Cap. 23

930 148 12
                                    

No podía más, Enzo se habían pasado todo el día sin dormir demasiado excitado por mucho que se corriera incontables veces.

–Tengo hambre –Murmuró haciendo que abriera los ojos de golpe.

–Como que tienes hambre!? –Salte incorporandome y arrepintiendome enseguida.

Mi cadera dolía un montón por todas las posiciones que me había hecho coger.

–Bueno, es normal, la lujuria tenía que pasarse en algún momento, ahora empieza la gula y ya se habrá terminado toda esta locura –Contestó suspirando pero sonriendo al ver mi expresión de dolor–. Lo siento, te compensaré en cuanto todo pase.

–Hoy tenías que morder a Canek, si tienes hambre podrías hacerle daño o perder el control –Explique sin plantearme que eso es algo que ya debería saber.

Aunque era un vampiro, si lo sabían los libros el tenía que saberlo más todavía.

–Solo tengo un poco de hambre, puedo controlarme para asegurarme de no hacerle daño, pero si tienes tanto miedo puedo comer antes de morderle, eso me quitara el apetito el tiempo suficiente para que no pase nada –Concluyó encogiendo los hombros mucho más tranquilo que yo.

Solo pude aceptar sus palabras y asumir que tenía razón, hoy era la noche de transición, los síntomas serían más leves.

Aún así estaba algo nervioso por todo.

–Sigues teniendo calor? –Pregunté intentando aún con el dolor levantarme.

Pero fue imposible, no tenía ningún tipo de energía para poder ponerme en pie.

–No, pero aceptó una ducha contigo encantado –Contestó cogiéndome sin dudar.

Tampoco podía quejarme, estaba todo pegajoso por todas partes y tenía que limpiarme, no iba a bajar a desayunar con estas pintas.

Nos duchamos entre risas, necesitando de él para mantenerme en pie, y sin problemas nos vestimos y fuimos hasta el comedor cargandome solo necesitando uno de sus brazos para cogerme como a un niño pequeño.

–Ya hacia tiempo que no desayunabamos juntos –Comentó Azael cogiendo su taza de sangre con Leon sobre él.

Pero Leon estaba tan agotado como yo, se le veía perfectamente en la expresión exhausta, también tomando, a través de una pajita, la sangre.

–Una vez me alimente te morderé y podremos olvidarnos de toda preocupación –Respondió Enzo dirigiéndose a Canek que comía una tostada aún algo soñento mientras Enzo me sentaba.

Ni siquiera se había quitado el pijama.

–Que ocurrirá cuando lo muerdas? –Preguntó Leon con la voz algo cansada y tocada.

Después de desayunar lo más probable es que se fuera a intentar seguir durmiendo, y yo debería hacer lo mismo.

–Al haber pasado ya por lo de tu sangre no debería pasar nada, verdad? –Respondió Canek mirando a Enzo con algo de miedo.

Era normal, una cosa era estar mentalizado y otra hacerlo sin dudar.

–En realidad algo si ocurrirá, pero Enzo nunca ha transformado a nadie, así que no se lo que puede ser –Respondió Azael besando el cuello de Leon.

–Leí que hay un montón de casos diferentes, hay humanos que caen en un profundo sueño hasta que pasa la Luna de sangre, otros arden de dolor, algunos pierden la cabeza y se vuelven locos. Pero todo es pasajero, en cuanto la Luna de sangre se oculte de nuevo será como si nunca hubiera pasado nada –Expliqué viendo como Canek solo se ponía más tenso al saberlo.

Trono (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora