Enero 2022; Mendoza, Argentina
Si me hubieran dicho aquella tarde todo lo que iba a vivir una vez dejé atrás mi historia con Enzo, no lo creía.
Como si el destino hubiese puesto la mano, esa noche Julián me pidió que fuera su novia. Y de ahí en adelante lo nuestro no paró de crecer. Es el mejor compañero de vida que alguien pudiera tener.
Nuestras vacaciones en Chile habían terminado, volver a casa no era un pesar si compartía con él.
La química sobrepasaba todo lo que había sentido en algún momento. Incluyendo a Enzo, son tan diferentes.
— Me acaba de llamar Franco.— dijo acostándose en la cama mientras yo separaba ropa que debía lavar.— Enzo se está instalando en Mendoza, la otra semana empieza a entrenar en Maipú, y van a hacer una cena de bienvenida en las canchas ¿Vamos? Va a estar bueno porque no vamos a ir al partido amor, y estaría bueno ir ahora.— Sonrió y me convenció. Realmente no podría estar en partido, él jugó en Gutiérrez, rival del actual equipo de Enzo donde había venido a retirarse y en los equipos de barrio es igual que una guerra. Seguramente María y Walter iban a estar, tal vez podría no tener mucho contacto con él.
— Bueno amor, si te acompaño.— Sonreí, él sentía un gran aprecio por Enzo. Lo admiraba tanto futbolísticamente. Sus ojos se iluminaron como los de un niño chico, mi corazón saltaba de emoción cada vez que lo veía así.
— Te amo tanto que no puedo expresarlo con palabras, amor.
— Me pasa lo mismo, pero creo que se me ocurren muchas maneras de demostrarlo.— abrió sus ojos simulando sorpresa. Sonreí, me acerqué a él y lo bese suavemente. Disfrutaba de sus labios, nunca se sabe cuando va a ser la última vez.— Gracias.
— ¿Gracias?— preguntó.
— Todo dio un giro de 180 gracias a vos. Desde que estas en mi vida todo es diferente. Antes de que aparecieras nada era real, mantenía un mundo donde me mentía a mí misma sobre lo que tenía y lo que no. Mi lugar está acá con vos, siempre con vos.— sonrió, no dijo nada, no era una persona de muchas palabras. Me recosté en su pecho después de besarlo y sentí como a los pocos minutos estaba durmiendo como un bebé. Manejar tantas horas lo había cansado.
camilalour
Viña del Mar, Chile
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Camilalour Nunca nadie me dio tanta luz, para nadie fui tan importante.
Odiaba llegar temprano a todos lados, pero para Julián era más que una costumbre, una mala por cierto. La cita era a las 22; 21:14 estábamos en las canchas de Enzo.
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Por siempre || Enzo Perez
FanfictionVos sos mi obsesión, Quisiera atraparte Vos sos mi destrucción, No puedo dejar de pensar.