Trono (Yaoi/BL)

Cap. 4

Una vez Demelza estaba consciente de nuevo y completamente curada tuvimos que empezar a plantearnos lo preocupante de la situación, donde íbamos a ir?

Mi padre tenía distintas residencias para casos como estos, pero hasta qué punto Central no las conocía?

–Para que querías volver? –Pregunte siguiendo a Uriel por todo el pasadizo que nos había indicado Leon.

–Necesitamos ver si podemos recuperar algo, medicamentos, mi mapa, aún hay sangre en vuestras reservas, tenemos que abastecernos de todo lo posible –Explicó moviendo el panel que había dicho Leon–. Escuchas algo?

–A parte de a ti no, no parece haber nadie –Respondí una vez escuche con calma cuando termino de mover el panel.

Con dificultades Uriel consiguió salir de aquí tras hacerse camino como pudo y yo seguí su camino una vez me dijo que pasara, la habitación había conseguido sobrevivir bastante bien al asalto de Central, solo tenía la ventana rota y un mueble destrozado junto con las piezas de cristal de Leon.

–Quédate pegado a mi espalda, no sé cómo han podido dejar la casa –Pedí antes de pasar por la puerta abierta y algo rota.

Uriel me obedeció sin quejarse y fue pegado todo el rato a mí mientras revisábamos los destrozos de toda la casa, objetos rotos, sangre y miembros perdidos junto con algunos cuerpos, ventanas y puertas derribadas y destrozadas, no habían tenido cuidado con nada.

–Solo les ha faltado quemarla –Comente tratando de abrir la puerta del estudio de Uriel.

Pero la puerta no cedía.

–Que pasa? –Preguntó al ver que la puerta no se abría.

Él trató de abrirla también y fue igual de incapaz, antes de que pudiera decir nada le dio un golpe en seco con todo su cuerpo haciendo que la puerta entera cediera cayendo dentro de golpe.

–Estas bien? –Pregunte agarrándolo para ponerlo en pie.

–Perfectamente –Contesto tratando de recuperarse del golpe.

–Coge todo lo que necesites si o si –Conteste sacudiéndole unos trozos de madera del hombro.

Rápidamente él fue directo a por lo que necesitaba guardándolo en una mochila mientras yo tenía el oído completamente alerta, estaba siendo demasiado fácil, no habían dejado absolutamente a nadie vigilando? De verdad?

Pero en el momento que escuche gritar a Uriel volví a la realidad y me giré encontrándome con él siendo agarrado por el pelo por un duende que lo amenazaba con un cuchillo bajo el cuello.

Por eso no habíamos visto ni escuchado nada, los duendes podían volverse invisibles y solían ser demasiado silenciosos.

–Entrégate y liberémonos de tener que rebanarle el cuello a alguien más –Aconsejó apareciendo otro justo a mi lado con unas esposas.

–No –Se trató de quejar Uriel sin poder hacer ningún tipo de fuerza ante el tacto del duende.

Como los odiaba.

–Suéltalo y no tengamos problemas –Trate de aconsejar empezando a calcular cuánto tardaría en reaccionar si me cargaba al que estaba a mi lado primero.

–Ya hemos tenido bastantes problemas –Se quejó presionando más su cuchillo en el cuello de Uriel.

No, primero tenía que cargármelo a él.

–Quedáis detenidos por la liberación de la vampiresa primogénita –Comentó su compañero.

Actúe más rápido de lo que sus ojos podían permitirse observar y le arranque la cabeza al que tenía atrapado a Uriel y al otro le destroce la cabeza de un solo golpe con un trozo de madera.