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"...Cuando las intenciones nacen de atracciones

que no puedes catalogar

sino por las imagenes que proyectas

en tus pensamientos.

es de esa manera que aunque me atraes,

esas sensaciones presentidas

mantienen un paso de distancia entre

las ideas y los días de encuentro..."

Mendoza, Argentina.

   Sentía un cansancio mundial. No podía conmigo misma y la tarde habia sido agobiante no solo por el calor sino por la cantidad de personas que había en el lugar.

   Dos cumpleaños, y turnos normales de amigos que llegan al lugar sin dejar de hacerse los cancheros conmigo.

-Hola, Cami.- deje de hacer todo lo que estaba haciendo apenas lo escuché.

- Enzo ¿Cómo estás? - estaba tan nerviosa y avergonzada.

- Bien ¿Vos?

-Bien, ocupada por suerte. Está todo lleno. Y Fran viene en un rato. Fue a buscar a Juanma. Ya deben estar al caer.

-Los espero entonces.- vino hacia donde estaba yo, le ofrecí un mate e inmediatamente comenzó el extraño interrogatorio.- ¿Hace cuanto que están con el flaco?

- Algo mas de un año. No nos gusta llevar mucho las cuentas.

- A veces perdemos la cuenta, comparto con ustedes. Solo trae problemas. - devolvió el mate y prosiguió- ¿Estudias?

- Si, Ciencias económicas. Este es mi tercer año.

- Que lindo, voy a poder tener mi contadora de super confianza.- sus ojos se achinaron cuando comenzó a reír. Yo fui feliz.

- Mientras seas honesto si.

- ¿Acaso tengo cara de deshonesto, Camila?- se hizo el ofendido en broma y comencé a reír a carcajadas. Había algo en él que me cambiaba el panorama, el día, la vida.

- Nooo, menos si sos mi jefe.- comenzamos a reir.

- Sos inteligente, sos inteligente.- me miró raro, como concentrado y no entendí.- ¿Sabes? Debería tener tu número y vos el mío por cualquier cosa que pase por acá. - Ok, tener su número. Algo que siempre quise pero pensé que nunca podría.- digo, si querés, obvio. Es que a veces estás sola y bueno, quizá puedo ayudarte.

-Si, obvio.- extendió su teléfono y yo el mío para poner nuestros números. Saltaba internamente, no podía creerlo.

Por siempre || Enzo PerezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora