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Buenos Aires, Argentina; 21 de septiembre de 2017
La ida había sido difícil, con un 3-0 abajo no era fácil ser optimista. Sin embargo Napoleón nos tenía acostumbrada a las hazañas, por eso Enzo se había encargado de que Juanma me convenciera de venir a la vuelta. Sí, sabía, y mi vergüenza era enorme.
Siempre sufrí mucho cada partido definitorio de River, en especial si define algo semejante.
En este simplemente sufrí el triple, y no entendía cómo las personas con las que estaba simplemente se sentaban y tomaban mate en la previa.
Más nerviosa me puso el acercamiento de Florencia, esposa de Enzo. Ella pensaba que Juanma y yo teníamos algo ¿No creía en las amistades entre un hombre y una mujer?
— ¿Perdón que sea indiscreta, pero vos y Juanma son algo?— dijo ya que estaba a mi lado sentada esperando el partido.
— No, somos amigos. — dije sin darle mucha importancia. Intente dar un fin a la conversación, pero insistió en seguir.
— Enzo me contó que quizá lo ayudabas con los problemitas que está teniendo.— me puse sumamente nerviosa mientras asentía, y por primera vez la miré prestando atención a lo que tenía para decirme. — nos tiene muy mal todo lo que pasó. Enzo es muy responsable con todo y enterarse de esto lo volvió loco. Que lindo de tu parte quedarte en Buenos Aires unos días para juntarte con Enzo.
— Me comentó Walter. Y también tuve una charla con Enzo al respecto. De hecho por eso me quedo unos días más acá. Vamos a ver todo juntos así puedo decirle cómo se avanza.
— Sos un sol, Cami. Muchísimas gracias.— dijo sosteniendo mis manos en las suyas.
Conteste simplemente "No me agradezcas. Hago mi trabajo."
Los equipos salieron al campo de juego, y al canto de siempre, los recibimos. Estaba ahí, no podía creer lo cínico que estaba siendo. Pero agradecía el estar en este lugar, y poder presenciar este momento.
9' Nacho Scocco abrió el marcador. Salté de mi lugar gritando, la ilusión volvió.
14' 19' dos goles que nos llevaban a la semifinal. No necesitaba más, pero estaba segura que iba a haber muchísimo más esa noche, era especial.
36' Primer gol de Enzo en la copa. Gritamos, saltamos y nos abrazamos entre todos. Por un momento me sentí un poco parte de todo, ya no había culpa, solo felicidad.
53' Nacho Fernández. Me era imposible salir de mi asombro.
58' Scocco marcaba su quinto gol de la noche, todos hermosos, todos importantes.
67' Gol Maradoniano de Enzo Nicolás Pérez. Saltamos nuevamente, se escaparon unas cuantas lágrimas de mis ojos, fue de las mejores emociones de mi vida.
Inmediatamente terminó el partido, caminamos hacia el estacionamiento, los hijos de Enzo saltaban y cantaban las mismas canciones que hace unos minutos. Yo me despedí, iba a irme en Taxi.
— Vamos a cenar. — dijo Flor cuando me estaba despidiendo.— esperamos a Enzo que se está bañando y vamos. Después te llevamos.
Y así fue como terminé en el auto con Enzo, iba a ir Juanma con nosotros, pero Pia insistió en que no se separara de ella.
—¿Y que tal me viste?— dijo sonriendo apenas salimos.
— Hermoso, siento todavía que el corazón se me sale del pecho. Gracias, Enzo.— puse mi mano sobre la suya en la palanca de cambios.— asique me voy a quedar un tiempo en Buenos Aires para ayudarte a arreglar tus cosas. No sabía, me lo comunicó tu esposa.
— Es que yo pensé que te gustaria pasar un tiempo acá, conocer y aprovechar para vernos un poco más ¿O no querés?
— Obvio que quiero verte, pero informame las cosas antes.— quizá en diciembre antes de las fiestas venga por un mes. Me seleccionaron para la beca que te conté.
— Ojalá quedes. Sería lindo tenerte por acá seguido. — puso su mano en mi pierna y sonrio ante su cercanía.
