Capítulo 31

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Las palabras sobraban en ese momento, estaban perdidos en sus besos y caricias, sus cuerpos hablaban por sí solos, SeungCheol se levantó del sofá y cargó a JiHoon al estilo nupcial, el castaño no dudó en seguir besándolo mientras se dirigían hacia la habitación, o eso creía.

SeungCheol lo dejó en el suelo y lo besó mientras acariciaba su espalda, levantando la camisa para hundir los dedos en su piel, JiHoon ladeó la cabeza y una lengua en el cuello lo hizo estremecer, bajó su mano escuchando los gruñidos de SeungCheol en su oído y su respiración se volvió aún más pesada cuando tocó su miembro por encima de la tela.

Cayeron juntos a la cama y se tomaron todo el tiempo del mundo para desvestirse, no había prisa, no tenían por qué tenerla, lo que estaban a punto de hacer no era sólo sexo.

Hace tiempo que no estaban juntos, que no se besaban, no habían olvidado las curvas de sus cuerpos pero querían volver a recorrer cada centímetro de estos, besar cada centímetro y detenerse para apreciarlos.

SeungCheol logró sentarse en la cama con JiHoon encima de él, sus manos bajaron por la espalda del castaño, llegando hasta sus nalgas, introdujo un dedo lubricado con saliva haciéndolo gemir en medio del beso.

—Tranquilo —Le susurró SeungCheol con voz rasposa jugando con sus dedos en el interior del menor, intentarlo calmarlo hablándole al oído.

Para su sorpresa JiHoon también parecía ser un experto con él, masturbando su erección mientras era preparado, aumentando los jadeos en la habitación.

Llegaron a un punto donde ninguno pudo seguir aguantando, SeungCheol volteó el cuerpo de JiHoon sobre la cama, acarició sus piernas y las abrió de golpe robándole un gemido a JiHoon.

Nunca fue brusco en la intimidad, al menos no del todo, sabía cuándo y qué hacer para satisfacer a JiHoon por completo.

Y el menor también conocía cómo volverlo loco.

—Esto siempre te ha gustado —Movió sus caderas en círculos cuando estuvo completamente dentro de JiHoon, rodeó la cintura de JiHoon con ambos brazos y se inclinó hacia adelante para besarle mandíbula.

—Dios, sí, por favor otra vez —Gimió el modelo, enterrando las uñas en los hombros de SeungCheol, enrolló las piernas en su cintura buscando que cada embestida fuese más profunda.

SeungCheol amaba que recorriera toda su espalda con las manos, hasta llegar a sus nalgas y empujarlas hacia adelante, gemir en su oído le erizaba la piel, al igual que besar su cuello, hizo cada una de ellas.

Nunca se dejaron chupones.

¿Para qué?

¿Para decirle al mundo que habían tenido sexo o que tenían un novio con un grave problema en marcarlo como si fuese de su propiedad?

Amar a una persona va más allá de considerarla suya, JiHoon era libre, al igual que SeungCheol, no le pertenecían a nadie y si en un momento tuvieron una relación amorosa que duró años, era porque así lo quisieron.

Sin demostrarle nada a nadie.

Sus besos quedaban tatuados en su piel de una forma diferente, JiHoon tenía tatuadas las manos de SeungCheol en cada milímetro de él, SeungCheol podía decir lo mismo.

Y que ahora estuviesen haciendo el amor, volvió cada marca más fuerte.

Repitieron el nombre del otro cuando sus orgasmos se aproximaban, JiHoon fue el primero en sentir esa exquisita corriente eléctrica azotando su cuerpo, sus respiraciones se mezclaban, SeungCheol buscó las manos del menor colocándolas a los costados de su cabeza, entrelazaron los dedos y el modelo arqueó la espalda, cerrando los ojos con fuerza mientras que el cuerpo de SeungCheol tembló y se corrió en el interior del menor.

No esperaron más de diez segundos para volver a unir sus bocas, aunque faltara oxígeno en sus pulmones.

—Amo tenerte entre mis brazos —Susurró SeungCheol cargando su frente en el hombro de JiHoon.

—No vuelvas a dejarme ir —Sus ojos estaban entrecerrados, abrazó a SeungCheol dejando un beso en su mejilla —Por favor.

—Déjame limpiarte —Dijo el mayor despertando a JiHoon del ligero sueño que había agarrado, lentamente salió de su interior y se levantó de la cama.

El castaño lo miró en silencio, SeungCheol siempre había sido así de atento desde que hicieron el amor por primera vez a los diecisiete años aunque en ese entonces su carita era de un bebé inexperto, ahora era un hombre, más maduro y seguro —Gracias, ven aquí conmigo —Palmeó la cama cuando se metió bajo las sábanas.

SeungCheol asintió, pensaba que JiHoon se voltearía y que podría abrazarlo, no parecía arrepentido y no era que lo quisiera, todo lo contrario.

Se acostó en la cama y fue JiHoon quien lo buscó, frunciendo el ceño cuando lo vio tan lejos, metió una pierna entre las suyas y dobló sus brazos para colocarlos sobre su pecho donde también acercó su rostro.

SeungCheol suspiró y lo abrazó viendo la sonrisa que se dibujó en el rostro del castaño.

Hace más de un año no despertaba en los cálidos brazos de SeungCheol, a la mañana siguiente se volteó mirando su rostro relajado al dormir, sopló sobre su nariz sonriendo por las muecas graciosas que hacía.

—Buenos días.

—Buenos días —JiHoon habló con ternura cuando SeungCheol abrió los ojos —¿Quieres un café?

—¿Debes ir a trabajar?

—En la tarde.

—Entonces déjame hacer esto —Tomó a JiHoon por la cintura, arrastrándolo por la cama para abrazarlo, seguían desnudos y no había mejor sensación que esa, mostraba la confianza que se tenían —Se siente muy bien.

—Lo sé —Dijo el modelo subiendo su mano a la nuca de SeungCheol para bajarla y darle un beso —Demasiado bien.

Felicidad era poco lo que sintió Sammy esa mañana cuando de la habitación salió JiHoon con una enorme sonrisa, pocas veces lo había visto de esa manera.

Iluminaba todo.

Y no había mejor combinación que la sonrisa de SeungCheol.

Agitaba la cola de un lado para otro y ladró respondiéndoles el saludo que le hicieron primero.

Ellos habían estado perdidos como él, pero ya estaban de vuelta en su hogar.

JiCheol ♡ Pure love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora