toilet roll ; Changjin

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epilogue

—¡Dios mío, Hyunjin! –Su voz enojado resonó por el pasillo.

El adverso frunció el entrecejo con preocupación y se asomó al salón. —¿Q-qué bebé?

—¿Dónde diablos están los pañuelos? ¡Sabes que Felix y Jeongin estarán aquí en diez minutos y no puedo encontrarlos por ningún lado! –Changbin parecía un niño enojado mientras gritaba, sus manos volaban por el aire histéricamente.

Hwang tragó saliva mientras permanecía dentro de la habitación completamente. —Uhm, puede que...

—¿Tú qué?

—Puede que los haya usado. –El castaño habló demasiado rápido, pero Seo no perdió sus palabras.

—¿Qué? –Los ojos del pelinegro casi se salen. —Pero compre tres cajas hace solo dos días.

—Eh... en realidad me quedé sin mis rollos de papel higiénico, así que usé tus pañuelos, ¡Lo siento! –Hyunjin intentó abrazar a Changbin pero este lo rechazó.

—Para. –Suspiró pesadamente. —Felix y Jeongin estarán aquí para cenar, ¿lo sabías?

—Lo sé, bebé.

—¿Y no tenemos pañuelos? –Seo inclinó su cabeza mientras cruzaba sus brazos.

—Mhmm. –Hyunjin asintió nerviosamente.

—Así que, ¡Vete a buscarlos, idiota!

Hwang ya estaba sobre sus talones mientras que Changbin suspiraba apoyándose en la mesa, él rápidamente hizo la mesa, manteniendo el pastel en el centro.

Estaba admirando su arduo trabajo cuando sonó el timbre de la puerta, salió corriendo esperando a Hyunjin pero la pareja estaba allí parada, él sonrió y les dió la bienvenida.

—Felicitaciones en nuestro primer mes de meses. –Jeongin abrazó a Seo, mientras que este le correspondía.

—Eso ni siquiera es una palabra Jeongin. –Felix rodó los ojos mientras abrazaba al pelinegro después.

Seo hizo que se sentaran en el sofá, asegurándose de que las cortinas del comedor estuvieran cerradas y de que la sorpresa no fuera visible para ellos.

—¿Dónde está Hyunjin? –Felix preguntó.

—Haciendo algunos recados. –Changbin se rió, puso una película al azar hasta que Hwang regresara.

Todo estaba bien, pero el castaño tardaba demasiado y Seo se estaba frustrando con el paso del tiempo, ya era media hora que el chico había salido para el pequeño supermercado.

Changbin estaba a punto de llamarlo cuando Hyunjin entró corriendo a la casa, resoplando agresivamente.

—Lo siento, las tiendas estaban cerradas y... no pude encontrar pañuelos, solo estos. –Dijo, tendiéndole dos rollos de papel higiénico.

El pelinegro se dió una palmada en la frente. —Idiota. –Susurró.

—Pero soy tu idiota. —Hyunjin sonrió disculpándose, en un intento por aclarar el estado de ánimo de Changbin.

Y lo hizo, Seo sonrió sacudiendo la cabeza mientras aceptaba.

—Y lo eres.

"él había encontrado a su propio idiota."🌈

the end.