Ambos estábamos sentados en los columpios, meciéndonos levemente con nuestras piernas sin despegarlas un poco del suelo.
El parque —al siempre iba con Nia— tenía, como casi todos los días, su aura deprimente; nadie solía ir ahí, era un lugar poco atractivo, poco divertido, y muy descuidado.
Aún así, en compañía de Sophia, las cosas solían ser —extraña y milagrosamente— más cómodas en aquél desagradable lugar. Ambos en silencio, sintiendo los minutos pasar tranquilos y sin prisa.
—Jack, antes que nada debo decirte que te quiero —dijo dejándome a mí sin habla, sin poderle contestar; era raro recibir cariño—. Llevamos poco tiempo de conocernos, unos cuantos meses tal vez, pero realmente siento que eres parte de nosotros desde siempre.
—Gracias, Sophia, yo... —balbuceé intentando encontrar las palabras correctas para responderle.
—Tranquilo; todos sabemos que es difícil para ti hablar de sentimientos y eso. ¿Sabes? Finn nos cuenta mucho sobre ti; él te quiere mucho.
Había algo en su voz que me hacía creer que ella esperaba que yo dijera algo; el tono de cautela y expectativa en su voz me ponía un tanto nervioso.
—Yo también lo quiero —sentencié firme.
La pelirroja ante eso sólo dibujó una radiante sonrisa.
—Quiero pedirte una disculpa por lo del otro día en mi casa; si te incomodamos, discúlpanos. No pensamos que el juego fuera a lastimarte o algo por el estilo.
—Tranquila, no pasa nada. Es sólo que... era mi primer beso —le confesé aunque mi distanciamiento no estaba ni cerca.
—¿Con un chico?
—Con una persona —reí despacio.
—¡Oh, lo lamento! —exclamó poniendo expresión de arrepentimiento—. En serio.
—Ya pasó, está bien —intenté calmarla.
—No, me siento la peor amiga del mundo; básicamente te forzamos, y tu primer beso fue un reto. Eso es... merecías algo mejor —expresó con pesar.
—Descuida, probablemente no me habría besado con nadie más de no ser por ustedes —jugué para intentar relajarla, aunque era cierto.
Había pensado mucho los últimos días, mucho sobre Finn, sobre mí, sobre nosotros. Honestamente, ese día en casa de Sophia salí huyendo porque me sentía aterrado. Después de ver en todos los rostros de mis amigos aceptación y normalidad, la imagen de mi madre furiosa apareció inconscientemente en mi cabeza; si ella sabía de aquello iba a matarme. Ella iba a matarme.
Pero, aún sabiendo aquello, mientras estuve oculto en mi habitación la sensación de los labios de mi mejor amigo chocando con los míos se repetía una y otra vez en mi cabeza. Y cuánto lo extrañaba; había faltado a la escuela por temor a verlo y no poder evitar besarlo enfrente de todos una vez más.
Porque ya no tenía caso negar que lo que sentía por él era más que un simple amor de amigos; yo me había enamorado de él.
Probablemente desde tiempo atrás ya lo había estado, pero me esforzaba a ocultarlo. Aceptar algo que sientes que está mal —porque alguien más te obligaba a sentirlo— era muy difícil.
En especial para mí, que estaba cansado de sufrir tanto. Era aterrador que la vida te sonriera cuando tiempo atrás te había aventado a un barranco que parecía no tener salida.
—Lo siento —repitió—. Era lo que quería decirte; me siento responsable porque yo propuse el juego, Jaeden se siente incluso peor porque él puso el reto; Finn ni se diga, él fue el que decidió besarte.
Recordar aquello me provocaba un tornado de mariposas en el vientre. Qué incómodo resultaba estar enamorado.
—No es culpa de ustedes; era sólo un juego y yo me puse como histérico por un simple beso.
—Era tu primer beso —señaló.
—Sí, pero el que me lo dio es mi mejor amigo; seguro ni siquiera significó nada para él —murmuré sin convencerme del todo.
¿Por qué, si no significaba nada, una persona besa a su mejor amigo? Porque era un juego, eso era lo que hacíamos; estábamos jugando y cuando uno juega nada es en serio. Pero había algo más; si no significaba nada... ¿por qué Finn me había besado a mí? Tal vez estaba enamorado de Sophia y no quería arruinar la amistad tan bonita que tenía con ella, y por eso me eligió a mí, confiando que para mí no significaría nada, igual que para él.
—¿Y para ti? —escuché su cálida voz preguntarme, sacándome de mis crudos pensamientos.
—¿Qué?
—Dijiste que seguramente para Finn el beso no había significado nada, pero ¿para ti, Jack? ¿el beso significó algo?
Miré su rostro, lleno de pecas —incluso más que el de Finn—, y vi curiosidad en toda su amplitud.
—Era mi primer beso —dije.
—Claro, entiendo que sólo por ese hecho ya es algo significativo. Pero no es a lo que me refiero —me quedé en silencio—. Ese día, cuando Finn te besaba, todos nosotros sin excepción alguna sentimos el cariño que ambos se tienen.
—¿Por qué me besó? —pregunté de repente—. ¿Por qué teniéndote a ti él decidió besarme a mí?
Ella se quedó pensando unos segundos y luego se encogió de hombros.
—No lo sé —respondió.
—¿Qué esperas que te diga, Sophia?
—En realidad no espero nada.
Silencio incómodo.
—No quiero que pienses que estoy molesto, porque no es así. Estoy... —suspiré armándome de valor para hacer lo que tenía planeado—. Nunca antes me había pasado algo como esto, o sea sí, pero no de este modo... no tan fuerte, ni tan serio--
—No estoy entendiendo —me cortó—. ¿Podrías ser más claro?
—La primera vez que lo sentí —comencé de nuevo—, fue cuando tenía once. A esa edad la vida todavía no comienza a ser seria y nada tiene suficiente valor según los adultos; por eso mismo no le di importancia entonces. Hasta que cumplí trece y conocí a un chico que se llamaba Christian y lo supe, primero lento, y después de golpe. Pero él no es como Finn, Chris nunca podría estar ni cerca de ser igual a Finn; ahora las cosas son distintas y yo... son más fuertes y más reales, y estoy muy asustado. Tengo miedo de todo, en especial a ser juzgado.
—Jack.... me estás diciendo--
—Soy gay —confesé—. Y me he enamorado de Finn.
no saben cómo me costó hacer una salida del clóset decente jaja, quería que fuera súper emotivo con sophia y siento que fracasé horrible jaja:(
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𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 ; fack ✦
Hayran Kurgu𝐒 | donde finn salva a jack en medio de su intento de suicidio.