Capítulo 27

1.3K 165 44
                                    

Leer la nota de autora, información importante ❤

El sudor que recorre mi espalda y las transpiraciones de mis labios es la señal de que logré, logré levantar el rostro y una canción puso en claro que nadie vale más que yo. Las modelos me miran sorprendidas y solo un minuto luego el grito de Sango me espanta y me sorprende abrazándome con fuerza y con lágrimas en sus ojos. Respiro calmando mi respiración y correspondo su abrazo. Ya di un paso, puedo seguir dando los demás.

Aunque es difícil luchar, porque mi lucha es contra el monstruo que permanece en mi cabeza atormentándome. Ese es el más peligroso.

Le regalo una temblorosa sonrisa que ella me corresponde. Sus ojos marrones se miran cristalinos y luego la primera lágrima cae por sus mejillas.

—Estoy orgullosa de ti—el susurro que deja hace que mi corazón se caliente de felicidad. Mis labios tiemblan antes de que las lágrimas empañen mis ojos al bajar.

Ella sabe cuán importante son esas palabras para mí, su cuerpo sigue abrazado al mío, me siento un poco en paz conmigo misma. Un sollozo se me escapa y ya no me importa quién me vea, estas lágrimas son de batalla, batallé contra muchos de mis tormentos en ese escenario y salí victoriosa. Estas son lágrimas de una guerra ganada. Ella se separa y limpia mis mejillas.

>> Nadie, nunca Kagome, nunca valdrá más que tú—asiento sin hablar ya que gracias al enorme nudo que mi garganta mantiene no puedo—tú eres una de las mujeres más valiosas que posee este asqueroso mundo, tú vas a seguir luchando y saldrás como hoy; victoriosa y con la cabeza en alto—le regalo una sonrisa y Jakotsu aparece.

—Lo hiciste increíble cariño, estoy orgullosa de ti—Sango se separa y él me abraza—es hermoso ver que dejaste alzarse un poco de esos pétalos tan magistrales que ocultas; eres hermosa—le sonrío sin saber que decir.

—Muchas gracias—el nudo en mi garganta crece—yo...

—Tú brillaste como siempre lo has hecho, solo que esta vez tu brillo fue impresionante Kagome—levanto la mirada e Inuyasha se encuentra ahí, parado en el umbral de la puerta con una sonrisa encantadora y su madre al lado—eres increíble—todas las modelos lo miran fascinadas y no es de menos, él no me ve nada mal en ese traje.

—Kagome—Izayoi camina hasta detenerse frente a mí—eres increíble—ella me abraza y mis brazos la rodean. Abrazarla me hace sentir como si mi madre estuviera aquí, ella me abraza con todo ese cariño maternal que posee.

—Yo...

Las lágrimas y los sollozos me invaden mientras la aprieto con fuerza hacia mí. Oculto mi rostro contra su pecho mientras sus manos acarician mi pelo, me siento bien conmigo misma, algo que hace tiempo no sentía y me siento viva, muy viva.

Se siente como que luche contra todo y todos, puede que se considere algo dramático todo esto, pero cuando el temor a ser juzgada, el temor a fallar, el temor a vivir te atacan, cada vez que hago algo fuera de lo que considero mi zona segura se siente como algo fuera de lo normal, majestuoso.

Cuando mi llanto se calma me informan que todas las chicas están fuera y que esperan por mí. Jakotsu acomoda mi maquillaje y prácticamente me lanza afuera con una sonrisa amigable.

Una lluvia de aplausos me recibe y no puedo evitar que mis mejillas se sonrojan. Les sonrío tímida mientras las chicas me esperan. Me detengo a su lado y las fotos y los aplausos no se detienen. Ahora mismo siento que puedo hacer todo.

Ahora me encuentro sentada en el camerino privado que me otorgó la señora Izayoi. Todavía tengo el vestido y hace media hora que las demás ya están en la celebración que se iba a hacer por el triunfo de la nueva línea.

Prohibido Para AmbosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora