Who got the power?

Capítulo uno

Trato

Kim Taehyung entró a la oficina majestuoso con su traje a la medida y su porte de alfa sintiéndose por todo el lugar. Las omegas que trabajaban ahí babeaban por él, se removían excitadas de sólo verlo, su belleza era exquisita, única.

Dos semanas antes, Jeon Do Joon, había llamado a Kim Jin Woo diciéndole que le tenía un trato que no podía rechazar, y cuando de dinero se trata, ambos congeniaban muy bien desde jóvenes. El trato era que el hijo mayor de Kim Jin Woo, Taehyung, se uniera con Jungkook para así los Kim tener poder en las acciones de los Jeon y viceversa.

Ellos se conocían desde que eran apenas unos adolescentes, eran mejores amigos, crearon una empresa que sería una de las más exitosas del mundo, y a pesar de que estaban casados y estaban a punto de ser padres su amistad nunca se debilitó.

Que perfecto sería que sus dos hijos se unieran de por vida.

Como era de esperarse, Jin Woo no dudó ni un segundo en aceptar el trato y mandó a su hijo a sellar el trato y verificar detalles.

-¿Estas seguro de esto, muchacho? No quiero que te haga lo mismo que a los demás y tener problemas con tu padre -mencionó el alfa mayor cuando estaban a punto de poner fecha y lugar a la cita. Veía a Taehyung como el hijo alfa que no tuvo y le preocupaba que su insolente hijo hiciera algo para ofenderlos.

-Seguro -dijo Kim seguro de su decisión -- Amo los retos y este aspira a ser uno muy interesante.

-Mi hijo no es... -Taehyung interrumpió al viejo con una risa.

-En lo que llevo aquí me has dicho eso, al menos, veinte veces -se enderezó y apoyó sus brazos en los reposabrazos del sofá -. Me aburrí de los omegas que te entregan todo en bandeja de plata, así no es divertido, y tu hijo me interesó desde el momento en que se presentó como omega y el hecho de que sea diferente a los demás hizo que mi interés por él creciera. Así que no te preocupes, Jeon Jungkook será mi omega, eso tenlo por seguro.

Oh Taehyung, eso probablemente fue lo mejor que dijiste en tu vida. El alfa frente a él sonrió con alegría, había encontrado a alguien capaz de controlar a su hijo.

La cita sería una semana más tarde, en el restaurante más costoso y elegante de todo Corea, a medio día, donde iniciaría su historia con el amor de su vida.

(...)

La música resonaba en todo el departamento, el olor de alfas y omega se mezclaba creando un aroma fastidioso para aquél que todavía estaba sobrio, el alcohol en todos los rincones de la casa. Si algo tenía Jeon Jungkook, era que daba las mejores fiestas de todo Corea y era conocido por eso, por eso y por su mala reputación con los alfas.

El omega se encontraba besuqueandose por ahí con algún beta, nada importante. De no ser por que traía su celular en el bolsillo del pantalón no hubiera escuchado, más bien sentido, que le llamaban.

Refunfuñando se alejó de aquel beta y sin ver quien era, contestó. Tuvo que salir del departamento para poder oír con un poco de claridad lo que le decía su padre, si no fuera por que tomaba supresores, las feromonas de enojo se sentirían en el aire.

Su padre le dijo que tenía a otro alfa para presentarle y que este era el último, si no lo aceptaba lo desheredaba, así de fácil y sencillo.

Pero él era Jeon Jungkook, el omega más difícil que pudo haber existido y no se iba a quedar de brazos cruzados, algo tenía que hacer para ahuyentar al alfa y que su padre no le quitase el dinero. Pero de eso se encargaría al día siguiente, en ese momento quería disfrutar su fiesta, que probablemente fuese la última en mucho tiempo.