KILLERS OF THE NIGHT

CAPÍTULO 8: EL AMOR ES UN CAMPO DE BATALLA

2 de marzo de 2017. Residencia de los Hudson – Berry, NY. 7:30 de la mañana

POV FINN

Ha pasado un mes des de la fiesta de cumpleaños de Puck y las cosas no podrían ir mejor. Des de la fiesta, él y Quinn están mejor que nunca y me alegro muchísimo, la verdad. Después del calvario que tuvimos que pasar... ¡Pero ya está! ¡Ya ha acabado! Ahora tenemos que centrarnos en nuestro trabajo, que por cierto hace casi un mes que no nos adjudican ninguna misión.

La verdad es que es muy raro porque entre misión y misión, suelen pasar dos semanas, o tres como máximo (y por esto creo que no van a tardar mucho a comunicarse con nosotros). Supongo que el Gobierno tendrá otras prioridades...

¡Estoy extremadamente intrigado por el próximo objetivo! Nunca me ha pasado pero esta vez tengo una especial curiosidad por saber quién es la persona que tendremos que aniquilar.

Estos últimos dos meses nos hemos cargado a un traficante de drogas colombiano (menudo cliché) y a una cirujana francesa (que por cierto, la autopsia determinó que murió por atragantamiento así que salimos victoriosos una vez más). Me pregunto cómo será el perfil del siguiente: ¿Será hombre o mujer? ¿Cuál será su nacionalidad? ¿Cuáles serán sus cualidades y sus debilidades? Y lo más importante, ¿qué crimen o crímenes habrá cometido para que nos pidan su eliminación?

No hay una explicación racional que revele mi intriga. Seguramente es el hecho de que haya un intervalo de tiempo tan grande entre objetivo y objetivo.

Pero bueno, sea quien sea, lo estudiaremos a fondo y lo asesinaremos; tal y como hemos hecho con todos los demás. Debemos de estar preparados por cualquier cosa y por esto, hoy tal y como hago tres días a la semana, estoy entrenando en el mini gimnasio que tenemos Rachel y yo en nuestra casa.

Sé que mi papel sólo consististe en dirigir al equipo pero esto no significa que pueda tomarme el lujo de no estar a la altura de los demás. Al contrario, debo de estar a un nivel por encima de los otros porque si a alguno de los enviados les pasa algo (recemos para que esto no ocurra), soy yo el que tendría que substituirlo o substituirla.

Tengo que estar física y mentalmente al cien por cien y debo de mantener mis tácticas de artes marciales, mi práctica de tiro y mi destreza para conectar y desconectar explosivos. ¿Y cómo se mantiene todo esto? Pues entrenando.

Ahora estoy practicando mi lucha cuerpo a cuerpo mientras atizo el saco de boxeo de color rojo que está enganchado al techo del gimnasio por una cuerda.

Doy dos puñetazos al saco, primero con el puño derecho y después con el izquierdo. Luego le doy una patada con mi pierna derecha y me protejo. Vuelvo a repetirlo todo cambiando sólo la pierna derecha por la izquierda. Me agacho, salto, hago una finta y vuelta a empezar.

Es la decimonovena que lo hago todo... una vez más y habré finalizado este ejercicio. Lo hago y ¡C'est finit! ¡A por el siguiente ejercicio!

Aparto el saco y al hacerlo me miro en el gran espejo que está en el fondo de la sala. Veo cómo mi camiseta de deporte gris está empapada por el sudor, cómo mi cabello está completamente despeinado y cómo mis pantalones azules de deporte están enganchados en mis piernas.

Siempre he sido un chico que suda mucho y si no me creéis preguntadle a Rachel...

En fin, me centro de nuevo y veo que me toca reforzar los brazos así que me estiro en el suelo tocándolo con mi abdomen y coloco mis manos sobre el suelo. Levanto mis brazos haciendo un ángulo de 90 grados. Estiro mis piernas y las acerco hasta que se tocan mis pies.