Otoño 1920.
-Las rosas están marchitas, es claro que el otoño ha llegado. Ya había olvidado como es el otoño en el Portal de las Rosas – se decía un joven con profunda melancolía.
-¿En qué piensas?
-En nada.
-Seguro que en nada.
-Tal vez en los años perdidos. Esos años que debí vivir aquí – contestó el joven algo triste.
-Te entiendo, yo también extrañé mucho estar aquí.
Anthony Brower no quitaba su vista de la Dulce Candy marchita. Al sentirse en casa no pudo evitar recordar todo lo vivido en ese lugar, no pudo evitar recordar el motivo que lo hizo marcharse de la forma que lo hizo. Anthony había apresurado el regreso, su querida Tía Abuela estaba muy enferma, él debía ir a su lado lo más pronto posible.
Después de varios minutos, finalmente los visitantes se adentraron en la mansión. Anthony ayudo a instalar a su acompañante e inmediatamente se dirigió a la habitación de la Elroy.
-Anthony... en verdad eres tú – preguntó Rita con una gran emoción al tiempo que abrazaba al joven.
-Rita, mi querida Rita, claro que soy yo.
Al terminar el largo abrazo, ambos se sentaron en un cómodo sofá, Elroy dormía.
-Anthony, tu actitud para nosotras ha sido muy cruel, en todo este tiempo ni una carta, por qué Anthony.
-Es un reproche Rita.
-Claro que no Anthony. Solo que no había día que no estuviéramos preocupadas por ti. El día que te fuiste no estabas bien, tenías el alma destrozada... Anthony... - Rita no pudo continuar, las lágrimas se lo impidieron, Anthony la abrazo amorosamente, con ese abrazo pretendía resarcir el daño provocado a esa amorosa enfermera a la que quería como si fuera su madre.
Aquel día, Anthony se encerró en la habitación de Candy. No hubo poder humano que lograra sacarlo de ahí. Se encontraba refugiado en una esquina, no lloraba, solo repetía una y otra vez las líneas de una carta dolorosa. Candy había dejado una triste y muy corta carta.
"Anthony, no me busques. Deseo que seas feliz. Yo no puedo seguir a tu lado, voy al lado de mi verdadero amor. Perdóname."
Con esto Anthony concluyó que ella había corrido al lado de Terry y esto lo llenaba de furia y estuvo a punto de maldecirla, maldecir el gran amor que sentía por ella.
Al tercer día Anthony por fin salió de la habitación y solo para refugiarse en la suya, había tanto que pensar. Deseaba con toda su alma que alguien le explicara lo que estaba pasando, quería creer que estaba viviendo un mal sueño, una absurda pesadilla, creía que su vida era una absurda mentira.
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La Fuerza de la Esperanza
ФанфикEl amor de ellos podrá sobrevivir a la distancia y a las mentiras????