Cap. 10

1K 150 8
                                    

–De está forma nadie te reconocerá y me ayudarás en todo lo posible sin problemas –Comentó Ehud viendo terminado su trabajo.

Había conseguido con un par de plantas que teñían que mi pelo fuera negro y con unas gafas de cristales alterados se haría más difícil ver claramente mis ojos aunque yo mirara bien. Verme con este nuevo aspecto tan diferente al mío era extraño, pero lo acepté y salí de casa siguiéndola para poner en acción el plan de Central.

Ehud había conseguido en muy poco tiempo alterar Central completamente haciendo en 3 noches que ya estuviera planeado de urgencia infiltrarse en el mercado nocturno, ella solo necesito decir que era su aprendiz y Central ignoró mi existencia.

–Quien es él? –Preguntó mirándome con desconfianza un hombre alto de un solo ojo y espeso pelo greñudo.

–Es mi ayudante, tengo que enseñarle bien las cosas antes de hacerlo un rastreador hecho y derecho –Contesto Ehud dejando que agarraran su abrigo unas mujeres de colores fantasía que precian casi transparentes.

–Me alegra ver que la dama decidió aceptar nuestra oferta de trabajo, tal vez si le enseña adecuadamente a ese niño podamos hasta darle trabajo también a él –Comentó apareciendo un hombre rubio platino de ojos grises.

Llevaba el pelo prácticamente rapado y estaba trajeado completamente, ni siquiera se quito los guantes para saludar a Ehud, pero aceptó que yo entrara y comenzó a enseñarnos las instalaciones. Eran lúgubres y tenían un mínimo de iluminación mientras todos los amplios pasillos estaban llenos de puertas numeradas a conciencia.

–Tenemos una mercancía muy importante que se agradece que pueda ser atendida por alguien como tú, tienes una gran fama en muchos kilómetros a la redonda, la mejor en su trabajo desde luego –Alagaba el hombre mientras Ehud no perdía ni un segundo la cara de cabreo que ya tenía de forma natural–. Aunque no esperábamos que al final aceptara, parecía tan fiel al protector de su zona de residencia.

–Ha desparecido y yo sigo necesitando ganarme la vida de algo, y si me vais a pagar más y obtendré un buen trato igualmente me dará igual trabajar para ti que para una piedra –Respondió Ehud manteniéndose casi caminando al mismo ritmo acelerado que él.

Quien se quedaba atrás era yo.

–No sabe cuanto nos agrada escuchar esa noticia –Contesto el hombre deteniéndose al fin sobre una puerta.

ACE30W, ese era el número de la habitación a la que le abrió la puerta pasando Ehud antes que yo y cerrando la puerta una vez entramos los tres.

–Ha sido un ejemplar caro, tiene cancer pulmonar terminal, así que necesitamos que pase unas pruebas, necesitamos saber que su sangre es de buena calidad –Presentó el hombre señalando a una chica sentada en una silla roja a la que le apuntaban todas las luces de la pequeña habitación.

Era solo una niña, tal vez no tuviera ni mi edad, su cabello tapaba por completo su cara, pero su boca daba a entender una calma extrema, como si simplemente estuviera donde deseaba y esto fuera lo más normal del mundo aún con un vestido que más que vestido parecía una camiseta que le quedaba unas pocas tallas grande y con los pies descalzos únicamente adornando un tobillo una cinta de color negro.

–Edad? –Empezó a preguntar Ehud girándose hacia mi.

Mi pánico debió de ser fácil de ver cuando me extendió la mano pidiéndome unos guantes que me había hecho guardar antes.

–Trece –Respondió la chica sin pizca de miedo en su voz.

Ehud me trato de decir con la mirada que estuviera bien callado mientras se ponía los guantes y que tratara de reaccionar lo menos posible.

Trono (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora