CAPÍTULO 18: ¿TU ORGULLO TE QUIERE MÁS QUE YO?

184 8 8
                                    

8 de mayo de 2017. Residencia de los Hudson-Berry. NY. 9:05 de la mañana.

POV FINN

Me despierto por la alarma del móvil. Me levanto y la apago. Cierro los ojos, frustrado. Respiro hondo y vuelvo a estirarme en la cama. Toco mi espalda con mi mano derecha con la intención fallida de darme un mini masaje y aliviar el dolor que tengo allí. ¡Maldita cama de la habitación de invitados! ¡Me destroza la espalda! Quito mis manos de allí y las coloco detrás de mi cabeza. Observo el techo con atención.

Han pasado cinco días des de nuestra discusión y Rachel yo seguimos sin hablarnos.

Dormimos bajo el mismo techo, cocinamos en el mismo sitio y miramos la misma televisión pero casi no nos vemos. Cuando yo estoy fuera corriendo o haciendo la compra, ella está en casa y viceversa. El único momento del día en que coincidimos es por la noche, antes de ir a dormir. Y no nos dirigimos la palabra ya que dormimos en habitaciones distintas. Y luego viene la mañana dónde tampoco comulgamos porque cuando me despierto, Rachel ya no está así que...

Esta es nuestra vida ahora.

Una vida muy diferente a la que estábamos acostumbrados pero es lo que hay. Si os digo la verdad, no tengo ni la menor idea de cuándo va a durar todo esto pero mientras ella no me pida disculpas y reflexione sobre lo que está a punto de hacer, no pienso decirle nada.

Ya sé que ella piensa que tiene razón y que espera que yo dé el primer paso, sin embargo esto no va a suceder ni por asomo. ¡Esto tenedlo por seguro! Puede que la quiera y que sea la mujer de mi vida pero yo también tengo orgullo y dignidad, y ¡Finn Hudson no se deja pisotear por nadie!

Así que si ella sigue con su silencio yo también.

Salgo de la cama con la espada dolorida y bajo a la cocina para hacerme el desayuno. Entro en el salón y sorpresivamente, me encuentro a Rachel y a Quinn desayunando. ¿Qué está haciendo aquí? Creía que había salido.

Seguro que es una estrategia que ha planeado para que me ablande y me humille delante de ella y de Quinn, y no voy a caer.

- Buenos días, Quinn.- digo ignorando por completo a mi novia o a mi ex novia, eso aún no se sabe.- ¿Cómo estás?

- Buenos días, Finn. Estoy muy bien. ¿Y tú?

- Estoy perfectamente.- miento.- Nunca me había sentido tan bien. ¿Sabes cuándo te quitas un gran peso de encima y te sientes plenamente aliviado?- le digo mirando a Rachel y Quinn asiente con la cabeza.- Pues me siento exactamente así.

- Pues me alegro mucho por ti, Finn.

- Gracias, Quinn. ¿Sabes? Creo que voy a salir a correr. ¡Hoy hace un día fantástico!- Bebo un zumo de naranja y un poco de café y salgo por la puerta.- Me ha gustado verte, Quinn.

- Igualmente.

Subo las escaleras y voy al cuarto de invitados. Me encierro en el baño que está a dentro y empiezo a llorar como un niño pequeño. ¡No puedo más! ¡La echo tanto de menos! ¡Y es que es tan preciosa! Hasta había olvidado lo preciosa que es...

¡Esto es insoportable! Sólo quiero estar con ella como antes... ¡Joder! Yo soy el primero que quiere arreglar las cosas. No obstante, después recuerdo el daño que me ha hecho y se me quitan las ganas de perdonarla. ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado?

Abro el grifo y me limpio las lágrimas del rostro. "Tengo que ser fuerte, tengo que ser fuerte"; me repito una y otra vez. Respiro hondo y salgo del baño. Me cambio y me visto con ropa de deporte. Puede que correr me ayude a despejar un poco la mente.

KILLERS OF THE NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora