Trono (Yaoi/BL)

Cap. 22

–Te encuentras bien? –Pregunte algo agobiado por el calor.

Este sitio siendo casi verano y con el calor de los gases de los ácidos se hacía algo insoportable.

Ya había pasado más de un año desde que invertía todo el tiempo posible en tratar de averiguar cómo terminar con Muerto. Aunque había gastado tanto tiempo intentando saber que era sin obtener resultados que ya era frustrante no obtener resultado.

–Solo... tengo sofocos –Respondió Enzo tirado en el sofá de mi laboratorio bastante acostumbrado ya al olor de las plantas y fármacos.

–La menopausia te ataca –Bromee recolocándome la máscara para no inhalar algo que no debía.

–La Luna de sangre... a partir de pasado mañana quedará una semana –Respondió necesitando respirar mucho más rápido de lo habitual.

Aunque lo realmente habitual era que dejara de respirar cuando no necesitaba hablar.

–Sal mejor fuera y bañate con Azael en la piscina, te ayudará –Sugerí moviendo con cuidado una probeta.

–Esta follando con Leon en el jacuzzi de su habitación –Respondió sin cortarse un pelo resoplando.

–Sabes que no me gusta que me lo digas, saber que escuchais todo lo que pasa me pone nervioso cuando lo hacemos, así no puedo relajarme –Me queje poniendo la nueva solución que había hecho al fuego.

–Lo se, lo siento –Contestó con rapidez levantándose al ver que había terminado.

Ahora tenía que esperar a que cuajara.

–Joder... solo quiero que se acabe ya –Se quejó abrazandome por detrás.

A causa de la Luna de sangre estaba muy ansioso por todo y alerta a cada segundo.

Y constantemente un bulto en sus pantalones interrumpía la paz.

–Si quieres una mamada no la pienso hacer aquí –Rechisté notando ya ese bulto rozando contra mi.

–Lo siento.

–Esta bien, son los síntomas previos al apetito, en cierto modo prefiero que dure mucho tu estado lujurioso y retrasar todo lo posible encerrarte –Conteste alejándome de él para irnos a nuestra habitación.

El primer síntoma fue la pereza, apareció anunciando el inicio de la cuenta atrás hace unos 8 meses. Se pasó todo el mes sin moverse de cama y sin ganas de hacer nada durmiendo días y días seguidos, con Azael fue exactamente igual, el segundo fue la soberbia... este dio bastantes más problemas, Azael y Enzo se pasaron casi 2 meses tratando de imponerse sobre el otro encadenando directamente con el tercer síntoma de la ira... fueron meses largos en los que Leon, Canek y yo hicimos tripas corazón y aguantamos como podíamos sus arrebatos.

Nuestra única suerte es que no fueron tan largos como la envidia y la avaricia, casi 4 meses de refunfuños y quejas constantes en los que terminamos decidiendo que Canek y yo mejor nos volvamos a mi piso en el momento en que Leon empezó con algunos síntomas leves. Pero habíamos vuelto en cuanto se pasó eso y llegó el sexto síntoma... la lujuria.

Al menos Enzo conseguía controlarse más que Azael, por suerte para Leon su síntoma de lujuria se adelantó compaginandose con el de Azael, por que constantemente perdía el control y se pasaban horas o días encerrados en algún sitio donde huiamos el acercarnos hasta que salieran. Aunque Enzo no iba a negar que también perdía el control con facilidad, le resultaba mucho más fácil contenerse a la hora de empezar, pero en el momento que empezabamos aunque sólo fuera para hacerle una mamada le resultaba imposible parar.