Cap. 2

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Tenía una mala sensación en el cuerpo una vez me levante, pero traté de ignorarla lo máximo posible, tal vez fuera que alguna pesadilla me invadió el día aunque ahora no la recordara, cosa que no era raro desde que dormía solo por la falta de Enzo.

–Uriel? –Dudo Leon devolviéndome a la realidad.

Casi de un salto levante la vista hacia él y Canek dándome cuenta de que había dejado mi desayuno enfriarse de estar divagando desde hacía rato, y a demás ellos dos ya habían terminado.

–Lo siento, estoy un poco distraído –Me disculpe tomando de casi un sorbo lo que quedaba de leche.

–Pasó algo? –Preguntó Canek una vez me estaba levantando colocando bien sus gafas sobre su nariz tras haberlas limpiado.

Después de exorcizar a Aldinach habíamos tenido que pedir de nuevo unas gafas para él, aunque por suerte estas eran casi iguales, solo que en color azul marino y no le resbalaban constantemente por la nariz.

–Lo de siempre, no os preocupéis –Le quite importancia viendo como Canek aún necesitaba un poco de ayuda de Leon para levantarse y caminar.

Pero se había recuperado bastante bien desde que le quitamos a Aldinach, incluso había pasado por parte del proceso de adaptación y había conseguido recuperarse con normalidad.

–Ya hace casi un un mes que se fueron, no pueden tardar tanto en volver –Trató de tranquilizarme Leon.

Pero los tres sabíamos que algo así no era tan sencillo de creer hasta que regresaran sanos y salvos.

Suspire y comencé a caminar dispuesto a encerrarme en mi despacho cómo llevaba haciendo estos días aún sin tener un verdadero trabajo, solo fingía mantenerme distraído también para no preocupar demasiado a Leon. Antes de que pudiera llegar a abrir la puerta del comedor una sirvienta apareció por la puerta casi chocando conmigo completamente histérica.

–Regresaron! –Gritó activando un resorte en mi interior que me hizo correr a la entrada sin necesidad de escuchar nada más.

Pero no me encontré con Enzo esperándome con una sonrisa mientras Azael se quitaba un poco de nieve de encima y Lord le daba su bastón a Bastian. Bastian era el único de pie, un hombre albino estaba arrodillado en el suelo completamente manchado de sangre mientras Enzo estaba tendido en el suelo agonizando casi con el cuerpo completamente deformado mientras las sirvientas trataban de controlarlo y cargarlo al igual que trataban de hacer con una mujer huesuda de cabello multicolor.

–Enzo! –Chille queriendo tirarme a sus brazos al borde de un ataque histérico.

Leon me agarro levantándome a peso alejándome de él antes de que saliera herido.

–Llegadlo al sótano, encerrarlo –Ordenó mientras yo trataba de librarme de su agarre.

Bastian tras escucharle decir eso fue él mismo quien agarró a Enzo llevándoselo con la ayuda de otras sirvientas.

–Soltadlo! Está herido! Leon! –Seguí chillando sin saber ya como forcejear con él llorando de la impotencia.

Ojalá fuera capaz de controlar este estúpido collar a mi antojo y pudiera hacer lo mismo que hice con Bastian.

–Uriel, tranquilízate por favor, ahora no puedes atender a Enzo –Suplico Leon bajándome pero aprisionándome con fuerza para que no corriera detrás suya.

–Y Lord? –Dudo Canek petrificado a nuestro lado–. Y Azael? Quienes son ellos dos?

–Enzo –Solloce sintiendo a mis piernas fallar.

Trono (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora