CAPÍTULO 5: DE PELEAS Y RECONCILIACIONES

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POV FINN

El Sol entra por la ventana de nuestra habitación y me despierto al instante. Miro a Rachel y sigue durmiendo. Parece un ángel. Está dormida sobre mi pecho y parece muy relajada. Espero que haya pasado una buena noche. Ayer me dejó muy preocupado con todo lo que me contó sobre sus sueños y malos presentimientos. Después de tanto tiempo le sigue afectando lo que le hizo aquel desgraciado y es lo más lógico del mundo porque sinceramente, yo creo que una experiencia así no se supera nunca.

Él mató a sus padres y luego intentó violarla cuando ella sólo tenía diecisiete años. ¿Cómo demonios no va afectarle todavía? Lo que me sorprende no es que esté mal ahora, sino que pudiera seguir adelante en su momento.

Cualquier otra persona se hubiera tirado des de un edificio o se hubiera pegado un tiro, pero no Rachel. Rachel tiene una fortaleza interior que nunca había visto en nadie. Mentalmente, es muy fuerte. La más fuerte de todo el equipo. Nunca se pone nerviosa y sabe mantener la cabeza fría cuando las situaciones se complican. Es increíble. La admiro muchísimo y la quiero como a ninguna otra persona.

Me levanto de la cama con cuidado de no despertar a Rachel. Bajo a la cocina y desayuno. Mientras me preparo el café se me ocurre la idea de hacerle el desayuno a Rachel. Tal vez hacerle su desayuno favorito la anime un poco. Así que cojo un plato y saco los arándonos de la nevera. Los corto y unto dos tostadas de mantequilla. Luego le hago el café corto, tal y como le gusta. Lo pongo todo en una bandeja y lo subo todo en nuestra habitación.

Cuando entro, ella todavía está durmiendo. Sonrío. Me acerco a ella y coloco la bandeja a la mesita de noche. Subo a la cama y le doy un beso en la mejilla. Se mueve un poco pero no se despierta, así que le doy un beso en el cuello. Hace un gruñido y se tapa mejor con la sábana. Me río. Es tan adorable. Parece que hoy no quiere levantarse.

Le quitó un mechón de pelo y veo como poco a poco abre los ojos. Bosteza y estira los brazos. Entonces, me mira y me sonríe.

- Buenos días, cariño.- le doy un beso en la mejilla.

- Buenos días, amor.- dice todavía con los ojos somnolientos.

- ¿Cómo has dormido?- le pregunto mientras le acaricio el pelo.

- Muy bien.- dice con una sonrisa. Su respuesta me sorprende.

- ¿Muy bien? ¿Así que no has tenido ni pesadillas ni malos presentimientos?

- No.- contesta sinceramente.- He tenido un sueño muy bonito.

- ¿Así? ¿Qué has soñado?- le pregunto con curiosidad.

- He soñado contigo.- me mira fijamente.

- ¿Enserio? ¿Y qué pasaba en este sueño? Porque sé que tienes mucha imaginación.- le digo de manera pícara.

- ¡No he tenido este clase de sueño, tonto!- me da un golpe con una almohada y me río.- He soñado que me casaba contigo.

- ¿De veras? Pues sí que es un buen sueño. Y esto significa que quieres casarte conmigo, cosa que me alegra mucho.

- ¡Pues claro que quiero casarme contigo! ¿Acaso lo dudabas?

- No. Pero no está mal recordarlo de vez en cuando.- gira la cabeza divertida.- A propósito. Te he hecho el desayuno.- cojo la bandeja que había dejado sobre la mesita de noche.-

- ¡Oh Finn! ¡No hacía falta!

- ¡Pues claro que sí! Por ti, lo que sea.- le doy un beso en los labios.

- Gracias, cielo.

- De nada. ¿Estás mejor?- le pregunto algo preocupado.

- Sí. Estoy mucho mejor. Dormir contigo me ha tranquilizado mucho. Tú siempre me tranquilizas mucho.

KILLERS OF THE NIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora