Llevaba más de dos meses trabajando en la empresa de Siena. Los mejores dos meses de su vida. Siena era una mujer increíble. No podía sentir rencor un odio por ella, primero porque ella no tenia la culpa del enamoramiento de él hacia su esposo y segundo; ella era perfecta, tenía lindos sentimientos, buenos modales y valores, sin mencionar lo linda que era. Ella era perfecta para Harry, no lo podía negar. Él estaba feliz porque Harry estaba con una persona buena, y al final lo que le importaba a Louis, era la felicidad del amor de su vida.
No negaba lo mal que se sentía al verlos darse besos o al verlos compartir miradas de amor. Sentía como mil agujas atravesaban su corazón, una y otra vez.
-... Si, señor. La colección está casi lista... Si, ya tenemos a las modelos... Bien, hablaré con ella... Pase buen día... Gracias.
Al terminar la llamada, Louis suspiró profundamente. Ese señor Murphy le caía muy mal, siempre ponía una piedra en el camino para que algo se hiciera. Incluso llegaba a querer cancelar eventos que se realizarían en pocos días. Era un hombre fastidioso.
Caminó hasta la oficina de Siena, tocó suavemente y entró cuando la mujer autorizó la entrada.
- Permiso.- Siena sonrió hacia él y señalo la silla para que se sentara - Habló el señor Murphy. - Siena rodó los ojos fastidiada.
-¿Qué quería ahora? - bufó, molesta. Siena, al igual que Louis, odiaba a ese señor.
-Bueno, dijo que quiere cuanto antes la colección de vestidos de novias. También dijo que las modelos que escogió para la colección de primavera verano no le convencen del todo.
- Llámalo, y dile que la colección es mía, él solo es parte de la publicidad; yo decido cuando estará lista la colección. En cuanto a lo de las modelos, dile que no me importa su opinión, la colección es mía, yo decido quién vestirá mis diseños. Que se rompa el trasero trabajando por 10 años, que haga su maldita colección primera-verano y luego ya podemos hablar de quienes serán las modelos. - la mujer estaba decidida. Nadie metería sus narices en sus cosas, ella ya había decidido y así se haría. Louis sonrió ante la actitud de su jefa. El desearía ser así de decidido.
Louis asintió y salió de la oficina. Llamó al señor Murphy. Aquel hombre había colgado el teléfono, estaba más que enojado. Y Louis estaba riéndose internamente.
Entró nuevamente a la oficina, notando que Siena tenía su cabeza recostada sobre sus manos.
- ¿Se siente bien?- preguntó preocupado. Siena negó con su cabeza.
- ¿Puedes traerme una pastilla para el dolor de cabeza? - pidió con una sonrisa débil. Louis rápidamente asintió y salió hacia donde estaba su escritorio. Ahí tenía un pequeño botiquín. Tomó una pastilla para el dolor de cabeza y llenó un vaso con agua.
- Aquí tiene... - le entregó el vaso y la pastilla. Siena sonrió agradecida.
[...]
Los siguientes días no fueron distintos. Siena seguía con dolores de cabeza y con otros síntomas, entre ellos, náuseas, vómitos. Louis pensó que, tal vez, ella estaba esperando un bebé. Le planteó la idea a Siena; ella lo pensó, y sí, eso podía ser posible.
- Bueno, Harry y yo tenemos una vida sexual muy activa. - eso era algo que Louis no necesitaba saber.
-Pues creo que lo más lógico es que se haga una prueba de... embarazo.- dijo tratando de tragar el nudo en su garganta.
Siena se hizo una prueba de embrazo, el mismo día recibió los resultados. Negativo; se leía en el papel.
Una pregunta seguía rondando en la cabeza de los dos... ¿A qué se deben los síntomas? No lo sabían. Y Siena tenía miedo dé que las respuestas a esa pregunta se le fueran dadas.
[...]
En menos de un mes la salud de Siena se vio deteriorada. La mujer aún no quería ir al médico, simplemente porque tenía miedo. Nadie notaba lo mal que estaba Siena, excepto Louis. Él le había pedido muchas veces que fuera al médico, ella siempre decía que no era nada para preocuparse.
En los casi cuatro meses que Louis llevaba trabajando con Siena, ella había tomado bastante confianza en él. Había visto varias veces bocetos de vestidos en el escritorio de Louis y definitivamente esos bocetos no eran propiedad de ella. Louis tenía mucho talento, nunca pensó que el hombre al que contrato tendría tanto talento, se atrevía a decir que esos diseños podrían opacar por mucho a los suyos. Y no, ella de ninguna manera podría estar celosa o algo parecido, ella estaba muy contenta. Louis muy bien podría ser una gran competencia para ella. Pero ella era un poco egoísta y lo quería en su empresa. Cuidaría mucho el talento de su asistente.
Llamó a Louis y éste rápidamente entró a su oficina.
- Louis... - Louis pensó que eso parecía como un regaño. ¡Dios! no podía perder su trabajo tan rápido.
- Si, señora. - Siena mantenía el semblante serio. Eso hizo que Louis se estremeciera.
- Contrate a alguien para tu puesto.- los ojos de Louis se cristalizaron casi al instante. ¿Porqué? ¿Será que no hizo un buen trabajo?
Quiso decir algo, pero nada salió de su boca.
- Viajare por algún tiempo... - Siena comenzó a hablar-Necesito a alguien que se encargue de mi puesto. Ya sabes, alguien eficiente, con talento, dedicado. Descubrí esto en tu escritorio. - sacó una página de su escritorio, donde se dejaba ver uno de los diseños de Louis.
- Y-yo... ¿Qué trata de decir?- preguntó con el ceño fruncido.
- Me iré por un largo tiempo. - la mujer sintió un dolor en su pecho al decir eso. Si que sería un largo tiempo.- Necesito a alguien capacitado para que cuide de ésta empresa mientras yo no estoy.
Louis no podía creerlo. ¿Acaso estaba soñando?
- ¿Aceptas cuidar de mi trabajo mientras yo no estoy?- preguntó con una gran sonrisa en su rostro, expectante por lo que Louis diría.
Louis era una mar de lágrimas. No sabía que decir. Siempre pensó que seguiría los pasos de Siena Styles, pero no pensó que estaría encargado de su empresa, no sería por mucho tiempo, pero para él significaba mucho.
- Y-yo...- asintió con su cabeza.- Acepto.
- Me agrada escuchar eso. - Siena abrazó a Louis y limpió sus lágrimas. Los dos tenían exactamente la misma edad, pero Siena sentía a Louis como un pequeño hermano, al que tenía que cuidar.
Es increíble como en cuatro meses había tomado confianza en él. En muy poco tiempo se encariñó del chico.
- Una última cosa, Louis. - él asintió, poniendo total atención en lo que ella diría.- Quiero que cuando yo ya no esté, cuides de mis hijos... - la mujer trataba de retener sus lágrimas - y que cuides de Harry. Quiero que todos los días les recuerdes lo mucho que los quiero. -Louis se preocupó, eso sonaba a una despedida definitiva.- Cuídalos mucho... ¿Harías eso por mí?
- Por supuesto. - aceptó, no muy convencido.
-Gracias, Louis.- volvió a abrazarlo.
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Simplemente... Louis |l.s|
FanfictionLouis comienza a trabajar como asistente personal de Siena Styles, la diseñadora de modas más importante de la industria. Nunca se imaginó que tras conseguir este trabajo se encontraría con el amor de su vida nuevamente. Su corazón se rompe al saber...