Louis comienza a trabajar como asistente personal de Siena Styles, la diseñadora de modas más importante de la industria. Nunca se imaginó que tras conseguir este trabajo se encontraría con el amor de su vida nuevamente. Su corazón se rompe al saber...
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Harry caminó hasta la mesa de bocadillos, donde Louis aún se encontraba decidiendo. Harry sonrió con ternura. Tal vez el ojiazul había cambiado mucho físicamente, pero su ternura la mantenía intacta.
- Ese es bueno. - dijo Harry tendiéndole un bocadillo a Louis.
- De hecho, estaba apunto de decidirme por ese. - dijo Louis sin ver a la persona que le había dado el bocadillo. - Gracias.
- De nada, Will. - sonrió al decir el nombre. Louis se detuvo abruptamente, odiaba que lo llamaran así, y sabía quien era el único estúpido que haría cualquier cosa para hacerlo fastidiarse.
- Señor Styles, creo que se está confundiendo de persona. - sonrió nerviosamente.
- Yo creo que tú estás mintiendo. - sonrió hacia su pequeño y adorable William. - ¿Porqué no me lo dijiste?
- Por que no quería volver a pasar por lo mismo. - dijo, mientras bajaba su cabeza. - No quería que todos los sentimientos que traté de reprimir durante tantos años volvieran a salir a la luz. No quiero ser rechazado otra vez.
- Louis, lo lamento. Lamento todo lo que hice en aquellos años, lamento haberte rechazado cuando lo que más quería era decirte lo mucho que te amo y comenzar algo contigo... Siento tanto lo además pasó hace una semana. En realidad, lamento todo por lo que te hecho pasar. Sólo estaba desesperado, sé que no fue la manera de comportarme. - tomó las pequeñas mano de Louis entre las suyas. Louis trató de zafarse del agarre del ojiverde. No sería tan fácil.
- Suélteme, por favor.
- Louis... - rogó en voz baja. - ¿Quieres hablar en otro lugar?
- ¿Para qué? ¿Le da vergüenza que sus ex compañeros lo vean conmigo? ¿Le da vergüenza que lo vean con la marica de psicología? ¿Le da vergüenza que lo vean con el cuatro ojos? ¡Respóndame! - gritó dolido con lágrimas en sus ojos.
- No es nada de eso, quiero estar a solas contigo. ¿Vienes? - dijo. Sus ojos le suplicaban a Louis que lo escuchara y que lo perdonará.
- Está bien. - bufó. - Pero suélteme.
-No, tu mano se siente muy bien. Tan pequeña y cálida. - Louis rodó los ojos.
Harry tomaba la pequeña mano de Louis mientras caminaban en silencio hacia el patio. Louis no podía dejar de observa sus manos entrelazadas. Harry sonreía viendo el tierno sonrojo en las mejillas del ojiazul. Se veía bien. Era lindo ver como sus manos encajaban a la perfección.
A lo lejos vieron una pequeña banca y decidieron sentarse.
- ¿Me perdonas? - preguntó Harry - Perdóname por todo lo que te hice pasar. Perdóname por cada una de las lágrimas que derramaste por mi culpa. Pero sobre todo, perdóname por haber sido un cobarde y nunca haberte confesado que yo me sentía de la misma manera que tú. - Louis lloraba y sollozaba ruidosamente. No podía creerle, había esperado tanto tiempo para oír aquellas palabras.
- Estás mintiendo. - dijo limpiando sus lágrimas. Harry negó con su cabeza.
- Toca aquí. - señaló hacia su corazón. Tomó la mano de Louis y la puso sobre su pecho. - ¿Sientes cómo esta descontrolado? Eso solo pasa cuando te ve, cuando te veo sonreír, cuando te oigo reír. Cualquier cosa que venga de ti me gusta, todo, todo, absolutamente todo de ti me gusta, siempre me gusta.
- ¿Crees que todo sería fácil? ¿Creías que vendrías con tu cara de arrepentimiento, diciendo palabras cursis y yo te perdonaría tan fácil?
- De ninguna manera. Esto solo es una parte de lo que tengo pensado hacer para que creas en mi y me perdones. - el ojiverde se escuchaba decidido.
- Tengo miedo. - declaró, mientras mantenía sus ojos fuertemente cerrados. - Tengo miedo de creer en tus palabras.
- No lo tengas porque de mi parte nunca recibirás una mentira y nunca más volveré a comportarme como un idiota. contigo. - pasó suavemente sus manos por la delgada cintura de Louis.
- Dos veces, Harry. Dos veces me has dicho que quieres que desaparezca de tu vida. ¿Crees que todo esto no me duele?
Harry solo quería que devolver el tiempo y nunca haber dicho todo eso. No podía cambiar el pasado, pero si que podía cambiar el presente.
- Lo sé y te juro que lo siento. - ver a Louis llorando le dolía, y más porque sabía que todo eso era su culpa. Era un estúpido. - No tengo excusas. No quiero justificarme porque te dije que nunca volvería a mentir, pero yo solo quiero que perdones.
Louis estaba en un gran dilema, aunque sabía que el ojiverde estaba consiente de sus sentimientos por él. Le daba miedo decírselo una segunda vez, porque una vez se lo dijera no habría marcha atrás. Él y sus sentimientos estarían expuestos a la espera de poder ser rechazados otra vez.
- No tiene que decir nada. Te conquistaré. Quiero hacerte sentir seguro de que merezco tu amor. Quiero ser merecedor de ello. Quiero que me entregues tu corazón sin miedos. Estoy dispuesto a ganarme tu corazón. Quiero una segunda oportunidad. - sonrió, mientras acariciaba suavemente la cintura de Louis. El ojiazul sonrió apenado, mientras cubría su cara con sus manos, acción que Harry conocía a la perfección. - Mi pequeño y hermoso Will.
¿Estaría bien darle una oportunidad a Harry? Todos nos merecemos una. Se la daría, y evaluaría sí realmente la merece.
- ¿Puedo darte un beso? - preguntó tímidamente el rizado. Louis asintió.
Estaban a un par de centímetros de distancia. Harry contempló el rostro angelical del ojiazul, estaba sonrojado. Sus labios estaban levemente abiertos esperando por los labios del ojiverde, sus pestañas se abanicaban rápidamente. Acarició las mejillas del más bajo y acercó sus labios a los de él. Un pequeño roce, un pequeño roce fue todo lo que necesitaron para que algo en sus corazones se encendiera. Louis pasó sus brazos por el cuello del ojiverde y Harry apretó delicadamente la cintura del ojiazul. Era un beso tierno, no necesitaban más.
- Pellízcame... - dijo en medio del beso haciendo que Harry se riera.
- ¿Acaso esa es una fantasía sexual tuya? - Louis se separó de él para golpear el hombro del ojiverde.
Louis se hizo espacio en el cuello de Harry. Quería ocultar su cara enrojecida.
- Tonto... - susurró.
Con un último beso suave y corto se separaron.
- Gracias. - dijo Harry. - Te prometo que haré que esta oportunidad valga la pena.
- ¿Qué pasará ahora?
- ¿A qué te refieres? - preguntó el ojiverde.
- Tu tienes dos hijos, tienes novia y aparte eres un gay de closet... - Harry rio fuertemente y Louis no arrugó su nariz. - No es gracioso, Harry.
- Yo no soy... - el teléfono de Harry comenzó a sonar. - Permíteme un momento. - se disculpó con Louis. - Hola, Claire. - Louis rodó los ojos, se levantó de la banca decidido a irse, pero sus planes se vieron interrumpidos al oír el sollozo de Harry. - Yo... Voy para allá.
- ¿Harry? ¿Qué pasó? - preguntó preocupado. Harry abrazó a Louis.
- Aus-Austin está muy grave en el hospital... - Louis abrazó mucho más fuerte a Harry.
- Te acompaño al hospital. - dijo firmemente.
- Y aunque no quisieras te llevaría. Te necesito conmigo. - se dieron un último beso y corrieron hacia el auto de Harry.
