Llevaba demasiado tiempo dándole vueltas al asunto, pero siempre llegaba a la misma conclusión: que no había remedio, y que si alguna vez lo hubo ya era demasiado tarde.
Yo ya no podía regresar el tiempo y evitar lo inevitable.
Debo admitir que desde hace mucho tiempo atrás —incluso antes de comenzar la secundaria— había estado cuestionándome mi orientación sexual y esas cosas; aunque en realidad nunca me había gustado definirme de una manera específica. En ningún calificativo sexual y definitivamente odiaba los estereotipos.
Porque yo me consideraba una persona capaz de querer a otra, sin importar lo que tuviera entre las piernas.
Sólo amor... eso era lo importante. Que fuera una persona que hiciera latir mi corazón y que le diera un significado más a la vida. Que me hiciera sentir primavera en invierno y brisa fresca en días calurosos.
Me refiero a que, si me hicieran elegir entre besar a la Mujer Maravilla o besar a Thor, probablemente habría un 50% de probabilidad para cualquiera; es decir ¡ambos son geniales!
En mi vida había tenido un par de novias, y me habían gustado algunos chicos, aunque ninguno era para tanto, sólo un gusto físico y ya. Ninguno de esos chicos era nada serio o concreto...
No como lo es con Jack.
Porque, con él, la cosa se había vuelto demasiado seria desde... ni siquiera puedo recordar en qué momento fue que todo se había vuelto más drástico.
Quizás haya sido desde el primer día; desde el puente.
Cuando lo vi, recuerdo haber pensado que era un estúpido por intentar matarse; y luego, cuando lo ayudé y él me miró, fue... wow. Jack me pareció el niño más... askjauwhedjuwa. ¿Me explico?
Sólo sé que me gustó desde la primera vez que le vi los ojos, los labios, la nariz, los rizos, las pecas. Todo. Jack me hacía sonreír sólo con verlo, y me hace sentir especial cuando me miraba con ese brillo en sus ojos que no mostraba con nadie más que conmigo; me gustaba su manera de hablar, y su forma de reírse aunque lo hiciera pocas veces. ¡Oh! Y definitivamente adoraba sus abrazos, sentir su cuerpo aferrado a mío me hacía sentir lleno de dicha; él me llenaba de dicha, y me motivaba a ser mejor persona día con día, a dar lo mejor de mí.
Siempre me había gustado ayudar a las personas, pero con él había sido diferente, puesto que aún después del incidente en el puente, la imperiosa necesidad de cuidarlo permanecía en mi pecho, deseando nunca alejarme de él; con él era algo tan espontáneo y bonito que nos habíamos convertido en los mejores amigos.
Y ahora estaba enamorado de él.
Estaba perdido.
—¿Estás segura? —volví a preguntarle a Sophia, estábamos en su casa, en su habitación.
—Que sí, chingado, que sí —dijo molesta—. Dile —habló a Wyatt
Él suspiró y me volvió a mirar.
—Debes confiar en nosotros. Somos tus amigos.
—Él algo sabe —me sentía al borde de la desesperación—. Estaba muy raro, no quería hablarme.
—Pudo haber sido cualquier cosa.
—No, Sophia, no era cualquier cosa. Era algo serio.
—Nosotros no le dijimos nada —replicó de nuevo el de rizos.
—¡Entonces qué mierda tenía!
—¡No sé, carajo! ¡No sé! Déjame ir a pinches preguntarle —gritó Sophia.
—¡Pues en--
—¡Ya cállense, bola de animales! —gritó Jaeden explosivo, antes había estado tratando de estar sereno—. Me harta que se pongan a discutir como bestias en lugar de mantener la calma. Finn, escúchame —me pidió tranquilo—. Es la palabra de nosotros tres contra las de tus paranoias; ni Sophia, ni Wyatt ni yo le hemos dicho a Jack que estás enamorado de él.
—Pero--
Jaeden alzó su palma, interrumpiéndome para que no pudiera contradecirlo.
—Si alguno de nosotros lo hubiese hecho yo mismo te lo habría confesado al par de minutos; nos conocemos, Finn, nosotros jamás te traicionaríamos.
Verlos a los tres serios, como casi nunca podíamos estar si la situación no lo requería, me hizo llenarme de impotencia porque no podía dudar de ellos, y luego llegó la culpa por lo desconfiado que estaba siendo.
Me dejé caer al colchón de la cama de mi amiga pelirroja, y escondí mi cabeza entre mis manos. Luego sentí los dedos de Sophia acariciar mi cabello con cariño, sentada a mi lado. Comencé a sollozar y las lágrimas brotaron de mis ojos. Jaeden y Wyatt también se acercaron a mí para abrazarme los tres, dejando que me consolaran.
—Sé que tienes miedo —me susurró la chica junto a mí.
—Y no sé por qué —confesé tratando de limpiar mis lágrimas—. Cuando lo vi a él así, me hizo sentir que nunca podría ser correspondido. Creo que estoy asustado porque nunca antes me había importado ser aceptado tanto como ahora. Fui idiota, sólo somos mejores amigos; yo no podría gustarle.
—Debes decirle —sugirió Jaeden—. No puedes estar tan seguro de algo sin que el mismo Jack te lo confirme.
—Me asusta —susurré.
—Claro que asusta, idiota —rió Wyatt—. El amor da mucho miedo; pero también es algo bonito. Debes arriesgarte.
—Primero debemos descubrir si es gay o bisexual —murmuré.
—O si está interesado al menos un poco en ti —dijo mi amigo ruloso.
De repente, los tres oímos un ruido extraño provenir de Sophia; cuando volteamos, vimos la cara de picardía que había dibujado. Y supe que habrían problemas; o al menos un poco de tensión.
—Déjamelo a mí —murmuró—. Y consigue una botella que mañana el team completo irá a tu casa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
los MTVAwards me dejaron un buen contenido fack y estoy contenta, sí que sí.