KILLERS OF THE NIGHT

CAPÍTULO 2: PREPARANDO EL PLAN

POV RACHEL

Después de arrastrar a Finn al baño para que se dé una ducha fría, bajo a la guarida secreta que está debajo de nuestra casa. Bajo las escaleras hacia el sótano y muevo el marco de una foto en qué salimos Finn y yo para activar el pasadizo secreto que nos lleva a nuestra guarida. Cuando estoy allí enciendo las luces y todos los ordenadores que hay en la sala. Debo decir que para ser una guarida secreta es bastante grande y lo mejor de todo: que tiene un equipo de primera. Disponemos de ordenadores de última generación, de las mejores armas del mercado y de una pantalla enorme en medio de la habitación que es dónde hacemos nuestras explicaciones sobre los objetivos y también es el sitio por el que nos comunicamos con James.

El Gobierno nos proporcionó el lugar perfecto para poder planificar nuestros ataques aunque no me sorprende porque con la cantidad de favores que le hacemos... Podría decirse que lo que hacemos va en contra del sistema. Vamos al revés del mundo. A todos los policías, soldados, fiscales y jueces; les pagan por luchar por la vida y la seguridad de los ciudadanos.

A nosotros nos pagan por matar.

Lo cierto es que la guerra y el terrorismo no son nada más que un negocio. Los gobiernos de todo el mundo se matan unos a otros para conseguir más y más poder, ya sea dentro de su país o fuera de él.

Por este motivo cuando algún estado del mundo quiere deshacerse de alguien y por alguna razón no puede, el estado en cuestión le pide ayuda a nuestro gobierno para que solucione el problema a cambio de una cantidad abismal de dinero. Nuestro gobierno nos lo comunica y nos proporciona un 40% de lo que le han dado. Entonces, nosotros actuamos y "solucionamos el problema".

No es nada ortodoxo, ya lo sé, pero nosotros nos ganamos la vida así. Al menos nos consuela que la mayoría de personas que debemos asesinar son unos psicópatas locos, que tenemos un sueldo de lujo y que encima no pagamos impuestos.

- Ya estoy aquí.- dice Finn apareciendo por la puerta con otra ropa puesta.

- Menos mal. Ya creía que la ducha te había tragado.- le digo de broma.

- No he tardado tanto y lo sabes.- dice acercándose.

- Ya lo sé, tonto.- rodeo su cuello con mis brazos.- Era sólo una broma.- nos besamos.

- Eres muy mala, ¿no lo sabías?- niego con la cabeza.- Pues sí que lo eres. Siempre me haces sufrir.- dice de broma.- Sobre todo cuando...-

- ¡Finn!- no le dejo terminar la frase.- Nuestros amigos van a venir en cualquier momento.- hago una pausa.- Pero puede que luego tú y yo tengamos nuestro momento a solas.- le digo al oído mordiendo el lóbulo de su oreja. Me encanta provocarlo.

- ¿Ves cómo eres mala? Me provocas y luego te haces la desentendida.- dice un poco frustrado.

- No sé de qué me estás hablando, Hudson.

- Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando, Berry.

- Bueno.- digo jugando con el cuello de su camisa blanca.- Puede que luego me lo demuestres.- me muerdo el labio.

- Definitivamente eres muy mala.- me río.

- Anda. Ven aquí.- nos besamos. Un beso demasiado apasionado por estar en nuestro lugar de trabajo. Pero no nos podemos resistir. Nuestra relación siempre se ha caracterizado por una gran atracción sexual. Cuando el informador nos presentó como "es debido" el día que nos conocimos, nos gustamos nada más mirarnos. No sé si fue amor a primera vista pero fue algo parecido. La cuestión es que cuando estamos juntos en una misma habitación nos cuesta mucho no estar uno cerca del otro. No podemos dejar de tocarnos ni un segundo. Al principio creíamos que era porque al principio de una relación todas las parejas son así; pero nosotros llevamos cinco años pareciendo dos adolescentes con las hormonas revolucionadas. Sin embargo, nuestra relación no es sólo el sexo (aunque sea increíble). Es mucho más. Es la manera en que nos miramos, en que nos hablamos, es la manera en que nos decimos "te quiero", es la manera en que Finn me acaricia el pelo, es la manera en que nos besamos, es la manera que nos abrazamos después de hacer el amor... Es todo esto y mucho más. Para mí Finn, es el hombre más maravilloso del mundo. Es atento, guapo, romántico, tierno, sexy, buena persona y me trata como una princesa. Él es mi alma gemela y yo soy la suya, y sin él, yo no estaría del todo completa.