Sin Enamorarse

26. Buscador...a?

JAMES

Después de que Lily y yo estuvimos en el campo de quidditch, regresamos al castillo y el resto del día transcurrió normal.

En la cena todo fue igual, yo me senté con los merodeadores y Lily con sus amigas.

Al parecer ella no les mencionó nada del lo que pasó entre nosotros. La verdad, yo tampoco le había contado nada a los chicos.

No lo planeaba mantener en secreto, claro que no. Si moría por presumirlo hasta a los habitantes de Hogsmeade.

Pero ni siquiera sabía como hacerlo, no lo podía soltar así de golpe, no sabía que podía hacer para que Remus no estuviera incómodo.

No tenía idea de como iba a reaccionar Peter, el se ha mostrado indiferente hacia Lily. Sirius, sin duda, haría una escándalo. Y bueno, Remus...esa era la parte difícil.

-Despierta James.-dijo Remus a mis espaldas.

-Ya estoy despierto.

-Pues levantante, bañate y vistete. Quiero llegar rápido al gran comedor, hoy dan hot cakes.-dijo entusiasmado.

-Quiero hablar contigo.

-Hablamos allá, apurate.

Me senté en mi cama, solo estábamos Remus y yo.

-¿Y Sirius y Peter?

-Peter en el baño, Sirius no llegó a dormir.

-¿No llegó a dormir? ¿Donde está?

-Supongo que con Jane.

-Ahh...

-¿Crees que terminen juntos?

-Ni idea. Ninguno de los dos es de relaciones serias.

-Quien lo dice...

Hice una mueca, tenía que decírselo ahora.

-Remus.

-¿Si?

-Del uno al diez...¿Cuanto te gusta Lily?

-¿Por que quieres saber?

-Tu solo contesta.

-No te voy a decir.

-Anda dime, ¿somos amigos, no?

-Si..-murmuró.-¿A ti?

-¿A mi que?

-Pues eso..del uno al diez ¿Cuanto te gusta Lily?

-Once.-dije sin pensarlo dos veces.-O ¿Cincuenta?, no, yo creo que cien.

-Pues...sinceramente todavía me gusta un poco. Pero no creo que tanto como antes.

-Remus.

-Dime.

-Te tengo que decir algo.

-Pues dime.-dijo obvio.

-Es algo medio fuerte.

-Sólo dilo.

-No me odies.

-¡Dilo ya, James Potter!

-¡Lily y yo somos novios!

El se quedó callado, pero no pareció molestarle, pero si alzó las cejas en gesto de sorpresa.

-¿Desde cuando?

-Ayer.

Al decir eso me sentí malditamente patético. No llevábamos ni un día de novios y yo ya me había planteado una relación seria.