Cap. 33

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No iba a mentir, me estaba muriendo de los nervios, había dormido poco durante el día y despertarme con la sensación inminente de que no podía huir me ponia aún peor.

–No quiero ir! –Insistí de nuevo encerrado en la desconocida habitación solo con la mitad del traje puesto.

–Canek abre la puerta –Ordenó Enzo con toda la calma del mundo.

Mi cuerpo se movió solo incapaz de poder con su orden y abrí la puerta cabreado conmigo mismo.

Ni siqueira tendría que haberme dejado convencer para venir!

–A ver, que ocurre? –Pregunto Uriel siendo siempre el que hablaba las cosas conmigo.

Uriel no había conseguido domar muy bien su pelo y vestía un traje que le iba perfecto de pies a cabeza color turquesa oscuro combinando perfectamente con su piel, pelo y ojos, su camisa era un blanco algo beige y su corbata era marrón oscuro combinando con sus zapatos, los gemelos eran dorados y un broche de ese mismo color se dejaba ver muy sutilmente sosteniendo la corbata para mantenerla firme. Enzo por el contrario se había recogido perfectamente el pelo en una coleta alta dejando unos mechones para enmarcar su cara y había optado por un traje mucho más elaborado negro con un tenue degradado grisáceo en los bordes de los pantalones, las mangas y la chaqueta con un chaleco del mismo color y unos gemelos plateados destacando más lo pálido de su piel mientras su camisa no terminaba de ser blanca pura pero los botones eran del mismo plateado que los gemelos.

Enzo cerro la puerta pidiéndole a la sirvienta de Azael que nos diera más tiempo y Uriel dejó que me sentará de nuevo en el borde de la cama tapandome la cara con las manos.

–No quiero ir... por favor –Supliqué asfixiado por todas las emociones que me estaban invadiendo.

–Que te da tanto miedo? Creí que esto ya lo habías hablado –Dudo Uriel agachandose frente a mi apoyando sus manos en mis rodillas.

–Yo no soy ninguno de vosotros! –Conteste quitando las manos de mi cara para desabrochar los primeros botones de la camisa agobiado–. No impongo respeto ni soy fuerte, no se exquisitos modales ni se bailar, si me cuesta hasta pillar un chiste! Aun estoy aprendiendo muchas cosas... no estoy listo para esto... no quiero convertirme en el hazmerreír ni quiero ver como nadie se burla de otra persona... no soy como vosotros acostumbrados a todo esto...

Pero mi queja entonces fue callada por Uriel poniendo con cuidado su dedo índice sobre mis labios haciendo que me callara. Solo le había visto este gesto con tanto cariño a Enzo.

–Canek, también es mi primera vez asistiendo a uno de estos bailes –Comenzó a hablar recordándome algo que ya sabía–, tampoco se modales exquisitos ni se bailar, y hay algunos chistes de vampiros a los que yo tampoco les pillo la gracia. Soy solo un simple rastreador Canek, si tienen que reírse de alguien de quien crees que lo harán primero?

–Pero eres la pareja de Enzo! –Reproché siendo situaciones completamente diferentes.

–Y? –Cuestionó sin dejarme añadir nada más–. Siendo todos los que son Enzo puede decir lo que quiera que si quieren reírse de mi o hacerme daño tendrían fácil ganarle, sin embargo tu eres un 4ª generación y vives directamente con un 1ª generación, yo creo que escuchar eso de por si impone más que lo mío. Los vampiros entre vampiros son diferentes cuando las generaciones son cercanas, nadie va a hacerte nada ni va a pasar nada por que nadie quiere ganarse un enemigo en una fiesta. Entiendes?

–Y Lord!? Él será tan respetuoso como el resto!? –Insistí sin terminar de caer en sus palabras por muy dulces que fueran.

–Si –Respondió tajante Enzo metiéndose en la conversión–. Será tan respetuoso contigo como si fueras un 1ª generación. Hazme caso.

Trono (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora