Se fuerte, Louis. Se repetía así mismo. No se mostraría débil ante una mierda como lo era Christian. Sentirse impotente ante él era cosa del pasado. Además no se mostraría débil ante sus hijos quienes estaban adentro del auto observando la escena sin entender lo que pasaba.
Con su frente en alto y sin desviar la mirada, extendió su mano hasta Christian.
— Louis William Tomlinson Styles — recalcó el apellido de su esposo —, mejor conocido como la marica de psicología. — se presentó con un toque de ironía en su voz. Extendió su mano, importándole poco sí Christian la tomaba o no.
— Ustedes... Son unos enfermos. ¡Dios! ¿Qué ejemplo le están dando a esos pobres niños? — se lamentó, señalando al pequeño André quien estaba en los brazos de Harry. Él no entendía lo que pasaba.
— A ti no te debe importar la educación que le este dando a mis hijos. — le dijo Louis, elevando la voz. — Pero si tanto te importa... Debo decirte que los estamos educando con buenos valores y amor. Pero sobre todo respeto; algo que, seguramente, a ti nunca te lo enseñaron. No tienes la autoridad moral para venir a criticar la manera en la que cuido de mis hijos.
— Te aburrirás de él, Harry. Él no puede complacerte como la haría una mujer. — dijo el hombre, convencido.
Louis entró al auto. No quería escuchar más las estupideces se ese hombre.
— No tienes ni idea de lo mucho que me complace. No juzgues hasta probarlo. — Harry se despidió de él con una palmada en el hombro.
[...]
El camino hasta su casa había sido realmente incómodo. Louis había estado callado con su mirada perdida en el paisaje, respondía únicamente a las preguntas de sus hijos.
Harry intentó muchas veces tomar la mano de su esposo, pero el rápidamente la alejaba.
Harry observaba como Louis acariciaba el anillo de compromiso que le dio, hace tiempo. Ese lindo anillo con piedras azules que hacían una perfecta combinación con los hermosos ojos de su lindo esposo. Eso le hacia pensar lo peor. Y solo con pensarlo una vacío horrible se hacía sentir en su pecho.
— ¿Estas bien? — preguntó por enésima vez. Louis no respondió, ni con palabras ni con gestos, simplemente ignoró la pregunta. Harry agachó su cabeza.
Cuando llegaron a casa, Austin subió junto con André a su habitación, sabiendo que algo no andaba bien con sus padres y que, probablemente, necesitaban tiempo para hablar.
— ¿Louis? — Harry entró a la cocina. Louis cargaba a Sienna entre sus brazos, arrullándola para que durmiera. — ¿Qué está mal? — preguntó preocupado el ojiverde.
El ojiazul subió a la habitación de Sienna para ponerla en su cuna, la niña estaba completamente dormida. Harry no fue tras él, se quedó en la sala.
[...]
Los niños estaban dormidos. Harry y Louis no lograban conciliar el sueño. Sus pensamientos estaban revueltos en su cabeza.
— ¿Harry?
Harry sintió como él alma volvió a su cuerpo al escuchar la suave voz de su esposo.
— ¿Qué pasa, amor? — preguntó rápidamente, moviendo su cuerpo para quedar frente a Louis.
— Tú... ¿Tu aún me deseas? — preguntó el ojiazul, con sus mejillas rojas.
Louis tenía más de seis meses de no recibir ese tipo de atención de parte de su marido, y él realmente creía que Harry no lo deseaba.
— Por el amor de Dios... Claro que te deseo. No hay un día que no pase sin pensar en el lindo y delicado cuerpo de mi hermoso esposo. En como mueve sus caderas exageradamente al caminar, en como su piel acaramelada siempre luce perfecta para dejar marcas en ella, en como el aroma de su cuerpo llama al mío y hace que todo mi ser se vuelva loco. — las mejillas de Louis estaban rojas y sus ojos destellaban por las lágrimas y por deseo.
— Quiero que me demuestres cuanto me deseas. — dijo Louis con sus grandes ojos azules completamente dilatados mirando con deseo a Harry.
Harry tomó a Louis por la cintura y lo subió sobre él.
[…]
— E-eso fue increíble. — admitió el ojiverde, cansando por toda la actividad física. Louis con una gran sonrisa en su rostro sonrió. — ¿Aún piensas que no te deseo? — preguntó, colocando el cuerpo cansado de Louis junto a él.
— No, creo que todo es exactamente como hace años. — sonrió Louis, feliz por tener a Harry en su vida.
— Te amo, bebé. — dijo el ojiverde besando el hombro desnudo y aún sudado su esposo.
— Yo también, mucho, mucho.
Sin más que decir y con el cansancio invadiendo su cuerpo, se durmieron.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente... Louis |l.s|
FanfictionLouis comienza a trabajar como asistente personal de Siena Styles, la diseñadora de modas más importante de la industria. Nunca se imaginó que tras conseguir este trabajo se encontraría con el amor de su vida nuevamente. Su corazón se rompe al saber...