corazón que cualquier palabra" ☑ Historia JiCheol. ☑ Capítulos cortos. ☑ Contenido sexual.