Entro despacio en el gran despacho de Izayoi Taisho. Ella levanta la vista de su ordenado para regalarme una maternal sonrisa que me hace sentir mejor. Estoy nerviosa sobre lo que le diré y espero que ella me ayude.
—¿A qué se debe tu visita Kagome?—me pregunta prestándome atención.
—Bueno, yo necesito un favor—le digo respirando hondo.
—¿Cuál?—sus ojos me analizan.
—Necesito el dinero extra que me gané por los de los diseños junto a su hijo—le digo sin titubear por primera vez—sé que falta una semana para que lo depositen, pero lo necesito ahora, por favor—ella sonríe.
—Claro, te lo deposito ahora mismo—respiro con alivio—hoy es tu día libre, anda, ve a divertirte—me dice con una sonrisa.
—De verdad, muchas gracias—me levanto un poco más confiada—gracias—le digo para salir de la oficina. Me encuentro a Midoriko parada frente a mí con una sonrisa extendida en el rostro.
—Diseñadora y su gusto por la moda es horrible—me dice. La ignoro hasta que su mano me agarra con fuerza—¿en qué país está Inuyasha?—me pregunta y me acobardo.
—No lo sé—ella me suelta.
—Me entero que mientes y puedes despedirte de su maldito empleo mosquita muerta—me alejo respirando mejor.
Ha pasado un mes desde que Inuyasha se marchó con Naraku y mi cambio ha sido un poco notorio. Veo diario a una psicóloga ya que Naraku no está y me gustan los resultados que estoy obteniendo. Ya no estoy sintiendo ese miedo que me carcomía cuando cualquier hombre se me acercaba. Me siento con más confianza sobre mi misma.
Mi psicóloga es muy buena y me ayuda. Aunque el tema más difícil es tocar las violaciones. Todavía no he terminado de contarte todo, paso a paso.
Mi teléfono vibra y esa es la señal del dinero en mi cuenta.
Subo a mi coche y mis manos tiemblan nerviosas. Conduzco sabiendo a donde voy a ir y a pesar de tener miedo, debo hacer esto.
Cuando Naraku vuelva no va a encontrar a la misma mujer que maltrataba, violaba y destruye. Yo voy a cambiar las reglas de este infierno, de esta condena que pago sin razón. Él me dijo que estaría dos meses más fuera y eso me ayuda. Tengo más tiempo para mejorar y ponerle fin al ciclo en el que he vivido.
Me siento con más confianza sobre mi misma, estoy descubriendo gracias al grupo de ayuda, Sango y mi psicóloga que valgo más de lo que Naraku me hizo creer, yo valgo mucho más.
Ellos me han hecho entender que yo no provocaba que él me golpee. Naraku es un maltratador, alguien a quien simplemente le satisface tenerme como su saco de boxeo y ya no más. Pienso ponerle un alto definitivo a todo esto.
Años, son años en lo que he sufrido en silencio. Pienso recurrir a todo para ponerlo tras las rejas a ese maldito hombre. Él solo llegó a mi vida para cambiar todo lo colorido que tenía a solo blanco y negro. Secarme como a una rosa. Lo odio, lo odio.
No me doy cuenta que una lágrima baja por mi mejilla y respiro hondo.
¿Podré mejorar mucho en tres meses? No lo sé, pero estoy poniendo de mi parte para que todo funcione y salir de este atajo.
Ninguna mujer debe sufrir violencia domestica ni abuso sexual. Es tu pareja, sí, pero cuando dices NO es un NO. Si tu pareja no le importa eso es violación, no importa nada, es violación porque fue en contra de lo que querías, de tu voluntad.
Llegué a creer que era normal, pero no lo es, es violación y mi psicóloga me ayudó a comprenderlo. No la necesito porque estoy loca, la necesito porque ella se especializó para ayudar a personas como yo.
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Prohibido Para Ambos
FanfictionKagome Higurashi, una joven talentosa, pero que oculta bajo su ropa todos los años de infierno que su pareja le ha propiciado. Todo cambia cuando ella toma una decisión, una que cambiaría su vida para siempre. Porque esa decisión es prohibida para a...