Trono (Yaoi/BL)

Cap. 20

–Tienes aún una flor en el pelo –Bromeé quitando una flor de su pelo azabache que no se había caído antes.

–Querrá culminar la noche junto con nosotros –Susurro guiando sus dedos ya con lubricante entre mis piernas.

Su dedo no tuvo problemas en escurrirse en mi interior aún llevando tanto tiempo sin hacerlo.

–Hoy puedo correrme dentro? –Pregunto levantando una de mis piernas para besarla sin dejar de admirar la escena.

Cuando me miraba tan profundamente mientras estábamos haciendo estas cosas no podía evitar excitarme. Era como si supiera mis más oscuros deseos sin siquiera conocerlos yo.

–S-si –Conseguí contestar entre gemidos tapando mi boca al ver como sonreía rozando con sus colmillos mi piel.

Como podía verse tan jodidamente bien en momentos así!?

Sin quejarme note como el segundo dedo entraba más ansioso mientras Enzo dejaba libre mi pierna recostándose sobre mi.

–Ya hacia tiempo que quería hacerlo, pero es mucho mejor en un sitio decente –Murmuro en mi pecho.

Su lengua rápidamente la uso para comenzar a jugar con mi pezón haciendo que me aferrara a las sabanas por el placer al notar como sus dedos daban en la próstata.

Mi respiración estaba tan alterada por el placer que ni siquiera fui capaz de avisar cuando me corrí solo por sus dedos desde atrás cogiéndolo por sorpresa.

–Te esta gustando mucho con solo dos dedos? –Pregunto antes de lamer mi semen que se había esparcido por mi propio pecho.

–Tu... sabes donde me gusta –Conseguí pronunciar al tener un segundo para recuperar la respiración.

–Y te gusta tenerme dentro? –Siguió preguntando sacando sus dedos de mi interior y alejándose de mi.

–Si no me gustara por que te dejaría hacer estas cosas? –Cuestioné incorporándome dudoso de que sucedía.

–No sueles decir donde te gusta que te toque ni cuando sientes placer o no, tengo que averiguarlo por mi mismo, así que a veces tengo miedo de que consigas tapar que te duele –Explicó suspirando con frustración.

–Bueno... es que es vergonzoso –Respondí poniéndome más colorado de lo que ya debía de estar por naturaleza.

–Lo se... pero aún así me gustaría que me dijeras esas cosas, aunque fuera solo de vez en cuando.

Supongo que algo de razón tenía, sobre todo por que él constantemente buscaba que me gustara a mi y su placer siempre era secundario.

Me trague la vergüenza como pude y tembloroso me puse sobre él pasando mis manos por su nuca entrelazando mis dedos mientras nuestras miradas no se despegaban.

–Lo intentaré... así que dejame probar esto –Conteste casi en un murmullo por la vergüenza.

–Claro, puedes probar todo lo que quieras –Respondió con picardía antes de besar mi pecho dejándome la marca de un chupón sin ninguna dificultad–. Soy únicamente tuyo.

Dudoso y con la ayuda de su mano su miembro comenzó a presionar en mi entrada mientras yo dejaba caer mi peso sobre él poco a poco. Había leído que esta postura dejaba que el que estaba encima tomara el control de la situación y experimentara como le gustaba más, pero su punta entrando hizo que me arrepintiera con facilidad de mis palabras.

–Estas apretando, tienes que relajarte... ser más fluido –Aconsejó intentando no gemir en mi oído.

Era más fácil decirlo que hacerlo.