Mis ojos se abren al mirar a Inuyasha frente a mi luego de cinco meses. Mis piernas se sienten débiles mientras lo observo y como una sonrisa se extiende por su rostro al mirarme. Estoy paralizada y él lo sabe, él sabe que causa gran impacto en mí y el que no me mueva de mi lugar y que las palabras no lleguen a mis labios deben comprobárselo. Trato de llenar mis pulmones de aire, pero me siento bastante extrañada que no puedo hacerlo de manera correcta. Es como si todo sonido a mi alrededor desapareciera y solo puedo concentrarme en él.
Entonces me doy cuenta de algo que trataba de ignorar, pero que ya no puedo hacerlo. Lo extrañé, extrañé ver a Inuyasha y eso me asusta bastante. No quiero necesitar de otra persona, pero extrañé mirar ese bello rostro que me observa con dulzura, extrañé oírlo hablar, brindarme chocolates. Extrañé que sus abrazos me hagan sentir segura a pesar de que solo probar esa sensación dos veces, pero es la realidad.
Trago lentamente y respiro profundo mientras lamo mis labios nerviosa. Él se acerca a mí con temor, y de solo recordar el picor de sus labios contra los míos mi respiración se altera y mis manos sudan de manera nerviosa.
—Inuyasha—mi voz sale como un murmullo temeroso que se pierde de manera rápida en el aire.
—Kagome—una lenta sonrisa se extiende por mi rostro.
—¡Estoy feliz de que hayas aceptado Kagome!—salto un poco en mi lugar y abro los ojos con sorpresa, había olvidado que Izayoi estaba presente. Ella nos mira con una sonrisa que podría asustar a quien sea, rasco mi nuca de manera nerviosa.
—Bueno, creo que yo también—ella me abraza tomándome por sorpresa.
—Los dejo, al parecer deben hablar—ella sale y miro a Inuyasha quien se acerca hasta estar frente a mí.
—Cinco meses, el primero casi volviendo porque extrañaba ver esos fascinantes ojos chocolates los cuales carecen de vida, pero creo que yo le devolveré esa vida robada.
>> Segundo mes rogando escuchar tu dulce voz, esa suave y dulce que posees porque he decidido que es una voz que me encanta escuchar y quiero seguir escuchando tanto como pueda y me lo permitas Kagome. Tercer mes, extrañando tu aroma, ese que siempre despliegas al pasar a mi lado, al estar cerca de mí, ese aroma que enloquece mi razón porque entonces es solo tu aroma que deseo oler a cada segundo del día.
>> Cuarto mes, Kagome, rogando volver a sentir tu boca contra mis labios, queriendo probar nuevamente, aunque sea un segundo el sabor más adictivo que he probado, tus labios. Soñando abrazarte, mientras tu aroma inunda mis fosas nasales y tu voz se pierde en el beso más significativo que he dado en mi vida, queriendo que esos ojos tuyos tan hermosos luzcan tan sorprendido que por un momento no puedan hacer nada más que solo mirarme, porque quiero ser egoísta y que sus ojos solo me miren a mí, quiero que tus besos solo me pertenezcan. Quiero todo de ti.
>> Quinto mes, extrañando lo hermosa que te vez al sonreír de esa manera que alborota todo de mí. Te extrañé tanto Kagome. Kagome Higurashi, en estos meses solo me di cuenta de algo; quiero todo de ti.
Nadie me preparó para esto y mucho menos en dieron un guion de como continuar la conversación, pero Inuyasha solo habló y me dejó literalmente muda. Muerdo mis labios y sé que mis mejillas deben estar bastantes sonrojadas porque las siento calientes. No sé qué decir, el literalmente me ha dejado sin palabras.
—Inuyasha, yo...
—No me importa Naraku, ya no Kagome—me mira y sus manos hacen contacto con mis mejillas. Su tacto me sobresalta porque se siente bien su piel rozando la mía. No siento miedo, no tengo ganas de huir, solo deseo permanecer así un momento más—solo deseo conquistarte porque te amo y estos meses solo han servido para que te extrañe de una manera que se podría considerar obsesiva—él me sonríe—te amo Kagome Higurashi. Sé que aún no estas preparada para amarme, pero lo voy hacer, voy a conquistar ese hermoso corazón que tienes, voy a enloquecerte tanto como estoy enloquecido por ti—sus manos se mueven con ternura en mis mejillas.
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Prohibido Para Ambos
FanficKagome Higurashi, una joven talentosa, pero que oculta bajo su ropa todos los años de infierno que su pareja le ha propiciado. Todo cambia cuando ella toma una decisión, una que cambiaría su vida para siempre. Porque esa decisión es prohibida para a...