JiCheol ♡ Pure love.

Capítulo 22

SeungCheol le explicó que era normal que los primeros días Sammy se encontrara nervioso o ansioso, incluso que no quisiera jugar, debía recuperarse lentamente para volver a ser el mismo de antes.

Y ahora JiHoon no tenía idea de cómo se encontraba en el baño de su departamento, bañando a su mascota junto a SeungCheol.

No podía negar que estaba siendo un pilar fundamental en la recuperación de Sammy, se encargó de limpiar cada herida y ocupaba de su tiempo visitándolo para ver cómo evolucionaban.

A SeungCheol le encantaban los animales, tenía vocación para su trabajo, cualquiera podía darse cuenta de ello, era muy dulce y atento con Sammy, sabía lo que hacía y cómo debía actuar en cada situación sin entrar en pánico.

JiHoon soltó una carcajada y cerró los ojos cuando Sammy se sacudió en la bañera, los brazos de SeungCheol lo rodearon, cubriéndolo del agua y de la espuma.

Al separarse se miraron a los ojos y sonrieron nerviosos.

SeungCheol tomó un poco de espuma dejándola en el cabello de JiHoon, riendo cuando el menor tomó otro poco y lo esparció por su mejilla en modo de venganza.

—Iré a ver quién es —SeungCheol se levantó cuando el timbre sonó, secó sus manos y se miró la ropa, estaba completamente mojado, Sammy se había puesto muy feliz al tenerlos con él y lo había demostrado al estar tan activo, moviendo su cola logrando que los tres terminaran dándose un baño.

—Está bien —JiHoon continuó con la tarea.

—Vinieron a dejar esto —Regresó a los pocos minutos con un sobre en sus manos y JiHoon se volteó a verlo —¿Puedo abrirlo?

—Claro, hazlo.

—Es una invitación de una fiesta para esta la noche —Informó SeungCheol leyendo la tarjeta —Es por una campaña de cosméticos.

—Lo había olvidado, escuché comentarios en la mañana acerca de ese evento —Se levantó para tomar una toalla del mueble y volvió con Sammy —Pero no iré, con este bebé ya tenemos nuestro plan para hoy, cenar juntos, jugar y ver una película en la noche para luego irnos a dormir, ¿Verdad?

SeungCheol lo miró enternecido desde el marco de la puerta —Sammy tiene mucha suerte.

—¿Por qué? —Se giró a mirarlo mientras secaba al canino.

El pelinegro se enamoró una vez más de la persona que tenía en frente, cabello mojado, con los mechones del flequillo pegados a su frente, ojos brillantes, labios delgados, piel tersa y rostro dulce.

—Logró lo que yo no pude hacer, estar en primer lugar, antes que tu trabajo.

Estar en el departamento de JiHoon era como retroceder en el tiempo, cuando lo vio preparar café en la cocina deseó poder correr hacia él y abrazarlo por detrás, dejarle besos en su cuello como antes y susurrarle cuánto lo amaba.

Y cuánto aún lo seguía amando.

—Aquí tienes —JiHoon llegó a la sala y le entregó la taza de café a SeungCheol.

El pelinegro dio un sorbo, dándose cuenta de que no le habían preguntado cómo lo quería, terminó sonriendo disimuladamente al saber que JiHoon seguía recordando sus gustos.

—Debo ser rápido en buscarle un hogar a Sammy —Habló JiHoon sentándose en el sofá frente a SeungCheol —Ayer en la tarde vino Jun para recordármelo.

—Será difícil encontrarle una familia, las personas tienen muchos prejuicios acerca de las mascotas, respecto a la raza, el tamaño, si son bonitos o no, si son de la calle o de una casa donde han sido bien cuidados.

—No quiero que se vaya a otro centro adoptivo —Frunció el ceño y apoyó la taza en su rodilla —No confío en nadie para que lo cuide.

—Si quieres puedo quedármelo yo —SeungCheol esbozó una sonrisa cuando JiHoon lo miró a los ojos —A no ser que tampoco confíes en mí.

—¿De verdad podrías tenerlo contigo?

—Sólo si confías en mí —Su coquetería era tan sutil que a JiHoon le costaba darse cuenta de lo que hacía.

O más bien, estaba demasiado acostumbrado.

—Aún quedan unos días para que se cumpla el plazo que me dieron —Miró a Sammy durmiendo en la cama de la sala —Me gustaría tenerlo hasta ese entonces.

—Está bien —Aceptó SeungCheol —Pero no lo has dicho.

—¿Qué no he dicho? —Preguntó confundido, SeungCheol levantó sus cejas y sus mejillas se sonrojaron, las ocultó bebiendo café pero fue imposible, debía responderle.

Sus hoyuelos se marcaron, levantó la mirada posándola sobre SeungCheol y apretó la taza entre sus manos.

—Sí, confío en ti.