JiCheol ♡ Pure love.

Capítulo 26

Aunque SeungCheol le había dicho que se sintiera como en su casa y era bastante acogedor el departamento, JiHoon no se movió de la sala, jugó con Sammy pero luego el perro se quedó dormido, sentía que si iba a la cocina u otro lugar estaría irrumpiendo la privacidad del mayor.

Pero en realidad se moría de ganas de ver cómo mantenía aquel lugar viviendo solo.

Cruzó las piernas cuando su vejiga estuvo por explotar, debía ir con urgencia al baño, hace más de dos horas que había llegado. Se levantó del sofá y comenzó a buscar donde podría estar el cuarto de baño, nadie lo estaba mirando y SeungCheol no se enteraría.

Demonios, pero tampoco estaba haciendo algo malo.

Finalmente lo encontró y al salir, pasó por fuera de la única habitación del departamento, la puerta estaba abierta y SeungCheol le había dicho que ahí estaban los juguetes de Sammy.

—¿Quieres jugar, verdad? —Le preguntó al perro, Sammy movió la cola y esa fue una clara señal de un sí.

Tampoco iba a ponerse a revisar cada cajón como si estuviese buscando algo para robar, entró a la habitación, mirando cada rincón, todo estaba en orden y el fuerte aroma de SeungCheol lo embobó.

En una esquina junto a un espejo estaban los juguetes de Sammy, cerró las cortinas y encendió la luz ya que la noche había caído sobre ellos, al voltearse encontró su cadena con la fotografía de SeungCheol sobre la mesita de noche.

Se sentó en la cama y cuando la iba a tomar una cajita de porcelana lo dejó perplejo, sus manos temblaron, al abrirla su respiración se detuvo.

Mientras tanto, Sammy salió corriendo cuando escuchó la puerta.

—¿Te sorprende que aún la tenga conmigo? —Preguntó SeungCheol desde el marco de la puerta, mirando a JiHoon con la argolla de compromiso en sus manos.

—Un poco —Ni siquiera se sorprendió escucharlo, sólo miraba el anillo recordando su vida con SeungCheol —Creí que podías haberla regresado a la joyería.

—La compré pensando en una sola persona y si esa persona no la iba a usar, nadie más lo iba a hacer —Entró lentamente a la habitación, con las manos en los bolsillos de su pantalón.

—Pero esa persona te la devolvió —Susurró con tristeza, sintiendo como la cama se hundía a su lado —Lanzándotela por la cabeza.

—Aún recuerdo ese día, se veía tan enfadado que pensé que explotaría.

—Fue difícil lo que escuchó salir de tu boca. Y tuvo que pasar un año para entender el verdadero significado de cada palabra —Giró un poco su cabeza mirando a SeungCheol junto a él —SeungKwan me dijo que no estabas dando por terminada la relación, sino que querías hacer algo para salvarla.

—¿De verdad piensas que hubiese sido tan tonto como para dejar ir al amor de mi vida? —Musitó, sus ojos brillaban —Pero él se quiso ir y yo no lo iba a detener.

—Quizás hubiese sido bueno que lo detuvieras.

—No me hubiera perdonado que fuera infeliz por mi culpa.

—¿Y qué pasaría si es infeliz sin ti? —Preguntó en un susurro, bajando la mirada hacia sus manos, movió la cabeza y dejó la argolla en su lugar —Tengo una sesión mañana temprano.

—Descansa —Dijo SeungCheol cuando JiHoon se colocó de pie.

—Tú también descansa, nos vemos.

—JiHoon —Lo llamó.

El castaño se giró en la puerta, mirando al mayor aún sentado en la cama —¿Sí?

—Yo no he dejado de amarte.

Su voz tan grave y suave a la vez le provocó un caos de emociones en el interior de JiHoon, no había titubeado, su voz era sincera al igual que su mirada —¿Cómo se supone que debo responder a eso?

—No lo sé —Se colocó de pie caminando hacia JiHoon hasta quedar frente a él —Diciendo lo que sientes por mí.

—SeungCheol, no sigas por favor.

—¿No sientes nada? —Preguntó llevando dos de sus dedos al mentón de JiHoon para levantarlo —¿En este tiempo has dejado de amarme?

¿Por qué le costaba tanto trabajo soltar el nudo que tenía en su garganta?

¿Por qué no podía decir que lo extrañaba y que aún lo seguía amando como el primer día e incluso más?

—Sé que has estado con otros hombres y no sé cuál será tu relación con ese modelo, ¿Daniel? —La acidez apareció en su garganta —¿Ustedes son novios?

Los ojos de JiHoon se humedecieron y negó con la cabeza.

—Me muero de ganas por saber lo que sientes por mí —Confesó mirando al menor, buscó su mano pero antes de llegar a ella, JiHoon se paró de puntillas y lo abrazó con fuerza.

—Debo irme —Habló en voz baja, limpiándose los ojos antes de separarse e irse.