Louis comienza a trabajar como asistente personal de Siena Styles, la diseñadora de modas más importante de la industria. Nunca se imaginó que tras conseguir este trabajo se encontraría con el amor de su vida nuevamente. Su corazón se rompe al saber...
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Era la una de la madrugada, cuando la puerta del ojiazul fue bruscamente golpeada, eso lo hizo sobresaltar. Se levantó rápidamente, y caminó hasta la puerta. Sabía de quien se trataba, no había que ser un brujo para saberlo.
Abrió la puerta lentamente, sin querer ver la cara de Harry. Y, realmente, no estaba preparado para ver la cara de Harry, su cara estaba totalmente roja, sus puños se mantenían apretados, y las venas de su cuello sobresalían. Estaba realmente enojado.
- ¿Dónde están?- preguntó, mientras entraba a la casa.
- Están dormidos. - señaló hacia su habitación.
- Dime... ¿tu eres quién les está metiendo mierda en la cabeza a mis hijos?
- Ella te lo dijo. - afirmó rodando los ojos.
Él no respondió, Louis asintió con el ceño fruncido.
- Te tiene tan cegado al punto de creer cualquier cosa que salga de su boca. Estás dejando de lado a tus hijos por una mujer. Tienes todo el derecho a rehacer tu vida, pero asegúrate de que esa persona este dispuesta a aceptar a tus hijos. Deberías escucharlos más. Los niños no son estúpidos; saben que algo no está bien con ella.
- Ellos están confundidos, no saben lo que dicen. Están celosos por el hecho de que ahora mi atención está dirigida también a otra persona.- Louis negó con su cabeza.
- Créeme que, no es eso.
- ¿Y tú cómo sabes eso?- preguntó acercándose a Louis con los puños apretados.
- Porque en estás pocas horas que han pasado conmigo he sabido escucharlos, algo que tú... en todo este mes no has podido hacer por estar pendiente de esa mujer. - era lo que pensaba y no se arrepentía. Era la verdad. Vio los puños apretados de Harry. - ¿Qué? ¿Acaso me golpearas por decir la verdad? - sonrió de lado. Claro que no lo haría después de todo, él solo estaba diciendo la verdad y Harry en el fondo, muy en el fondo lo sabía.
-No te vuelvas a meter con mis hijos. No quiero que les hables, no quiero que respiras cerca de ellos. ¡Desaparece de nuestras vidas! - gritó. Y aquello le dolió tanto a Louis. Sus ojos se habían llenado de lágrimas. ¿Eso era lo que realmente quería?
Los niños salieron de la habitación. Al oír el murmullo de las voces de su papá y Louis.
- ¡Nos vamos! - dijo firmemente Harry, sin siquiera dirigir su mirada hacia Louis.
- ¡No queremos! - gritó Payton, mientras abrazaba a Louis.
- Te odio.- declaró Austin sin tartamudear, y eso le hizo saber a Harry lo mucho que su hijo estaba dolido por sus acciones desde que estaba con Claire.
