Capítulo 21

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El joven Grandchester se había trazado una meta, conquistar el amor de la joven Andrew, no es que subestimara a su aparente rival, simple y sencillamente no lo consideraba como tal

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El joven Grandchester se había trazado una meta, conquistar el amor de la joven Andrew, no es que subestimara a su aparente rival, simple y sencillamente no lo consideraba como tal.

La primavera se respiraba por todo el colegio, las hojas del calendario caían como hojas en otoño, un cumpleaños más celebraba la joven Andrew, días después se celebraba el cumpleaños del mayor de los Cornwell. Las cartas entre la joven Andrew y el joven Brower acortaban la distancia, su amor se fortalecía en cada línea; de la misma manera que se fortalecía la amistad entre ella y el joven Grandchester.

Escocia fue el escenario de las vacaciones de verano de la joven Andrew y sus amigos. El amor entre la joven Britter y el menor de los Cornwell crecía día a día. El mayor de los Cornwell descubrió el amor en la mirada de la joven O'Brien, el flechazo ocurrió durante el Festival de Mayo en el San Pablo.

Tiempo después el Portal de las Rosas se vestía de dorado, el otoño se imponía, el marco perfecto para celebrar un cumpleaños más del joven Brower.

El transcurrir de los días trajo el cumpleaños del menor de los Cornwell, después trajo una cálida navidad y posteriormente la conclusión de ese año.

Una tarde de enero de 1913, en la segunda colina de Ponny.

-Feliz cumpleaños querido... espero te guste.

-Una fina y costosa cigarrera... solo que ese hábito lo deje hace mucho tiempo.

-¿Tanto te ha cambiado la huérfana?

-¿Por qué la odias Mellanni?

-No la odio, simplemente no me agrada, es tan poca cosa que no merece mi atención y mucho menos mi odio. Lo que me preocupa es tu cambio, ya no eres el rebelde del colegio, ahora eres todo un alumno ejemplar – decía la joven sarcásticamente.

-¿Eso te molesta?

-Claro que me molesta y mucho... ahora pareces un lindo muñeco en las manos de ella, te maneja a su antojo y tu cual perrito faldero mueves la cola a la voz de su dueña.

El joven Grandchester no pudo contener tremenda carcajada.

-No cabe duda Mellanni, estás celosa, es tan grande la envidia que le tienes a Candy. ¿Quieres un consejo?

-¿Un consejo?

-En vez de decir tantas estupideces, deberías preocuparte por tu forma de ser, nada te cuesta ser un poco humilde.

-Seguramente quieres que sea como ella, como tu dulce huérfana. Es una lástima que adores de esa manera a esa chiquilla, te recuerdo que su amor le pertenece a otro y solamente ha jugado contigo.

-Tus palabras poco me importan, estoy seguro que durante este tiempo he logrado que su corazón dude, creo que se ha dado cuenta que no vale la pena aquel hombrecito.

La Fuerza de la EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora