Louis comienza a trabajar como asistente personal de Siena Styles, la diseñadora de modas más importante de la industria. Nunca se imaginó que tras conseguir este trabajo se encontraría con el amor de su vida nuevamente. Su corazón se rompe al saber...
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Por fin estaban teniendo un momento a solas. Necesitaban tiempo para ellos solos. No les molestaba el hecho de que los niños estuvieran todo el tiempo con ellos, es más, amaban esos momentos en familia. Pero estaban consientes que, de vez en cuando se necesitaba tiempo sólo para la pareja.
Estaban disfrutando su momento. Se daban besos, algún que otro mimo, abrazos, palabras cursis acompañadas de más besos, mimos y abrazos.
-Necesitábamos esto. - articuló Harry, a duras penas, ya que Louis tenía atrapado sus labios entre los de él.
- Definitivamente - contestó el ojiazul, separándose de los labios de su novio - Aunque los extraño - admitió con un puchero. Era raro no escuchar la voz y risas de los chicos. Harry no pudo evitar sonreír.
- En unas horas estarán aquí. No te preocupes. Mejor dedícate a darme besos - pidió el ojiverde y luego estiró sus labios.
Louis no tardó en conceder el deseo de Harry, repartió besos por toda la cara de su novio. Primero en su frente, luego en su nariz, prosiguió con la mejilla, y luego de eso fue un desorden de besos repartidos por cada parte de su cara sin llegar a los labios.
- ¡Oye! - se quejó el ojiverde - Estás siendo muy cruel.
- Sólo estoy dejando lo mejor para el final. - Louis le guiñó un ojo. Harry sonrió con picardía.
Louis se sentó en el regazo de su novio, pasó sus delgados brazos alrededor del cuello de Harry. El ojiverde posó sus manos en la pequeña y bien formada cintura. Después de eso el ambiente comenzó a tornarse caluroso.
Louis, aún sin poder creerlo, fue el que dio el primer paso. Movió sus caderas sobre la entrepierna de Harry. Y el rizado sonrió ante la actitud atrevida de su tímido Louis. Las manos del ojiazul estaban fuertemente colocadas sobre el pecho de Harry. Mientras tanto, ojiverde apretaba con fuerza la cintura de su novio. Unos pocos movimientos de Louis lo estaban haciendo llegar al cielo. Louis mantenía sus ojos cerrados, su boca estaba entreabierta.
- Quiero...- se detuvo para tomar un poco da aire. Sentía sus mejillas calientes - Harry, yo quiero que tú...
- ¿Qué yo...? - Harry sabía con exactitud lo que su lindo y tímido novio quería, pero deseaba molestarlo un poco.
- Harry... - reprochó - Tú sabes lo que quiero... No me hagas rogar por ello. Me avergüenza. - susurró, enrojeciéndose aún más. Harry sonrió enternecido por la timidez de su chico.
Sus manos, que anteriormente se mantenían en la cintura del ojiazul, recorrieron su espalda hasta llegar a su trasero. Con delicadeza acostó a Louis en la cama.
Cuando los dos estuvieron completamente desnudos, no podían dejar de admirarse.
- Eso dolerá mucho... - Louis tendía a hacer cometarios fuera de lugar cuando estaba nervioso. Y su nerviosismo se debía precisamente a que tenía miedo al dolor que aquello iba a conllevar.
- Te prometo cuidarte. -depósito un beso en su mejilla. Louis solamente asintió.
Harry estaba sobre el cuerpo de Louis, trataba de no lastimarlo. El cuello de Louis tomó su completa atención. Besaba y lamía esa zona. Realmente le encantaba lo suave que era su piel. Su piel olía a una rica mezcla de vainilla y frutas tropicales. Su dedo pulgar comenzó a acariciar el pezón derecho de Louis, mientras su boca y lengua continuaban trabajando en su cuello. Para cuando su boca fue a tomar los labios del otro, el cuello del ojiazul tenía varías zonas rojas.
- Harry... - gimió - A-Amor te necesito.
-Necesito ver ese hermoso trasero. - Harry susurró en el oído del ojiazul.
Louis instintivamente se puso en cuatro sobre la cama. Louis movió sus caderas de una manera exagerada. El ojiverde abrió más las piernas de Louis.
- A-ah... Harry - gimió el ojiazul al sentir a Harry jugar con su trasero. - Por... favor... - suplicó, entre gemidos - Qui-quiero sentirte dentro.
Su rostro estaba rojo, cubierto en sudor y sus lindos labios estaban más rojos de lo normal, ya que lamía y mordía sus labios constante y fuertemente. Harry no lo haría esperar más. De igual manera, él también necesitaba sentir a Louis. Le dio vuelta a Louis, de esa manera quedaron cara a cara.
- Ansiaba tanto estar contigo de está manera. - dijo Harry, Louis sonrió.
- ¡Oh... Harry! - gimió el ojiazul, al sentirse completamente lleno por Harry.
[...]
Harry acariciaba suavemente la espalda desnuda de un Louis dormido y ciertamente cansado. Habían pasado mucho tiempo admirando el rostro de su novio. La luz que entraba por la ventaja le daba un resplandor único a sus bellas facciones. ¡Por Dios! ¿Qué había hecho para merecerse ser parte de la vida de alguien como él? La repuesta más lógica que encontró fue que ellos siempre estuvieron destinados a estar juntos.
Louis se removió en su pecho anunciando que estaba a punto de despertase. Rápidamente tomó su teléfono y tomó una foto.
- ¿Qué hiciste?
- Nada, ¿tú qué hiciste? - lo observó con una mirada pícara.
Louis tomó una almohada y lo golpeó en la cara.
- Harry, no me avergüences más.
- ¿Porqué tendrías que avergonzarte? Sólo tuvimos se...
- Si, cierra la boca. - le dijo poniendo sus manos sobre la boca de Harry. - Ya sé lo qué pasó. Yo estuve involucrado en eso.
Harry rio y luego acercó a Louis más a su cuerpo.
- Te amo. - Harry depositó un beso en la frente del ojiazul.
- Lo sé. - contestó Louis mientras bostezaba.
- ¿No me dirás que tú también?
- No, tal vez cuando este menos cansado y el trasero no me duela, pueda pensar en decírtelo. - volvió a bostezar y acomodó su cabeza en el pecho de Harry para seguir durmiendo.
Harry sonrió por última vez antes de quedarse dormido al igual que Louis. Como lo había dicho, no sabía que había hecho para merecer a Louis Tomlinson.
