Cap. 11

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Ver las puertas del Vaticano cerradas y la plaza completamente vacía era impactante en un primer momento.

–Uriel, puedes intentar aquí buscar a alguien? –Pregunto Dante una vez Enzo me bajaba de entre sus brazos.

–Claro... aunque necesito un mapa –Conteste siendo bastante obvio que no tenía un mapa de este sitio.

–Dame un segundo –Respondió desapareciendo enseguida por la velocidad que podía alcanzar.

–Es impresionante, verdad? –Murmuro Leon agarrando las correas de su mochila.

Pero aún seguía enfadado con él, así que fue Demelza quien le respondió recolocando todas las espadas que se veía en la obligación de llevar.

Dante y Leon llevaban las que les había entregado Bastian, Demelza sin embargo llevaba la suya, la de Lord, la de Nura y la de Dama.

Aunque Enzo reaccionó con rapidez al darse cuenta de las espadas acercándose a ella para que le diera la suya.

–Tu querías la de Lord, verdad? –Dudo Demelza en bajo cogiendo una que parecía más un bastón.

Las únicas espadas capaces de dañar a un vampiro permanentemente y les pertenecían a los vampiros más poderosos... aunque sabíamos que para Ella eso no se aplicaba y también era capaz de recuperarse de esas heridas, pero si una vez sirvió para sellarla tal vez ahora también consigamos darles una utilidad.

–Dame también la de Nura –Pidió tras coger el bastón notablemente desgastado de Lord.

Demelza dudo, pero se la dio, era una espada muy parecida a una katana, pero la empuñadura parecía muy desgastada.

–Cada espada es diferente –Murmure muy curioso por tantas diferencias.

Desde que las ví me pareció muy curioso.

–Si, encajan con las habilidades de cada propietario, una katana a ti te ira perfectamente para la fuerza que tienes –Explicó entregándole la espada de Nura–. La de mi padre por ejemplo es una Claymore, mucho más pesada y necesita de las dos manos, a menos que seas mi padre y saques fuerza de a saber donde consiguiendo manejarla con solo una como si fuera una pluma.

Al escuchar eso Leon agarro la espada que llevaba para abrazarla por si acaso Enzo insinuaba el quitársela. Esa debía de ser la de Azael.

–A Lord sin embargo siempre le ha gustado un arma ligera y equilibrada a la perfección que pudiera usar como complemento, en este caso se parece a un bastón, pero realmente es una espada y una funda decorada –Siguió explicando viendo igual que yo como Leon se aferrada a la espada.

–Y quieres que lleve una katana? –Dudé cogiendo la espada que me entregaba.

–Solo quiero asegurarme de que puedas defenderte –Respondió más tranquilo al ver que cogía la espada–. Pero necesito que si Nura te la pide se la des.

–Pero no conozco a Nura –Conteste dejando que él me colocará el cinturón de la katana a la cintura ajustandolo para mi.

–Pelo castaño y ojos grises –La describió solo dándome eso como información.

–Y como... –Trate de quejarme por su poca información.

–Te puedo asegurar que la diferenciaras solo sabiendo eso –Corto antes de que me quejara apareciendo de nuevo Dante con el mapa en la mano.

Acepte el papel ya con el peso de la espada en mi cintura y extendí el mapa en el suelo cogiendo las canicas de mi mochila.

–Intenta situar a Azael o a Lord –Pidió Dante agachandose a mi lado.

Trono (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora