EPÍLOGO

193 10 0
                                    

14 años después

POV FINN

- ¡Chicos! ¡La tarta!- dice Rachel entrando en el salón con el pastel de cumpleaños.

- ¡Mamá! ¡Ya te dije que no hacía falta! Ya soy muy mayor para eso.- dice mi primogénito.

- ¡A callar!- le contesta mi esposa.- Las tartas en los cumpleaños son una tradición. Tengas 10, 20 o 50 años. Así que a soplar las velas.- Ni siquiera el paso del tiempo y tres embarazos le han quitado el mal genio. Al contrario, creo que lo han reforzado.

- ¡Papá!- me dice Allan mientras me coge del pantalón.

- ¿Qué pasa campeón?- me agacho a su altura.

- ¿Por qué a Michael no le ha gustado el regalo que le hemos hecho Sarah y yo?- me cuenta con preocupación. Resulta que él y nuestra pequeña Sarah le han hecho un dibujo a Michael y este no le ha dado la importancia que sus hermanos esperaban.

- ¡Claro que le ha gustado! Lo que pasa es que tu hermano se encuentra en una edad un poco complicada. Está entrando en la adolescencia.

- ¿Adolescencia?- pregunta curioso.

- Si, hijo. Michael está experimentando algunos cambios en su cuerpo y en su forma de ser. Ahora lo único que le interesan son sus amigos y dentro de muy poco, las chicas.

- ¿Las chicas? ¡Puag! Yo espero que no me pase...-

- ¡Pues claro que te pasará renacuajo!- le acaricio la mejilla.

- ¡No pasará ya lo verás! Y si me pasa, iré a vivir a Alaska.- me río a carcajadas.

- ¡Anda ve a jugar con tu hermana!- ¡Dios él y Sarah son iguales! ¡Sólo tienen diez y seis años y son dos torbellinos! Son iguales que Rachel tanto físicamente como de carácter. En cambio Michael, es una copia exacta de mí. Somos como dos gotas de agua, calmadas, calculadoras y demasiado inocentes.

- ¡Anda sopla las velas de una vez!- le grita Santana a mi hijo y vuelvo a ponerle atención.

- Ya voy tía Santana.- le contesta Michael sonriendo y guiñándole un ojo. Santana gira la cabeza incrédula y yo me río. ¡Dios! Es tan seductor como su padre...- Dejadme pensar un deseo.- piensa durante unos segundos.- ¡Ya está!- sopla las velas y todos aplaudimos.

- ¡Muy bien!- dice Rachel.- ¿Quién quiere tarta?- levanto el brazo. Rachel me mira y se ríe.- Me refería a los niños, Finn.

- Yo también puede serlo.- le contesto.- De hecho, tú me has dicho más de una vez que a veces parezco un niño. – se ríe a carcajadas.

- ¿Podemos dejar este momento Finchel para después y cortar la tarta, por favor?- dice Puck.

- ¡El otro!- repite Rach.- ¡Que primero van los niños!

- ¡Es que mira que sois cavernícolas!- dice Quinn desesperada. Puck y yo reímos a carcajadas.

- ¿Qué esperas de ese par de idiotas?- le contesta Santana.

- ¡Eh sin insultar eh! Que nos enfadamos.- le digo de broma.

- ¡Uy! ¡Qué miedo! ¡Y qué me vais a hacer!

- Mejor que no lo sepas. Queremos que duermas esta noche.- contesta Puck casi riéndose.

- ¡Ay por Dios! ¿Y yo por qué pierdo el tiempo hablando con vosotros dos?

KILLERS OF THE NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora