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Mendoza, Argentina; Diciembre 2015

Casi año nuevo. Nuevas oportunidades, nuevos comienzos, mas mentiras y menos tiempo en esta vida. No le veía nada romántico a esta época, ni a la primavera, jamás hice nada especial que no fuera organizado por mi familia.

  Enzo había llegado 5 días antes de navidad y pasaría año nuevo con su familia cerca de casa. No se quedarían muchos días, habían decidido volverse unos cuantos días después de año nuevo. Intente evadirlo, vernos en la provincia sería una locura, el acá no era alguien más, es el jugador mendocino que está siendo figura y capitán en el Valencia.

  Mi celular comenzó a sonar, era él. Me debatí entre atender o no, finalmente lo hice. Quería verlo, no podía negarlo más.

¿Cómo está la futura contadora más linda de Mendoza? — dijo, y sonreí. Muy lindo, Enzo, demasiado.

Ahora que escucha al futbolista mas sexy de España, mucho mejor.— seguí su juego.

Me ofendiste ¿Solo de España? Tenía mas expectativas...

Después de la gata, estás vos.—dije haciendo referencia a su ex compañero de equipo y amigo, el ex River Gastón Fernandez —ser segundo no es malo, a veces está bueno.— sonreí maliciosa, amaba estar cerca de él aunque estuviera mal, aunque mintiera a su familia. Y si eso me hacía una mala persona, yo era la peor.

Me dan celos, aparte es mi amigo. Sos mala.— sentí como reía y me alegró el día.— ¿Te parece si nos vemos un rato esta tarde? Tengo algo para mostrarte y darte también.

¿En donde siempre? ¿No es peligroso?— tenía miedo de que alguien lo siguiera.

Tengo mil amigos a los que visitar, linda. No tengas miedo. A las 17 nos vemos ahí.

  Y ahí estaba, en mi auto como la primera vez, esperando que se hicieran las 17hs para llamarlo así podría entrar. Pensé un momento en lo mal que estaba todo esto, pero inmediatamente lo recordé desnudo bañandose frente a mi en España y pensé en lo injusta pero linda que era esta situación.

Hola, capitán.— dije entrando. El cerro la puerta y me alcanzó por la cintura.

Hola hermosa.— me dio un tierno beso, hacía meses no nos veíamos, lo extrañaba bastante.

No quiero decir que te extrañe, pero sí... Te extrañe bastante. — me puse en puntas de pie y lo abracé, sentí como me presionó sobre su cuerpo y aspiro mi perfume.

Yo también te extrañé.— liberó mi cara de un mechón. Muy él.

No creo más que yo. — caminé hacia el sofá donde dejé mi bolso.— tanto te extrañé que sentí esta fragancia y viniste a mi mente.— extendí la pequeña bolsa.— feliz navidad.

Menos mal que no soy el único con un regalo.— extendió una bolsa pequeña y un estuche. — espero te gusten.— sonrío tímido pero expectante a mi reacción.

  Primero vi la bolsita, al abrirla me encontré con un estuche de terciopelo color rojo. Al abrirlo había una pulsera hermosa y delicada, tenia un dije con la letra C, ante mi sorpresa simplemente dijo.

Iba a comprar una E, pero me pareció poco oportuno. — sonreí, y lo abracé. Me encantó.— dejaste el mejor para lo último.

mmm ¿Qué será?— dije mientras abría la cajita de terciopelo igual que la primera pero un poco mas chica. Al abrirla me encontré con llaves y un llavero con el escudo de River, club del que soy hincha y socia al igual que Enzo. — ¿Que se supone que es?

Bueno, este departamento está solo siempre. Solo se ocupa cuando venimos nosotros. Como hablamos hace un tiempo de tus ganas de vivir sola, sería bueno que tengas tu espacio acá ¿Qué te parece? — no salía de mi asombro.

Me parece un hermoso gesto. Pero no puedo aceptarlo. Muchas gracias, pero no trabajo y no tengo ingresos como para explicar que me voy a vivir sola a un departamento en Capital. Es imposible. — dije aún sorprendida.

¿No estás empezando a modelar de nuevo?

Si, pero son campañas aisladas. No soy Gigi Hadid.

Quedate con las llaves. Sos libre de hacer y des hacer lo que quieras acá. Si queres venir algunos días, o a vivir, sos libre. Linda.

»Su primer regalo, su primer evidencia.«

Por siempre || Enzo PerezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora