18.Dejavú

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JAMES

Seguimos a McGonagall en silencio por el pasillo hasta las escaleras, que se detuvo repentinamente.

-¿Y Evans? -preguntó.

-No la llamó, profesora. -dijo Remus amablemente.

-¿Ah no?,Juraría haberle llamado...-susurró para sí misma- Potter, ve por tu compañera.-asentí y gustoso fui por Evans.

Cuando regresé al gran comedor, las chicas comían en silencio, al parecer.

Cuando me iba acercando, Taylor habló.

-Tu y Potter terminarán juntos. -Jane sonrió divertida sin mirarlas.

-¿Que tiene que ver eso con las galletas saladas?-preguntó Evans.

-¿Que tienen que ver las galletas saladas?-Taylor frunció el ceño.

-¡Exacto!

Nunca lo negó...

-Lily-la llamé y juraría haber visto un brillo en sus ojos verdes.-McGonagall también quiere hablar contigo.

-Me lleva..- murmuró para sí misma. Se levantó y me siguió.

Caminamos por los pasillos del colegio en silencio.

Vamos James, invitala al baile, es el momento perfecto..

No, definitivamente no es el momento perfecto, en realidad debe ser el peor momento, vamos rumbo a la oficina de McGonagall donde seguro recibiremos un regaño o... un castigo.

El peor momento, sin duda.

Aunque..estamos solos..

Pero era más que seguro que ella me iba a rechazar, la mejor idea era hacer algo que no le dejara decidir otra cosa más que acceder.

Como una carta de amor amenazante..si quieres volver a ver a tus padres...mejor no.

Finalmente llegamos con McGonagall.

-¿Me necesita profesora? -preguntó Lily desde la puerta junto a mi.

-Sólo serán unos minutos, querida.

Lily asintió y me miró esperando a que entrara, obviamente yo la dejé pasar primero, como el caballero que soy. Claro, soy un Potter.

-Dígame profesora.

-Explíqueme exactamente que fue lo que vio la noche que salió del castillo.

-Pues..vi un cupcake pegado a la puerta...-Sirius rió asintiendo.

-Sabe que no me refiero a eso.

-Bueno..no sé si...-dejó la frase al aire mirando a Quejicus.

-No se preocupe por Snape, el esta al tanto de todo.

Los merodeadores soltamos pequeñas quejas. Eso no era bueno.

-Lo único que vi esa noche fue....sólo vi a Remus, Sirius y James.

-¿Se acercó a la casa de los gritos?

-Para nada.

-¿Dónde estaba usted señor Pettigrew?

-Ayudando a Snape a relajarse, profesora. -dijo Peter. Quejicus chasqueó la lengua.

-Señor Black, ¿en que estaba pensando cuando envió a Snape a la casa de los gritos?

Esto parecía entrevista.

-¡El se lo buscó! -exclamó.

-No ha respondido mi pregunta.

Sin Enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora