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-TÚ TIENES LA CULPA... SI NO HUBIERAS DEJADO TU TRISTE HOGAR DE PONNY... ESTO NO HUBIERA PASADO... DESDE QUE LLEGASTE TODO HA SALIDO MAL, POR TU CULPA Y SOLO POR TU CULPA... TE ODIO... TE ODIO... ANTHONY MURIÓ POR TU CULPA... TE ODIO CANDY... TE ODIO...
-¡¡Nooooooooooooooooo!!! Eso no es cierto... él no puede estar muerto... no...
Candy despierta de su terrible sueño, aunque en realidad solo eran pequeños fragmentos de lo que ocurrió hace días. Elisa le reclamó a Candy hasta el cansancio lo ocurrido a Anthony.
La pecosa se dirige a su balcón, mira el rosedal muerto, ninguna rosa ha podido sobrevivir ante la crueldad del otoño. Lentamente se dirige al espejo y el cuerpo que se refleja pareciera que durmió una eternidad y que al despertar los recuerdos se han esfumado. Minutos después un grito de dolor retumba en la habitación de ella y la puerta se abre violentamente.
-¡Candy! Qué pasa... qué te sucede...
Candy se aferra a los brazos de Stear y pregunta temerosa.
-¿Dónde está?, por favor, dime la verdad, dónde está Anthony.
-Él está en Chicago... en uno de los mejores hospitales de la ciudad.
Con una pequeña y forzada sonrisa contesta.
-Entonces no murió.
-No... aunque su estado es muy grave... la Tía Abuela no quiso que fuéramos con ella... no sabemos nada, estamos muy preocupados por Anthony.
-Así es Candy... al verlo tirado en el bosque pensamos que estaba muerto, no reaccionaba y tú inconsciente también... un gran temor nos invadió, llegamos a pensar lo peor – dijo Archie entre pequeñas pausas.
-George y la Tía Abuela se llevaron a Anthony a Chicago y desde entonces no sabemos nada.
-Por favor, vamos a Chicago tengo que verlo, tengo que verlo... comprobar con mis propios ojos que él está bien... por favor Stear... Archie – pedía Candy con gran dolor y a la vez con alegría.
-Lo siento Candy, no podemos... ya te lo dije, la tía Abuela no quiere vernos y mucho menos a ti... te culpa por el accidente de Anthony y todo gracias a los comentarios de Elisa.
-Stear, yo no tuve la culpa... fue un accidente... te lo juro, fue un accidente...
-Te creemos Candy... pero ellas no – dijo Archie.
Candy sacando fuerzas de lo profundo de su corazón, está dispuesta a ir a Chicago aun en contra de las ordenes de la matriarca, pero su estado no es muy favorable.
El día del accidente, ella despertó por unos minutos, se encontraba en su habitación al cuidado de Dorothy, la mucama al ver que Candy despertaba llamó a Stear y Archie, al abrirse la puerta entró como loca una Elisa que estaba dispuesta a matar a Candy, ya que por su culpa Anthony había muerto.
