09 ; my friend finn ✦

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Finn y su madre se ofrecieron a devolverme a mi hogar al día siguiente, me sentía un poco mejor, pero según el doctor (al cual también me llevaron) tenía huesos muy lastimados que necesitaban de mucho reposo, por lo cual no iría los últimos días de clases a la escuela.

Cuando llegué a mi casa aún era de mañana; me despedí de los Wolfhard con un ademán y ellos me devolvieron el gesto; había prometido que volvería a visitarlos y esta vez sería entero. Al cruzar la puerta, la persona que me recibió fue mi mejor amiga con un rostro molesto.

—¿En dónde estabas? —me preguntó con enojo. Su ceño estaba muy arrugado, y en sus ojos se notaba la preocupación.

—Es... una muy larga historia.

—Pues tienes tiempo para contarme.

—¿Qué haces aquí? —pregunté cuidadoso, procurando no molestarla más de lo que ya estaba.

—Tu madre me llamó ayer por la tarde.

Esa frase logró hacer que el alma se le cayera a los pies.

—¿Y cómo sabía tu número? —pregunté confundido.

—En realidad, fue al número de mi mamá. Al parecer ya volvieron a tener contacto desde hace un par de días.

—Vaya. Y... ¿qué quería mi mamá?

—Preguntó si estabas conmigo, pero al parecer cayó inconsciente antes de que yo pudiera decirle algo así que vine desde ayer.

—¿No ha despertado?

—Aún no, pero el doctor dijo que no ha sido nada malo, sólo un desmayo muy intenso, ella necesita descansar —yo no pude articular palabra alguna luego de aquello, me sentía culpable—. ¿Dónde estabas, Grazer?

—En casa de Finn.

Nia no ablandó su rostro luego de escuchar mi declaración; en cambio sólo comenzó a caminar con paso apresurado a la habitación de mi madre. No me lo dijo, pero yo sabía que lo que deseaba era que yo la siguiera.

—Estaba muy preocupada por ti —me dijo—. Me asustaba no saber dónde estabas, ¿no podías escribir al menos?

—Mi teléfono estaba aquí.

—¿Qué demonios te pasó en el rostro?—casi gritó al notar por fin mi cara mallugada.

—Ven, vamos a mi cuarto —le pedí.

Ella salió de la habitación, y yo me acerqué a la cama de mi madre para darle un beso en la frente antes de salir.

—Habla —ordenó apenas yo entré.

—Ayer me golpearon cuando salía de la escuela. Un esteroides, chico bullying, larga historia; la cuestión es, que yo estaba muy lastimado. Afortunadamente, Finn y otros chicos me ayudaron cuando esos tipos estaban a punto de matarme; yo quedé inconsciente y él me llevó a su casa. Te juro que yo quise regresar aquí, pero ellos dijeron que tenía que descansar y no me dejaron salir; su mamá me talló el cuerpo con pomadas y ahora me siento mejor, por eso pude volver más tranquilo, aunque el doctor dice que necesito reposo así que no iré a la escuela estos últimos días. Lamento haberte preocupado, yo no quise--

No pude terminar mi oración, porque ella me abrazó con fuerza.

—Jack, no me pidas disculpas. Yo lamento haberte recibido así, no sabía lo que habías pasado y la situación de tu mamá me tenía preocupada.

—Lo entiendo.

—Cuando despierte le diremos que fuiste a mi casa luego de que te golpearan y que yo te cuidé. No es por robarle el crédito a Finn, pero dudo que a tu madre le agrade la idea de que estuvieras en la casa de un chico desconocido.

—Finn no es un desconocido, somos amigos —afirmé rápidamente.

Nia me miró cuidadosa, y luego sonrió con complicidad.

—Sí, amigos —mencionó risueña—. Aún así tu madre no conoce a tu AMIGO Finn, por lo que supongo que la idea no le agradará de cualquier forma.

—Es cierto —mencioné, dándole la razón.

En ese instante me dio un fuerte mareo, y de forma inesperada el dolor regresó a mi cuerpo. Me quejé, y Nia me condujo a la cama de mi habitación; le expliqué que el doctor me había dicho que esto sería normal debido a los golpes que había recibido, las pomadas que me untaron aliviarían mi dolor momentáneamente, pero que harían un efecto de manera lenta y eficiente con el paso de los días. Mi amiga estuvo de acuerdo en dejarme descansar, y me ayudó a ordenar todo para que me recostara en un ambiente más cómodo.

—Recuérdame demandar a esos idiotas —dijo furiosa, parándose con la intención de salir de mi cuarto. Cuando estuvo en el marco de la puerta se giró a verme y me sonrió—. Y recuérdame darle las gracias a tu amigo Finn, por cuidarte.

Luego sin más salió; yo sonreí al oír su nombre y recordar a Finn. A mi amigo Finn.

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𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 ; fack ✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora