Trono (Yaoi/BL)

Cap. 25

Enzo cuando salió al fin de su encierro estaba... cambiado, por decirlo de alguna manera.

Su pelo había crecido mucho más que cuando lo conocí y sus ojos aún estaban algo rojos, la ropa la tenía destrozada y manchada de su sangre aunque no tuviera ni un rasguño en la piel, incluso sus colmillos sobresalían ligeramente aún, pero una sirvienta le dio una taza de sangre y tras terminarla volvieron a la normalidad.

–Que tal estas? –Pregunto a Canek una vez término la taza y se acercó a mi dándome un beso en la frente.

–Bien, aunque no puedo comer cosas con químicos –Explicó suspirando ligeramente.

–Y tu? –Pregunto ahora refiriéndose a mi.

–Las noches se le hicieron eternas, los días abrumadores... –Comenzó a recitar Leon con algo de burla consiguiendo que Canek y Enzo se rieran.

Pero dejó de ser gracioso cuando le pise el pie.

–Me echaste de menos, que mono –Se sintió alagado Enzo abrazándome por la espalda.

Su pelo era tan largo que al abrazarme por detrás algunos mechones caían sobre mi y me hacían cosquillas.

–Ve a ducharte! –Exigí tapando mi rojez y vergüenza.

Enzo entre risas aceptó lo que le pedí y se fue arrastrando su pelo por el suelo.

–Azael seguramente pueda salir cuando casi amanezca, con siempre, así que por que no vas con Enzo y Canek y yo vamos a mirar cosas que pueda comer? –Sugirió Leon agarrando a Canek sin esperar a ver si él quería hacer eso.

Pero Canek le dio la razón y terminaron obligándome a alcanzar a Enzo.

–Cuando me lave los dientes de daré un largo beso que no olvidarás –Tentó una vez entramos en nuestra habitación ya sin sirvientas ni nadie al rededor.

–Creía que me pedirías ducharnos juntos –Conteste medio insinuando que me lo pidiera mientras toqueteaba el collar que me había regalado.

Pero en vez de hacerlo Enzo me agarro por la cintura levantándome como un peso muerto y me llevó directamente al baño entre risas de los dos metiéndonos directamente con ropa.

–Ves? Para que pedirlo si puedo hacerlo? –Contestó entre risas tirando nuestra ropa mojada a un lado antes de agarrar el champú.

–Tonto –Bromeé dejando que empezará a lavarme el pelo mientras estaba abrazado a él.

Solo una semana separados y yo ya echaba de menos todo esto.

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En cierto modo tenía curiosidad por saber en que más cosas estaría afectado hasta que muriera, tal vez la falta de energías que sentía desde que me había levantado también fuera un efecto secundario.

–Puede probar esto? –Me pidió una sirvienta dándome una taza de leche recién hervida.

Jamás había probado leche de vaca fresca, pero cogí la taza y sople para tratar de no quemarme.

–Habrá que ver que pueden preparar para ti para las comidas y cenas –Murmuró Leon mirando atento como pegaba el primer sorbo.

Estaba buena, no tenía azúcar ni nada, pero aún así no me sabía asquerosa como la de brik.

La sirvienta explicó que se habían ido a comprar algunas cosas para probar que podía o no comer mientras yo le echaba azúcar a la leche, solo había podido tomar una manzana que Uriel tuvo que preparar específicamente para que no supiera a químicos, así que ellos ya habían desayunado y comido y yo estaba aquí.