JiCheol ♡ Pure love.

Capítulo 5

Durmió cerca de cuatro horas, despertó por el sonido de una alarma que no le pertenecía a su móvil, abrió los ojos y se sentó en el sofá de su habitación, Daniel sonrió apenas sus miradas se cruzaron.

—¿Has dormido ahí? —Preguntó el rubio.

—Sí —Respondió JiHoon quitándose la manta de encima.

—¿No sueles dormir con los chicos con los que te acuestas?

—No —Se quedó sentado mirando a Daniel vestirse, y en el fondo quería que se fuese de su departamento lo más rápido posible —Es sólo sexo, dormir con alguien con la posibilidad de despertar abrazados es otra cosa, demasiado.

—¿Ahí significaría que es algo formal o eso te recordaría al veterinario? —Rió divertido pero su sonrisa se esfumó cuando JiHoon bajó la mirada con un semblante triste —Perdón.

—Está bien, sí, significaría recordarlo y no quiero hacerlo.

Daniel terminó de colocarse los zapatos, se acercó hasta donde estaba sentado JiHoon y se agachó para estar a su altura —Fue una noche increíble y me gustaría mucho quedarme contigo...

—Fue sexo Daniel, no quiero que te quedes a desayunar conmigo para que luego veamos una película en el sofá mientras nos abrazamos.

—Tienes razón, fue sexo —Se colocó de pie y JiHoon lo siguió —Tengo una entrevista en media hora.

—Me estás dando mucha información, sólo vete.

—No es necesario ser grosero.

—Tampoco es necesario que me digas lo que harás como si más tarde fuésemos a tener una cita o algo así.

—Adiós —Era inútil seguir esa conversación y JiHoon tenía razón, había sido sexo, nada más.

—Cierra bien la puerta por favor —Se quedó quieto hasta que escuchó el sonido de la puerta.

Llamó a la empresa para postergar la sesión fotográfica que tenía hoy, mintió diciendo que había comido algo que le cayó mal en el estómago, afortunadamente le creyeron.

Se dio una ducha y ordenó su departamento, Daniel había olvidado la correa que estaba debajo de la cama, no iría a buscarlo para que todos supieran que se habían acostado, la guardó en su armario y seguramente la regalaría.

Bajó por el ascensor y al salir del edificio vio una multitud de gente afuera de una tienda, lo cual le sorprendió porque en esa calle casi ninguna pasaba nada nuevo, era demasiado tranquila.

Al acercarse su corazón se rompió en miles de pedacitos, el mismo perro que le había dado la comida la noche anterior estaba en el suelo, no estaba herido pero el llanto llegaba hasta lo más profundo de su alma.

—Una señora lo ha golpeado y gritado por robarle una manzana —Comentó el señor de los periódicos mirando a JiHoon.

Todos estaban mirándolo con tristeza pero nadie hacía nada.

Tomó al canino como pudo, llevándoselo de ahí, no podía creer que nadie se acercara a él, al menos para acariciarlo.

Situaciones así le recordaban la poca humanidad que había en la actualidad.

—Esperemos que Jun no esté en recepción —Murmuró JiHoon con el perro en sus brazos, la poca fuerza que tenía no ayudaba en nada. Se asomó en la puerta y corrió al ascensor cuando vio el mesón vacío.

Abrió rápidamente la puerta de su departamento y entró con el perro, lo acostó en el sofá, ya no lloraba pero parecía un trapo, no se movía, sus ojos estaban entreabiertos lo cual era una buena señal pero con una tristeza infinita en ellos.

JiHoon se sentó a su lado y lo abrazó por más de una hora.

Acariciándolo sin importarle que ensuciara sus manos, el sofá o que tuviese pulgas.

Ese perro necesitaba amor.

Y mucha comida.

—Yo me he presentado antes contigo, ¿Lo recuerdas? —Se alejó arrodillándose para mirarlo a los ojos y acariciar sus orejas —Y aún no sé tú nombre.

El perro se quedó mirándolo sin moverse.

—¿Y si te coloco un nuevo nombre? —Colocó el dedo índice sobre sus labios pensando en uno —¿Te gusta Sammy?

El canino movió su cola unos pocos segundos y JiHoon agrandó su sonrisa.

—¡Te gusta! —Chilló alegre —Bien, Samy nadie se puede enterar que estás aquí, no permiten mascotas en este edificio. Yo necesito salir a comprarte algo comida, ¿Podrás guardar silencio hasta que llegue?