Sin Enamorarse

27. Quidditch

LILY

-¡VAMOS POTTER! ¡NO ME HAGAS ARREPENTIRME!-gritó emocionada Jane.

-Jane, me aturdes.-me quejé.

-¿QUE DICES? ¡NO TE ESCUCHO!-gritó de nuevo aturdiendome. Remus rió y yo regresé mi atención al campo.

Gryffindor contra Slytherin podría traducirse perfectamente a Potter contra Malfoy.

James y Sirius tenían una extraña obsesión en contra de Slytherin. Sobre todo James. Si lo decía en voz alta, el lo negaría rotundamente, pero era algo notorio. Ahora que lo pienso, Jane tenía esa pequeña obsesión.

Tal vez no era una obsesión como tal, pero si existía una obvia rivalidad.

Ambos eran buscadores y a la vez una clase de icono de cada casa. Inteligentes y populares. Cada quien a su manera.

Ahora ambos intentaban demostrar quien era el mejor, atrapando la snitch.

Slytherin llevaba sesenta puntos y Gryffindor cincuenta, simplemente genial. Aunque bueno, podríamos ir peor.

Yo no podía quitar mi mirada de encima de James, llevaba más de....en realidad no tenía idea de cuánto, pero ya llevaba un buen rato volando tras la snitch, junto con Malfoy.

Era la única vez que había visto jugar a James completamente limpio. Fue asombroso.

James era sin duda alguna, más rápido que Malfoy. Cuando James estaba a punto de atrapar la snitch, Malfoy lo empujaba haciendolo perder el equilibrio. Sin embargo, James lograba alcanzarlo y rebasarlo de nuevo.

Y estaba segura de que el también se daba cuenta....y eso, seguramente lo divierte.

-¡ESO ES, SIRIUS! ¡SABIA QUE EN ALGO TENÍAS QUE SER ÚTIL!-gritó Jane.

-¡Al fin, maldita sea!- exclamó Peter.

Quité mi mirada de James y la llevé a Sirius, quien acababa anotar diez puntos.

-¡ESE ES MI IDIOTA!-gritó Jane, hacía mucho que no la veía tan feliz.

Sirius nos buscó entre las gradas ( o al menos es lo que yo creí cuando su ojos se movieron de un extremo al otro) y cuando nos encontró, o mejor dicho, cuando encontró a Jane; levantó los brazos y con sus dedos hizo un deforme corazón (deforme por sus guantes.) Inmediatamente Jane le lanzó un beso.

Ahora todo dependía de James. Con mayor razón, devolví mi mirada a el.

Lo siguiente fue simplemente sorprendente. Había una especie de Dios que quería que Gryffindor ganara.

Una bludger golpeó a Lucius en el brazo pero fue suficiente para tirarlo de la escoba.

Jane estalló en carcajadas, Peter lo miraba caer mientras una sonrisa se formaba en su rostro. Remus y yo solo nos estuvimos pendientes de que después de la caída siguiera vivo, como las buenas personas que somos.

Cuando regresé mi mirada a James, el miraba a Lucius desde la escoba. Cuando Lucius levantó la cabeza, James estalló en carcajadas y abrió su mano hecha puño (¿en que momento la hizo puño?)y dejó ver la snitch dorada.

-¡JAMES POTTER ATRAPÓ LA SNITCH DORADA! ¡GRYFFINDOR GANA!-dijo Dumbledore a través del alta voz.

James levantó los brazos, recibiendo los gritos de todos. Menos de Slytherin, claro está.

Luego de eso, aun en la escoba, James se acercó a las gradas. Me acerqué a la orilla quedando más cerca de el.

-Ganamos.-dijo sobre todos los gritos

-Lo lograste, felicidades.

-¿Que?-dijo frunciendo el ceño. No me escuchó. Me acerqué.

-¡Dije que lo lograste, felicidades!

-¡No te escucho!-me acerqué aun más a el.

-¡Dije que..!-me interrumpió poniendo sus labios sobre los mios.

Escuché aun más gritos a nuestro alrededor, pero los ignoré por unos segundos.

Luego recordé que ante toda la escuela nosotros eramos enemigos de la infancia y esto se vería extrañamente mal.

Me separé de el sonrojada, pero el sonrió, me guiñó un ojo y después bajó con el resto del equipo.

Los gritos seguían y yo no pude hacer más que sentarme en las gradas, aturdida.

(...)

-Aww, te quedaste a esperarme.-dijo James fingiendo ternura.

Ya casi era de noche, pero el sol aún alumbraba un poco. Y si, me quedé a esperarlo en la entrada del castillo.

Se acercó a mi y antes de que lo hiciera aún más, le solté un golpe en el abdomen, tal y como Jane me había enseñado.

El se dobló aunque estoy segura de que no le dolió tanto....¿o si?

-¿Y eso por que?

-Por besarme.

-Si bien que te encanta.-dijo burlón, hice ademán de golpearlo otra vez pero se cubrió.-¡Era broma, era broma!

-Más te vale.

-Malhumorada.-murmuró.

-¿Que dijiste?

-Nada, nada...-lo miré entrecerrando los ojos y el sonrió.

-¿Que siempre estás sonriendo?

-Contigo cerca, siempre.

Sentí mis mejillas calentarse y bajé la mirada intentando que el no lo notara. Pero cuando lo escuché reír supe que fracase.

-Me gusta tener ese efecto en ti.

-Cállate Potter. Tu no tienes ningún efecto en mi.

-¿Ah no?-se acercó más a mi, nuestras narices se rozaban.-¿Y ahora?

-Nunca tendrás ningún efecto en mi. Yo te odio, Potter.

Trataba de no tartamudear pero tenerlo así de cerca me ponía nerviosa.

-¿Volvemos a eso Evans?-dijo rodeando mi cintura con sus brazos.-Pues yo te odio más.

-No, yo te odio más.

-Te odio tanto, que podría besarte ahora mismo.

-Pues yo te odio tanto que podría devolverte ese beso.

-Pues yo los odio tanto, que podría vomitarles ahora mismo, a ambos.-dijo la voz de Sirius detrás nuestro.

Nuevamente, por tercera vez en el día, de hecho, me sonrojé. James rodó los ojos.

-No es por molestarlos, pero vamos a comer. Hace hambre.

James rodeó mis hombros con su brazo y los tres comenzamos a caminar rumbo a la sala común, para festejar. Gryffindor había pasado a la final.

-Felicidades Sirius, pasaron a la final.

-¿Por que a el lo felicitas y a mi no?-preguntó James indignado.

-Si. Sigo molesta contigo.

-Por Merlín, Lily. Sólo te besé.

-No es eso. Te burlaste de Lucius y lo humillaste.

-Corrección; el se humilló solo, no necesitó ayuda. Además, se veía muy chistoso.

-Concuerdo contigo Cornamenta, ahora solo falta el partido Hufflepuff contra Ravenclaw para saber a quien hay que ganarle ahora.-dijo Sirius confiado.

-Ya lo creo.-respondió James.

Rodé los ojos, estos chicos no podían ser mas arrogantes.