Parte 13. ¡Chiquilla!

40 6 3
                                    


Adjunto el vídeo de "Chiquilla" del grupo Seguridad Social, para que escuches la letra y entiendas de qué va cuando aparezca en la historia (Lo ideal sería verlo entonces, claro) Pero bueno, si no tienes conexión o por lo que sea no puedes verlo, tampoco pasa nada, la historia se entiende igual. 

Besitos y... a leer con alegría!

 a leer con alegría!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Al final giramos por aquel pasillo, como si volviésemos a las escaleras de la parte de atrás del escenario y, aprovechando que aún no habían llegado hasta allí ninguno de los dos grupos, levantando las faldas que le habían puesto al escenario para que no se vieran los hierros y cables que van por debajo, nos escondimos allí, agachados y silenciosos, rezando para que nadie nos hubiese visto y se chivase.

Los hierros que sujetaban el escenario por bloques apenas tenían metro y medio de altura por lo que teníamos que andar agachados para no darnos en la cabeza, además de ir sorteándolos. Fuimos hacia el centro para que nadie nos viese los pies por debajo de los faldones. No tardamos mucho en ver las zapatillas de marca de los Willis pasar galopando, como una manada de caballos salvajes, por el pasillo que acabábamos de abandonar. Pasaron todos de largo y nosotros desde nuestro escondite respiramos hondo.

No se estaba tan mal allí, era un poco incómodo, pero nos enterábamos de todo lo que pasaba en el escenario, aunque a veces nos caía arenilla en la cabeza por entre las tablas. El presentador pidió disculpas al público por el "incidente" y continuó presentando al siguiente grupo.

—Mira que lo sabía. Basta que quiera pasar desapercibida para que pase algo y tenga que dar el cante.—dije en voz baja.

Aunque, con aquellos disfraces, lo de pasar desapercibida era bastante subjetivo.

—¡Qué vergüenza! He tenido que saltar desde el escenario con este vestido y por pocas me mato corriendo con estos zapatos. ¡Y delante de todo el mundo! No voy a poder mirar a nadie a la cara. Joder.—protestó LB

—Yo ya te lo advertí, lo que pasa es que eres demasiado optimista y nunca piensas en lo malo.

—No, perdona, lo que pasa es que tú eres una ceniza, guapa.—gruñó LB

—Eh, eh, vale ya.— dijo Ferguson metiéndose entre las dos porque veía que el ambiente se estaba cargando.— No os vais a poner a discutir ahora ¿no? Lo hecho, hecho está.— Y mirando a Rüdiguer continuó.— A nosotros también nos jode esta situación.

Claro, al ser conocidos no podrían pasar tan desapercibidos a la hora de hacer sus faenitas, como ellos las llamaban.

De vez en cuando veíamos las zapatillas de los Willis pasar por alguno de los pasillos que bordeaban el escenario. Entonces nos callábamos y hasta conteníamos la respiración. Cuando terminaron todos los grupos, dieron media hora para que el jurado se fuese a deliberar y volviese con los sobres de los ganadores. Estábamos bastante nerviosos porque Rüdiguer se había pasado dándole ritmo al tema y nosotros, como nos divertíamos, le habíamos seguido sin acordarnos que teníamos que hacerlo mal y nos había quedado demasiado bien en comparación con lo que habíamos estado oyendo antes y después.

Ojalá fuera un ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora