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14 de marzo de 2018; Mendoza, Argentina

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14 de marzo de 2018; Mendoza, Argentina.


   Como cada vez que River estaba en la provincia, papá y yo estábamos presentes en la popular. 

   Cerca de las 12hs llegamos a casa de Marcelo, amigo de la infancia de papá, la misma quedaba cerca del estadio Malvinas Argentinas donde se disputaría la supercopa Argentina. Esa era nuestra previa, asado, charlas sobre las formaciones, y fernet mediante llegó la pregunta.

Y vos Cami ¿Lo pones a Pérez? — dijo Marcelo y todas las miradas se posaron en mí.

Sí, para un tiempo está. Después lo cambio. Zuculini quizá. — sonreí ¿Justo sobre él me tienen que preguntar?

   Cerca de las 19hs ya estábamos fuera del estadio cantando ansiosos por presenciar la que sería hasta el momento la segunda final en la historia entre River y Boca.

   Revisé mi celular unas cuantas veces mientras veíamos la previa que habían preparado, luces, música, DJ, intentos de ser Europa. Faltando una hora para el comienzo del partido aún no tenía respuesta de Enzo al mensaje que anteriormente había enviado, no lo culpo, no existía la señal en este lugar.

    Cada vez lo nuestro iba un poco más lejos. Desde que se confirmó que el partido era en la provincia Enzo insistió en que esa noche me hospede en el hotel. Me parecía peligroso, no iba a estar Florencia pero si sus compañeros aunque no me negué.

   El partido finalmente comenzó, no cabía un alfiler en el lugar, y yo no sentía que pudiera estar más nerviosa nunca en la vida. Los partidos contra el eterno rival siempre deben ganarse, no importa cómo ni con cuanta diferencia, y este era una final, era el partido más importante entre ambos hasta el momento, quien ganara se llevaba la gloria, quien perdiera... Ya sabemos. River venía con un bajón futbolistico. Ni el técnico ni los jugadores le encontraban la vuelta al funcionamiento, era momento de hacerlo porque a este partido sin duda había que ganarlo.

   Enzo era titular. Yo estaba encantada, mi papá nervioso también. Y los demás, los amigos de papá, igual.

   Con dos goles, uno de el Pity Martínez y otro de Ignacio Scocco, River se coronó campeón de la Supercopa Argentina 2018.

  Premiación, cara de amargura por parte del equipo rival y una fiesta en el estadio tanto de los jugadores como de todos nosotros. Después de estar en la final de la copa libertadores 2015 este fue el mejor partido que presencié.

   Esperamos a las hijas de uno de los hombres del grupo, que habían ido a la platea (sí, no les gustaba la popular) yo estaba ansiosa, Enzo había insistido en que fuera al hotel a verlo, y tal vez a pasar la noche. Yo inicialmente no acepté, después me convenció. Siempre me convenció. 

   Al escuchar su último audio diciendome que me avisaba cuando pudiera ir, mientras iba a casa, noté su estado de ebriedad. Estaba tan contento que no cabía en él. 

   Después de llegar a casa me bañe, me arreglé y salí con rumbo al hotel desde donde Enzo me había llamado para decirme que fuera. Florencia y el resto de familiares ya se habían ido y yo llegaba.

   Después de estacionar y pasar entre medio de la gente que aún cantaba en la puerta del hotel, pude ingresar al lugar. Me registre, envié un mensaje a Enzo, el cual estaba un tanto borracho, y al pactar lugar de encuentro fui.

¡Hermosa!— gritó mientras me levantaba.— ¡Somos campeones!— me besó y automáticamente sentí su sabor a cerveza. Hablamos unos cuantos minutos sobre el partido sin mucho contacto físico.

¡Amor! — dijo alguien a mi espalda, inmediatamente supe que se trataba de Florencia. Di media vuelta y me miró confundida mientras caminaba en dirección a Enzo.

¿Cómo estás Cami? Que raro verte por acá.

Si, es que vine a ver a...— alguien me interrumpió mientras me abrazaba por la espalda.

Acá estás linda. Que bueno que viniste.— susurró Gonzalo Martínez. Supongo que mi cara de confusión fue más grande que ninguna, la reacción de Enzo un poema.

Por siempre || Enzo PerezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora