33. El niño que vivió

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31/OCTUBRE/1981

SIRIUS

Llevaba más de media hora sentado en unos columpios de un parque de Londres.

Necesitaba tranquilidad por un rato.

Desde hace unos minutos, una niña había llamado mi atención... Pero de buena manera, digo, es una bebé.

Tenía el cabello castaño y alborotado, su piel era muy blanca y sus rasgos finos, muy finos para una bebé.

Creo que me recordó a Harry...o a Lily..no tenía sentido. La niña no tenía ningún parecido con Lily o con Harry..y se veía más grande que el.

O eso creía yo. Hacía meses que no veía al pequeño.

Me comenzaba a arrepentir de la decisión que había tomado hace meses, pero era lo mejor para James y Lily.

Cuando me di cuenta, una mujer tomó a la pequeña en brazos y se sentó en el columpio a mi lado.

-Hola.

-¿Que hay?

-¿Cual es el tuyo?-preguntó mirando a los demás niños.

Intenté no molestarme, yo aún lucía joven y bello como para que pensara que ya tenía hijos.

-Oh no, no tengo hijos.

-Oh, lo siento..es que hay tantos niños y..perdón.

-No te preocupes.-murmuré.

-Te ves preocupado, ¿te pasa algo?

-Eh...no sé si...

-A veces es mejor platicarle tus problemas a un extraño que a un psicólogo.

Eso me dio confianza, mostró que es completamente muggle.

-Es que...hace tiempo que no veo a unos amigos, sólo estoy preocupado por ellos.

-¿Por qué?-hice una mueca.

-Es complicado.

-Bueno..yo siempre he pensado que todos los problemas tienen solución, confía en eso.

¿Y si su única solución fuera su muerte?

-Supongo que tienes razón.

-¿De verdad no tienes hijos? No sé, veo algo como...paternal en ti.-reí.

-De verdad. ¿Y tú? ¿es tu única hija?

-Ay si. Y también la última. Aunque no lo parezca, tener hijos es agotador.

-Ya lo creo.-ella me miró confundida.-Es que..cuando mi amiga dio a luz tuve que estar con ella y...no fue bonito.

-Deben ser muy cercanos.

-Lo somos.

-Bueno...si es agotador perovale la pena. ¿Verdad, pequeña?-le preguntó a la bebé besando su mejilla.

-Bien, yo me tengo que ir, pero fue un placer...

-Jean, Jean Granger.

LILY

Miré como por milésima vez la prueba en mis manos y me mordí el labio nerviosa.

Positivo.

Literal mi mente estaba en blanco. Era como si se hubiera partido a la mitad y cada una pensara una cosa diferente.

Era el lado positivo contra el negativo.

Eso vengo haciendo con los problemas desde que tengo memoria; buscarle las ventajas y desventajas.

Las ventajas...bueno, tener hijos siempre es una bendición, además la combinación de mis genes con los de James es muy buena, Harry es hermoso...sería lindo tener una niña...

Desventajas...un mago loco quiere matarnos..Merlín.

Bajé a la estancia con la prueba en mano. James estaba ahí con Harry jugando.

Me quedé recargada en la pared mirándolos.

James hacía que chispitas de luces salieran de su varita y Harry intentaba atraparlas. No pude evitar sonreír.

Otra ventaja era que James era seguramente el mejor papá del mundo.

-¿Que hacías?-preguntó James.

-Nada malo.-me senté junto el y puse a Harry en mi regazo.

James nos miró fijamente a ambos.

-¿Que?-dije a la vez que Harry balbuceaba algo. Ambos reímos.

-Nada, sólo que me gusta verte. Y con Harry aún más.

-¿Te lo habrías imaginado?

-Tal vez. Siempre dije que me casaría con una súper modelo..es casi igual, sólo que tu no eres famosa.-reí, pero aunque James sonreía se le veía con la mirada perdida.

-¿Que tienes?

-Nada.

-James...

-En serio.

-James..-el suspiró.

-Es que extraño a los chicos, Lily.

-Ay, James.

-Ya sé, no debería quejarme. Por lo menos yo sé que están bien pero no puedo evitarlo.

-Lo sé, es normal. Verás que todo pasará.

-Claro.

-Estaremos bien.-me acerqué y le di un corto beso en los labios que respondió.-Tengo algo que decirte.

-Dime pero hay que llevar a Harry a dormir.-dijo señalándolo, Harry había acurrucado su cabecita en el pecho de James.

-Yo lo llevo.-me levanté con Harry en brazos.-Dile "Hasta mañana, papi".-James sonrió y besó su cabecita.

-Voy a hacer café, ¿quieres?

-Seguro.

Me dirigí al cuarto de Harry, pero cuando iba en la escalera una luz verde se reflejó en la carita de mi hijo.

Miré a través de la ventana y vi a una figura encapuchada atravesando la puerta de entrada.

-¡James!

- ¡Lily, toma a Harry y vete! ¡Es él! ¡Vete! ¡Corre! Yo lo detendré.

Con el pánico invadiendo mi cuerpo, corrí a la puerta trasera. Pero antes de abrirla vi una rata crecer hasta convertirse en Peter.

Oh, maldito...

Está vez corrí escaleras arriba, entré al cuarto de Harry y cerré con seguro.

Puse a Harry en su cuna y me arrodillé a su altura.

Con mucho trabajo de no sonar alterada, le hablé.

-Harry...mami te ama...papi te ama...Se fuerte, hijo.

Justo después, la puerta se abrió de golpe mostrándome al mismísimo Voldemort.

¿Y James? No, por favor no....el no...

Me coloqué frente a la cuna, tratando de proteger a mi niño.

-¡Harry no, Harry no, por favor Harry no!

-¡Apártate, muchacha estúpida... hazte a un lado, ahora!

-¡Harry no! ¡Por favor… ten misericordia… ten misericordia!

-¡Ésta es mi última advertencia...!

-¡Harry no! ¡Harry no! ¡haré cualquier cosa! Mátame... mátame a mí en su lugar...

- ¡Avada Kedavra!

Sentí más dolor de lo que había sentido antes en mi vida. Sentí mi piel ponerse tiesa. Sentí como no podía inhalar de nuevo y de un momento a otro todo se acabó.

Sin Enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora