31. Harry Potter

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TRES CAPÍTULOS PARA EL FINAL

15/FEBRERO/1980

LILY

-James.-lo llamé cerrando la puerta de una de las alacenas de la cocina.

No me contestó.

-¡James!-grité.

-Voy.-se escuchó por alguna parte de la casa.

Arrastré una de las sillas del comedor y la pegué al refrigerador. Me subí a ella con cuidado y busqué por encima de este, pero no encontré nada.

-¡JAMES!

-¿QUE?-gritó atrás de mi. Su grito me aturdió y perdí el equilibrio. Así que casi caigo, pero el me atrapó.-Ten cuidado.-dijo bajándome.

-Ya se acabaron las ranas de chocolate.-dije ignorando su comentario.

-¿Se acabaron? ¡Tú te las acabaste!

-Como sea. Ya no hay y necesito más.-James salió de la cocina y se sentó en el sillón de la estancia. Lo seguí.-Con eso me refiero a que vayas por más.-dije inocente.

-Me siento mal.-gimió echando su cabeza hacia atrás.

-¿Y eso?-pregunté sentándome en su regazo. El rodeó mi cintura con su brazo.

-No sé. Me mareo con sólo moverme, tengo náuseas y eso que acabo de vomitar.

-Seguro te comiste mis ranas y tu estómago se revolvió.-reí. El me miró entre divertido y extrañado.

-¿Crees que vengan los chicos mañana?

-¿Te dijeron que que vendrían?

-Pues si, pero tal vez sea peligroso.

-Tal vez no venga Peter, es quien está más ocupado. Remus no sé. Y Sirius tiene que.

-No había visto a Peter hasta que fuimos a Hogwarts.

-Ni yo. Ten fé en que vendrán. Jane vendrá en un rato.

-¿Jane?

-Mi amiga Jane, le gusta el rock y está loca ¿Ya la olvidaste? Digo, la última vez que la vimos fue en Navidad pero la veíamos diario en Hogwarts, tienes muy mala memoria.-dije rápido, más rápido de lo que quería. James frunció el ceño.

-Estás rara. ¿Te sientes bien?

-Si...-murmuré. El me miró sin creerme.

-Digamos que te creo, ¿por que no me avisaste que Jane vendrá?

-La he llamado anoche. Pues...-suspiré.-La verdad no me he sentido muy bien.

-Lo sabía. ¿Que tienes y por que no me dijiste a mi primero?

-Porque es una estupidez. No te diré.

-Dime.

-No.

-Dime.

-Que no, James.-exclamé frunciendo el ceño.

-Calmate, bipolar. No me interesa si es una estupidez o no, dime. No me reiré.

-Si lo harás, te conozco.

-Bueno si, pero no quiere decir que no te vaya a entender.-suspiré otra vez.

-Me siento gorda.-James parpadeó un par de veces.

-A ver, repítelo que no entendí.

-Ya oíste, James.-resongué.

Sin Enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora